miércoles, 20 de mayo de 2015

MUSEO NACIONAL DE ARTE ROMANO (Augusta Emerita- MÉRIDA)

La colonia Augusta Emerita  es una de las pocas ciudades romanizadas que guardan integro los tres edificios destinados a los espectáculos públicos: teatro, anfiteatro y circo.
Junto al teatro y anfiteatro, a raíz de las excavaciones realizadas, se decidió que sería el emplazamiento prefecto para levantar el nuevo museo de arte romano. La antigüedad a este museo le viene del s. XVI, de las colecciones privadas de Fernando de Vera. Será a raíz de las excavaciones sistemáticas realizadas en 1910, tanto en el teatro, anfiteatro, circo, necrópolis, casas etc..., cuando se crea el mayor volumen de piezas arqueológicas. La preeminencia de estas piezas nos acerca al proceso de romanización de Hispania y en concreto de Augusta Emerita, por lo que las autoridades del momento deciden crear un nuevo museo de arte y cultura romana, y qué mejor sitio que en Mérida (el que disponía la ciudad era de 1838 y se había quedado obsoleto).
En 1975 coincidiendo con el bimilenario de la fundación de la ciudad (por Cayo Julio César Augusto) se le encarga el proyecto al arquitecto Rafael Moneo, y fue inaugurado en 1986.
El museo fue levantado en un solar donde previamente se habían realizado unas excavaciones de la zona suburbana de extramuros de la ciudad y albergaba además de la necrópolis, un grupo de viviendas, un tramo de calzada y un tramo de conducción hidráulica.
Moneo ha intentado aunar en un mismo espacio un edificio polivalente, basándose en la arquitectura de los romanos que adoptaron las formas lineales helenísticas para el exterior de sus edificios, mientras que, en el interior el autor ha creado un sistema de muros paralelos creando en la zona central una gran nave, concibiéndose el museo como una inmensa biblioteca de restos pétreos.
El edificio comprende la planta baja, superior y la cripta que comunica a través de un túnel el mismo museo con el conjunto arqueológico que configuran el teatro y anfiteatro romano.
En la planta baja se encuentran repartidas por las diferentes salas, la cerámica común, de lujo,  lucerna, columbarios y ritos funerarios.
En cuanto a la industria y artesanía del hueso se encuentra una importante colección de alfileres con diferentes tipos de cabeza, hebillas de cinturón y amuletos antropomorfos que llevaban las mujeres para propiciar la fecundidad.
También se puede observar agujas de coser, fusayolas, husos para hilar, mangos de cuchillos y bisagras. Y no podían faltar los dados de huesos. En esta planta se encuentra la sala de vidrios, numismática y orfebrería.

Tengo que decir, que aparte de la sobrecogedora sensación de gran espacio que podemos sentir en este museo, donde el arquitecto Moneo ha sabido construir el marco adecuado para albergar los restos romanos, es además el primer Centro de Investigación del Mundo Romano en España  y sobre todo el lugar de encuentro de esta cultura.














miércoles, 6 de mayo de 2015

EL YACIMIENTO CELTÍBERO DE NUMANCIA

Uno de los episodios más trágicos de la conquista de la Península Ibérica por parte de los romanos, lo vemos reflejado en la ciudad de Numancia (Soria). Por eso, cuando oímos el vocablo de Numancia, se nos viene a la cabeza palabras como guerra, asedio, coraje, conquista, esclavos, hambre, valentía, campamento, indígena… en fin, resistencia de todo un pueblo por la lucha de su libertad. De ahí, que la RAE defina al numantino como el que resiste con tenacidad hasta el límite. Todo ello, se lo debemos principalmente a la literatura clásica narrada por escritores romanos (Plinio, Sículo, Ptolomeo…) que nos han transmitido este tipo de gestas a lo largo de la Historia.
Pero la verdadera historia de este pueblo celtíbero la conocemos gracias a la Arqueología, por eso, no vamos a analizar todas las vicisitudes históricas que sufrieron estas gentes porque la crónica histórica tenemos ocasión de conocerla cuando visitamos el yacimiento. En este caso, se tiene ocasión de realizar un recorrido por lo que es el trazado de las dos ciudades que configuran el yacimiento, una es la ciudad más antigua, que es la celtibérica y otra la romana posterior. En este itinerario, por el recinto, podemos visitar la muralla y puerta norte, el cerco de Escipión, pequeños baños romanos, edificio público y desagüe, aljibe, calles, casas romana y celtibérica, muralla celtibérica, casa porticada y molinos de mano; hay guías en el yacimiento que te dan las explicaciones oportunas que es lo más recomendable, pero si se tiene la suerte de contar con las explicaciones del profesor A. Jimeno, casi te metes en la época, ya que él lo vive con mucha pasión.
Los inicios de ocupación de la ciudad de Numancia datan del Calcolítico que permanecería durante toda la Edad de Hierro y duraría hasta el s. IV a.C. Estos primeros asentamientos destacan por ser una zona boscosa con una rica fauna representada por ciervos, caballo, jabalíes, osos, lobos, liebres, conejos. En estos bosques se criaban una ganadería basada en cabras y ovejas, que era su principal fuente de riqueza, con una base económica principalmente ganadera. Las primeras cabañas eran fabricadas con materiales perecederos debido a que estaban sujetas a las condiciones climáticas de la zona.
Del estudio arqueológico llevado a cabo en las necrópolis se ha detectado un patrón alimentario diferencial, en función de la consolidación social, que pudieran representar algunos ajuares funerarios. El análisis de fitolitos realizados sobre los molinos confirma la idea de una dieta basada en alimentos vegetales como bellotas, tubérculos, bayas y legumbres, en deterioro de la proteína animal, que suele ser bastante pobre, lo que nos viene a determinar que aunque su economía esté basada en una rica variedad ganadera esta se utilizaba más como intercambio para obtener otros productos que le proporcionasen más riqueza.
Durante el s. IV y III a.C, los castros se deshabitan y se producen grandes cambios en el paisaje, debido a un aumento de los poblados de mayor tamaño donde se observa unas preferencias por los cerros en zonas aptas para la agricultura de secano. En el s.III a. C se consolida una economía mixta en asentamientos rurales con una intensificación de los intercambios y el comercio.
Las primeras excavaciones se realizaron en el Cerro de la Muela y fueron llevadas a cabo por el  arqueólogo alemán A. Schulten, en 1906, posteriormente intervinieron arqueólogos como J. Ramón Mélida, F. Wattemberg, Saavedra, González Simanca, etc.  En 1994, la Junta de Castilla y León puso en marcha, el “Plan Director de Numancia”  y al frente de este Plan Arqueológico está el profesor Alfredo Jimeno que ha puesto en funcionamiento un Proyecto Integral Multidisciplinar. Este Plan director aúna los tres campos básicos que se deben de llevar a cabo en un yacimiento de estas características como son: investigación, conservación y difusión.
En la visita al yacimiento se ve reflejada en las explicaciones tanto el trabajo científico, como una presentación didáctica de los modos de vida y de trabajo de la población indígena celtíbera, convirtiéndose, de este modo, en un yacimiento de referencia en temas de reconstrucción, relacionado con el mundo prerromano.


Vista del cerro de la Muela, con el yacimiento Arqueológico de Numancia, yacimiento Celtíbero-Romano







Uno de los momentos de las explicaciones del profesor A. Jimeno