viernes, 17 de mayo de 2013

LOUIS LEAKEY - MARY LEAKEY


Con esta entrada quiero dedicar una serie de posts a los investigadores/as que más  han aportado al mundo del conocimiento, de la arqueología y zooarqueología, por ello, quiero empezar por una familia que fue pionera en el conocimiento de la especie humana: La Familia Leakey.
No podemos hablar de Louis Leakey, sin hablar de su mujer,  Mary Douglas Leakey,  dos antropólogos, paleontólogos y arqueólogos británicos que han dedicado sus vidas al estudio y al conocimiento científico, de los orígenes de la humanidad, desarrolladas  principalmente en Tanzania y Kenia.


Louis Leakey comenzó su actividad postdoctoral recogiendo fósiles en Tanzania, para completar colecciones, para el British Museum.  Mary, cursó estudios en la Universidad de Londres y se especializó en Prehistoria. Participó en varias excavaciones, y en 1931 dirigió estudios sobre la cultura clactoniana en Essex (Inglaterra); sí, tenía buenas cualidades artísticas y aptitudes que son básicas en estas disciplinas como es el trabajo meticuloso y constante; así fue forjando su actividad científica, en el campo de la geología y la arqueología, en una época, en los años 40 del siglo pasado, en que la mujer no solía tener un papel muy activo en el campo del conocimiento y, menos en estas disciplinas, que estaban acaparadas principalmente por hombres; podemos decir que fue una mujer muy avanzada, para su época, y rompió barreras culturales, respecto a la participación de la mujer, en la campo de la ciencia.


Esta actividad artística fue la que le llevó a conocer a Louis, tras una solicitud de éste, para realizar una serie de ilustraciones, para un libro suyo, Adam´s Ancestors
Se casaron en 1937, y se fueron a trabajar a África tras la concesión de un proyecto de investigación, donde intentaban hallar las diferencias existentes entre los cambios climáticos, del pleistoceno africano y las glaciaciones europeas, del mismo período. Para ello, se dedicaron a recoger fósiles de animales y herramientas de piedra, para así, llegar a determinar la afinidad de seres de épocas pasadas.
El primer descubrimiento vino de la mano de Mary Leakey en 1948; dónde se encontró un fósil de cráneo parcial de Africanus procónsul, considerado un antepasado de los monos y de los seres humanos que más tarde se convirtió en las dos especies distintas. Fue la primera especie, del género primate, que se descubrió a partir de la época del Oligoceno.
En 1959, en las excavaciones que llevaban a cabo, en la garganta de Olduvai, descubrieron una serie de fragmentos de cráneo, de homínido, que se pudo reconstruir casi al completo. Pertenecía a un individuo joven y al que bautizaron con el nombre de Zinjanthropus boisei, en honor al Charles Boise, que era el mecenas que le financiaba la excavación; y fue datado en 1,7 millones de años. Junto a este ejemplar, se hallaron restos de herramientas olduvaienses y un conjunto de lascas y guijarros. Este descubrimiento, supuso para la comunidad científica de la época un gran reto, ya que, se publicó por primera vez la gran antigüedad de los homínidos en África y se renovó radicalmente el concepto de la línea de tiempo, de la evolución humana. Enfrentándose a la creencia, más difundida en la época, de que el origen del hombre provenía de Asia.

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Y, entre 1962-1964, llegó uno de sus grandes descubrimientos, el hallazgo de fósiles de Homo habilis, una especie con una antigüedad de 1,4 y 2,3 millones de años y se extinguió hace unos 1,5 millones de años. Posiblemente, esta especie coexistió con los Australopithecus, pero se apreciaban diferencias en altura y capacidad craneana. El descubrimiento de Homo habilis (humano con habilidades) fue un evento, en su época, por que fue considerada la primera especie de primate que creó y empleó herramientas, dando entrada a la edad de piedra. Podemos decir que fueron los primeros talladores de piedra, dando lugar a las primeras herramientas líticas con evidencias de haber sido utilizadas para cortar las pieles de los animales, cortar plantas y triturar ciertos vegetales.

                                                  Homo habilis          

A raíz de todos estos hallazgos, pioneros en la época, Louis Leakey se dedicó a dar conferencias, escribir artículos sobre sus descubrimientos y a recaudar fondos para financiar las excavaciones, consiguió que la National Geographic Society financiara parte de sus proyectos, y poder llevar a cabo proyectos paralelos en el campo de la primatología; él era consciente de que para conocer mejor el comportamiento de nuestros ancestros era necesario estudiar, por medio de la observación, la conductas de estos primates.  Así, puso al frente de los proyectos de estudio de campo, a tres mujeres, a Jone Goodall, con los chimpancés en estado salvaje; a Dian Fossey con los gorilas de montaña de Ruanda, y a Birute Galdikas-Brindamour con los orangutanes en el Sarawak  (Indonesia); fue un verdadero impulsor, de los avances, en el estudio de campo de los primates.
Fue un investigador, incansable del estudio, de los orígenes humanos, en la tipología de las herramientas de piedra y desplegó un tremendo impacto en la concepción predominante de los primeros seres humanos, en el campo teórico, así como, en el registro paleontológico aplicando una metodología, en el trabajo de campo.
Pero, en 1972, Louis murió de un ataque al corazón, cuando estaba en Londres, ha sido reconocido por la comunidad científica como la persona que no sólo contribuyó al desarrollo del conocimiento, de la paleontología y la arqueología de campo, sino a condescender nuestra identidad como especie; y que el este de África sea considerada la cuna de la Humanidad.
Mary, después de la muerte de su marido, siguió trabajando en la Garganta de Olduvai donde cosechó los hallazgos que más satisfacción le darían, así, entre 1976 y 1978, al sur de Tanzania en concreto en Laetoli, junto a su equipo, descubrió, en 1975, las huellas de homínidos en los lechos volcánicos, conocidos como tobas. Estas huellas parecían coincidir con los fósiles que se encuentran en la misma zona, y pertenecientes a la especie de Australopithecus afarensis de 2,9 a 3,5 millones de años, son las huellas más antiguas encontradas de bipedismo.

                                                     Mary Leakey discovered the Laetoli footprints in Tanzania.

También durante este mismo período descubrió restos de más de veinticinco homínidos tempranos, así como, una serie de quince nuevas especies de animales, un registro fósil hasta fecha no encontrados.


Todo su trabajo lo dejó reflejado en su autobiografía La revelación del pasado y Mi búsqueda de hombre primitivo. Mary murió en 1996, en Nairobi - Kenia, con 83 años.
El trabajo de la familia Leakey continúa hoy día, a través de la Fundación de los Leakey y a la labor de la familia, de su hijo Richard Leakey que continuó con las excavaciones hasta que sufrió un accidente y tomó su relevó su hija Louise, que sigue excavando en la zona. 

Referencias:
- Leakey, MD., 1971: Olduvai Gorge: Excavaciones en las camas I y II, 1960-1963. Vol.3 (Cambridge Uni. Press).