jueves, 4 de octubre de 2012

MUSEO AMERICANO DE HISTORIA NATURAL: NUEVA YORK


El American Museum of Natural History, se encuentra ubicado al noroeste (Upper West Side) del parque de Central Park, en Nueva York. Es el museo de Historia Natural más grande del mundo, prácticamente, para poder verlo al completo tendríamos que invertir unos cuantos días, por eso, es uno de esos típicos museos que hay que seleccionar primero qué es lo que más nos interesa ver.


En nuestra primera visita lo teníamos claro, nos decidimos por las salas de los primitivos mamíferos, las salas de los orígenes humanos, y la biodiversidad, que cuenta con cientos de animales disecados, con fósiles y reproducciones, a tamaño natural.
En su entrada, por Central Park, lo primero que podemos ver es el Barosaurio que nos nuestra la especie de barosaurio original más grande del mundo y representa a una hembra erguida defendiendo a su cría de otro depredador.


En las salas de los primitivos mamíferos podemos ir viendo el árbol evolutivo de los mamíferos, entre los que se encuentran los monotremas, marsupiales, perezosos y armadillos. Las raíces de la línea evolutiva se remontan a 300 millones de años, donde muchas de las familias de los mamíferos dominaron el ecosistema hasta la llegada de los dinosaurios, y fue cuando la mayoría de estas especies se extinguieron. Y, no fue hasta la extinción de los dinosaurios que la diversidad de los mamíferos volvieron a retoñar en el planeta.


Nos dirigimos a la tercera planta, donde se encuentra la Sala de los Mamíferos Primitivos Milstein, dónde podemos contemplar a tamaño natural, las especies de los parientes extintos de mamíferos, como los mamuts, mastodontes, gatos dientes de sable, camellos prácticamente todas las especies que vagaban por américa del Norte, hasta hace unos 10.000 años, y que se extinguieron, posiblemente, por un cambio climático.


En esta sala también encontramos mamíferos, con rasgos modernos, aunque algunos presentan características encontradas en los mamíferos primitivos. Entre estos animales podíamos observan los roedores, conejos, gatos, focas, murciélagos, osos, ciervos, caballos, elefantes…
Conforme vamos pasando, por sus las diferentes salas, podemos observar el aspecto  rancio de sus paredes, ya que es un museo que data de 1.877, y que alberga más de 30 millones de objetos. Así, podemos disfrutar de la mayor colección de caballos fósiles y ver la línea evolutiva desde los Calippus hasta los Neohipparion.
Tampoco podemos quitar ojo cuando nos encontramos con el Megaloceros giganteus, conocido como el alce irlandés, y que vivió en el continente europeo, eran animales que se nutrían de abundante hierba y plantas arbustivas, en las grandes llanuras, que cubría toda Eurasia durante parte del Pleistoceno.


También pasamos por las Salas de los Orígenes Humanos que presenta una extraordinaria, puesta al día, de la historia de la evolución humana desde nuestros primeros antepasados 


hasta el Homo sapiens moderno. Cuenta con una vitrina dedicada al yacimiento de Atapuerca, a la Sima 5, y donde se muestra una reconstrucción de los hallazgos del Homo antecessor.


 El objetivo de un museo de estas características es generar conocimiento y promover la valoración del patrimonio natural y cultural, para fomentar y fortalecer su comprensión en la sociedad. Por eso, dentro de la sección de Paleontología se trata de describir la diversidad de invertebrados y vertebrados extintos e investigar los mecanismos que impulsan su evolución y extinción. Para ello, disponen de un departamento que promueve y facilita el acceso a las colecciones para su estudio.


Por eso, la colección de mamíferos fósiles que se presenta en el museo es reconocida cómo un recurso nacional e internacional para la investigación y la enseñanza en paleo mamíferos y biología evolutiva. Y, todos los estudiosos en la materia y visitantes en general, que le guste las Ciencias Naturales, no deben de dejar de asistir, si pasan por la zona.