jueves, 20 de diciembre de 2018

EXPOSICIÓN: " LAS OTRAS PIEDRAS DE LA CALETA"


Siempre el Carnaval de Cádiz ha cantado a sus raíces fenicias y romanas pero aún no se han atrevido con su origen Paleolítico. Sí, digo Paleolítico, porque ahí está el germen de la actual ciudad de Cádiz. En concreto, en lo que hoy conocemos como la playa de la Caleta, antiguo cauce del río Guadalete, es por dónde se desplazaban los grupos de cazadores-recolectores en busca de recursos líticos y de animales para cazar.
Todo esto lo sabemos gracias a las herramientas de trabajo que nos dejaron estos grupos. La mayoría de estos instrumentos líticos han sido estudiados por J. A Mata, en los años sesenta (del siglo pasado), J. Fortea, A. García-Bellido, R. Corzo, J. Fierro y Nuria Herrero, que plasmó estos estudios en su Tesina de Licenciatura (2002) que fue defendida en la Universidad de Cádiz. Un trabajo exhaustivo y actualizado de las industrias prehistóricas que se localizaron en la zona.
Estos grupos de cazadores-recolectores se establecían en campamentos al aire libre, en lugares próximos a los depósitos de agua, como lagunas y ríos. Éstos eran terrenos idóneos, tanto para la recolección de vegetales como para cazar los animales, que iban allí con el fin de abrevar. Tanto caza como recolección representaban la base de la economía de estas sociedades.
Del estudio tecnológico que ha realizado Nuria Herrero, se puede  determinar que hubo dos momentos de ocupación o bien una continuidad  de la misma.  Una pertenece al Modo 2 o Tecnocomplejo Achelense, que se puede situar cronológicamente entre el 300.000 y 150.000 años. El autor de estas herramientas de trabajo sería probablemente el llamado Homo heidelberguensis, y tenemos cantos tallados, triedros, hendedores y bifaces, que eran utilizadas tanto para el descuartizamiento de los animales como en la recolección de planta y vegetales.
Y una segunda ocupación corresponde al Modo 3 o tecnocomplejo Musteriense, que abarca entre 100.000 y 30.000 años, y corresponde ya al Homo neanderthalensis. 
Aquí, tenemos ya herramientas más elaboradas como raederas, denticulados, perforadores, etc.
Todo esto lo podemos ver en la exposición “LAS OTRAS PIEDRAS DE LA CALETA”  que se inauguró el  14 de diciembre y permanecerá abierta hasta el 31 de Enero de 2019. Estará expuesta en el MUSEO  de Cádiz, donde los más pequeños pueden disfrutar de talleres, para conocer más de cerca el Paleolítico, en definitiva sus orígenes.
Una buena ocasión para que los gaditanos, y los que visiten la ciudad estas fiestas, puedan conocer de primera mano este excelente trabajo explicado por la misma autora. También felicitar al Museo de Cádiz por este tipo de iniciativas y abrir las puertas a este tipo de eventos, y más que nada acercar el conocimiento a la población.

Referencia:

- N. Herrero Lapaz (2002): Los productos Arqueológicos de “La Caleta” (Cádiz). Servicio de Publicaciones Universidad de Cádiz.



Defensa de elefante del yacimiento Majarromaque. Jerez de la Fra (Cádiz), Cantos tallados de Aculadero El Puerto de Sta. María (Cádiz) y Bifaces de El Chaparral  Los Barrios (Cádiz).

Talleres pedagógicos (www.tapeca.com) para chavales de 6 a 12 años, explicados por la arqueóloga Nuria.

Junto a Nuria Herrero. Comisaria de la Exposición.


jueves, 13 de diciembre de 2018

EL YACIMIENTO ROMANO DE REGINA TURDOLORUM


La ciudad romana de Regina Turdolorum se encuentra en el término municipal  de Casas de Reina (Badajoz).
Su ubicación en tierras de la Beturia Turdolorum, se debe a su rica campiña en tierras de labor, sus aguas procedentes de las fuentes del Cerro de las Nieves, por su riqueza en productos mineros (hierro y plomo) y sobre todo por el control de las comunicaciones.
Esta ciudad, se halla actualmente abandonada por las administraciones, pero en época de Vespasiano adquirió la categoría de municipium (ciudad) y las investigaciones apuntan a una urbe con un importante desarrollo urbano,  que fue abandonada en el s. VIII, por las incursiones de los pueblos árabes en la Península, situación histórica que propicia el traslado de la población hacia el Cerro de las Nieves, entorno a la alcazaba árabe (a poca distancia del yacimiento).
Nos encontramos con una típica villa romana, que dispone de dos calles principales, el cardo y el decumano máximo, donde se situaban los principales edificios administrativos y políticos, como el teatro, foro, templos, mercado, necrópolis, acueducto, varias domus (casa); todo éste entramado urbanístico estaba protegido por una muralla y se accedía a través de varias puertas flanqueadas por torres.
Su teatro se encuentra muy bien conservado, dispone de cavea, la orchestra y la escena, esto facilita que en las noches de julio la población pueda disfrutar de magnificas interpretaciones y obras de teatro clásico; una buena opción, para disfrutar de nuestro patrimonio.
Junto al teatro se encuentra el templo, que es uno de los edificios más emblemáticos del yacimiento. Consta de tres templos que, probablemente, estuvieron dedicados a la Triada Capitolina: Júpiter, Juno y Minerva. 
Éste fue excavado en el año 2008 y sólo se han recuperado sus cimientos. Su orientación, a una gran plaza, estaba precedida de unos escalones que llevaban a la cella, lugar donde se rindió culto a la diosa Juno. Ésta era la diosa del matrimonio, una de las divinidades más importantes del panteón romano y reina de los dioses. Se trata de una estatua sedente realizada en mármol.
Reiterar el abandono en el se encuentra este yacimiento, por parte de la administración de la Junta de Extremadura, dado que el Ayuntamiento de Casas de Reina, a pesar de mostrar interés en él, no puede hacer frente a la demanda económica que genera un yacimiento de estas características.
Estamos hablando de la segunda ciudad romana más importante, después de Mérida, de la Hispania, no es lógico que sólo se realicen trabajos de excavación durante tres semanas al año, por los alumn@s de prácticas de Arqueología, y no llevar a cabo excavaciones sistemáticas y una puesta en valor del mismo.
El yacimiento no dispone de medios de seguridad y protección, por lo que es victima de continuos expolios y saqueos, que están destrozando este valioso lugar, así como su Historia.
Lamentar la poca sensibilidad por parte de los responsables públicos implicados, tanto locales como autonómicos, por el Patrimonio Histórico y Cultural.
Este yacimiento bien gestionado generaría riqueza a la zona, no sólo como destino turístico sino como fuente de desarrollo local.



Muro perimetral del teatro

Teatro: escena, orchestra y cavea.




Aditus, pasillo lateral que da acceso a la orchestra.




Vista del yacimiento



Parte del decumanus maximus, que conserva parte del pavimento original, debajo de este pavimento pasan las cloacas que se encuentran  muy bien conservadas.



Pozo
Columnas esperan una intervención para ser colocadas en su situación original.
Vista del yacimiento de Regina desde el Cerro de las Nieves.

Centro de Interpretación.

Referencia:

- Álvarez Martí, J.M  y Mosquera, J.L., 1991: Excavaciones en Regina (1986-1990). Extremadura Arqueológica II. Mérida.

- Álvarez martí, J. M y Nogales, T., 2007: "Teatro Romano de Regina". Dionisio. Annale della Fundazione Inda. 6.





domingo, 2 de diciembre de 2018

NUESTRAS PIONERAS EN ARQUEOLOGÍA: Concepción Blanco Minguez




Concepción Blanco Mínguez. Foto cedida por D. Francisco Giles Pacheco

Hoy vamos hablar de una pionera en la arqueología española, que desarrolló su trabajo en la provincia de Cádiz, la ciudad más antigua de occidente, y que guarda un rico Patrimonio Cultural.
Se trata de Concepción Blanco Mínguez, la primera mujer en ocupar la plaza de directora del Museo Provincial.
Nació en Alcalá de Henares (Madrid), en 1907, pocos años después de que el gobierno aprobara una resolución, dónde la mujer podía cursar estudios universitarios. Por lo que no tuvo problemas en tramitar estudios de Filosofía y Letras, sección Historia, en la Universidad de Madrid, licenciándose en 1930.
La salida de esta carrera era opositar al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Museos, y así, poder ejercer la Arqueología de manera profesional. Normalmente, todas las mujeres que accedieron por esta vía, no habían tenido contacto con una excavación, ya que esta actividad estaba vedada a las mujeres. Pero, en el año 1932 obtuvo la plaza definitiva como directora del Museo Arqueológico Provincial de Cádiz, y en ese puesto, llevaba incluido la de Inspectora de excavaciones en toda la Provincia.
Pero cuando llegó Concepción se encontró con un museo en muy mal estado, no fue hasta 1935 cuando ella tramitó su traslado al edificio de Bellas Artes en la Plaza Mina.
El museo a lo largo de todos estos años sufrió múltiples varapalos, por los que tuvo épocas que permaneció cerrado, otras abrían sus puertas, y la falta de medios existentes impedía el avance de los trabajos.
Las labores que se realizaban en cualquier museo, durante ésta época, eran los de catalogación, inventariado, registro de material y clasificación de la Biblioteca.
Cuando llegó a Cádiz, lo hizo con idea de pedir pronto traslado para Madrid, pero esa ilusión la desecho al contraer matrimonio y formar una familia, lo que le dio en ese momento, la estabilidad que la llevó a jubilarse en ésta ciudad. Esto sucedió en 1977, pero no dejó su cargo hasta que no se incorporó su sustituto, Ramón Corzo Sánchez, unos dos años más tarde.
Se retiró a vivir a Madrid y no volvió a Cádiz hasta 1994, que fue invitada por R. Corzo, ante el hallazgo del sarcófago antropoide femenino. Murió en 1994, cuando contaba con 87 años. Desde entonces ninguna mujer ha vuelto a ocupar la dirección de este museo.
Del trabajo realizado por Concepción hay que destacar la labor de innovación, que llevo a cabo tanto en criterios museográficos, como en la exposición de las piezas. 
Una mujer con una gran capacidad de trabajo y con una mente muy avanzada a su tiempo, que supo compaginar su trabajo museográfico, con trabajos de excavación de campo. Para ello, se rodeó de un grupo de colaboradores en los que confiaba y les daba la oportunidad de avanzar y formarse, como fueron: Martín Almagro, Francisco Giles Pacheco, J. Ramón Ramírez, Antonio Sáez y Carlos Fernández Llavré. Ellos ayudaron a Concepción en las tareas de investigación que tenía que llevar a cabo y le resultaba pesado realizar por su edad. También dotó a sus ayudantes de unas credenciales que les permitía estar presentes en las obras y recuperar todo tipo de vestigios.
Sin duda, supo elevar la categoría de un museo provincial, a los primeros niveles de su tiempo, y revitalizar la Arqueología gaditana a uno de los puntos de primer orden en la época.
Por eso, nuestro HOMENAJE a ésta gran mujer, que supo ganarse el cariño de la población gaditana, de la que recibió multitud de donaciones de piezas, y dotar así al museo, en un centro de conocimiento de su pasado.

Referencias:

-Concepción Blanco Mínguez, in memoriam (1994). Boletín del Museo de Cádiz.
-El Museo Arqueológico de Cádiz (1943). En Revista Geográfica Española, 13.