viernes, 27 de marzo de 2020

ESTRUCTURA CIRCULAR REALIZADA CON HUESOS DE MAMUT


Las viviendas construidas con restos óseos de mamut son frecuentes, entre grupos de cazadores-recolectores, en el Centro de Europa durante el Pleistoceno Superior (sobre todo durante el Gravetiense).
El mamut (Mammuthus primigenius) es un espécimen de elefante antiguo, ya extinto, que vivía por los continentes de Europa y América del Norte, disponían de unos enormes colmillos y robusta carcasa. Eran muy útiles como material de construcción, de viviendas. Estas construcciones suelen tener una estructura circular u ovalada y en su interior se encuentran uno o varios hogares.
La cabaña suele estar rodeada de varios fosos, que son interpretados como basureros, que contienen restos óseos de desperdicios de carnicería de animales y restos de artefactos líticos. 
Suelen tener una datación entre 14.000-15.000 años, excepto la cabaña de Molodova, en Ucrania, que es una ocupación neandertal musteriense y está fechada en 30.000 años. 
Por lo que, queda demostrado que los neandertales fueron los primeros, hasta la fecha, que utilizaron éste tipo de material óseo para construir el armazón de una vivienda.
En Ucrania, ya han sido registradas más de once cabañas, también en la República Checa, Polonia y Rumania. En Rusia, las comunidades de cazadores-recolectores del paleolítico superior se desplazaban hacia latitudes más al norte, hacia la tundra ártica, a medida que el clima lo permitía, aunque eran zonas bastantes hostiles para la vida.
Así tenemos que, en plena meseta rusa central, 480kms al sur de Moscú, ha sido descubierta una estructura circular (Kostenski 11) construida por grupos de cazadores recolectores, de la Edad del Hielo.
El material utilizado para su construcción han sido diferentes carcasas de animales, entre los que destacan el mamut lanudo con 64 cráneos y 51 mandíbulas inferiores. También, se han valido de huesos de renos, caballos, osos, lobos y zorros. En total ocupa una superficie de 12 x12 metros.
Asimismo, se han recuperado 400 fragmentos de carbón vegetal proveniente de quemar madera de árboles como abeto, pino, arce... La fecha de datación por radiocarbono, de ese carbón, produjo un rango calibrado de 25.064-24.490 a.n.e. 
Además, los vegetales recuperados han sido una especie de zanahoria y unos tubérculos parecidos a las patatas actuales.
Ahora bien, la comunidad científica se plantea un debate sobre la funcionalidad de estos sitios. El investigador de éste Proyecto  (Dr. Pryor, de la Universidad de Exeter, Reino Unido) establece varias hipótesis: una de ellas es que, en ésta zona había abundante agua, procedente de un manantial natural que le habrían proporcionado agua líquida no congelada durante todo el invierno, algo difícil de encontrar en una zona de frío extremo. Por eso, se plantea la hipótesis de que fue utilizada como vivienda, aunque la estructura de Kostenski 11 tiene como peculiaridad, que es muy grande; la más grande encontrada hasta la fecha y no se podría haber cubierto con pieles ni con estructuras de madera, y en su interior sólo se han encontrado algunas figurillas de animales y herramientas de hueso, muy poca industria lítica y nada de actividad doméstica. 
También, se barajan las hipótesis de un posible acceso de ritual o como almacén de alimentos.
Decir que, cerca de Kostenski 11 se localizaron dos pequeñas viviendas y en 2014 fue cuando se encontró ésta tercera.  Para su elaboración se tuvo que disponer de una buena organización social, ya que, era un tipo de trabajo de grandes dimensiones.


Referencias:

-Alexander J.E. Pryor et al., 2020: “The chronology and function of a new circular mammoth-bone structure at Kostenski 11”. Antiquity,  2020.


Localización del yacimiento en Rusia.

Representación gráfica de las densidades de fragmentos óseos quemados encontrados en Kostenki 11. Foto: A. Pryor.

Estructura realizada con restos de más de 60 mamut. Foto: A. Pryor.

Capas de sedimento que muestran signos de haber realizado fuego en el sitio. Foto: A. Pryor.

La estructura ósea de mamut que mide 12x12ms de diámetro. Foto: A.Pryor.



sábado, 21 de marzo de 2020

APROVECHAMIENTO CÁRNICO EN LA GRUTA DE LOS RINOCERONTES (Marruecos).


La cueva de los Rinocerontes fue descubierta en el año 1991, dentro de un Proyecto de Investigación entre Francia y Marruecos, en la cantera Oulad Hamida 1 (a 30km de Casablanca). 
En el momento del hallazgo, la cantera estaba activa y ya se había destruido la parte trasera de la cueva; sólo se veía la parte inferior de la estratigrafía.
Las excavaciones se llevaron a cabo en 1996 y se extendieron desde 2005 a 2009. Estos trabajos dieron como resultado un rico material lítico, Achelense asociado a una variada representación de fauna, en un contexto estratigráfico bien definido del Pleistoceno Medio.
Es una cavidad marina cuya longitud es desconocida, por el corte de la cantera, actualmente dispone de 7m de alto y 12m de ancho. 
La cavidad se relleno con una acumulación sedimentaria continental, de 7m de espesor de materiales arenosos calcáreos, divididos en dos conjuntos litoestratigráficos principales: el conjunto superior y el inferior.
Este yacimiento ha sido fechado por ESR/U (Resonancia Paramagnética Electrónica, basada en la datación de esmalte dental fósil), para ello, se han utilizado 7 dientes de herbívoros de la campañas 2007-2009, provenientes de los dientes de bóvidos y rinocerontes, que se encontraban en muy buen estado, de conservación, para realizar las analíticas.
La fauna más representativa de la cavidad, a lo largo de toda la secuencia, son los bóvidos, especialmente, las gacelas y los Alcelaphini, representado por Parmularius cf. (que es un género extinto de bóvido que existió desde el Mioceno hasta el Pleistoceno en África).
Están representadas todas las edades, desde los juveniles hasta los seniles, con un predominio de los elementos craneales y extremidades.
El rinoceronte blanco, Ceratotherium mauritanium, está representado en menor porcentaje, con individuos juveniles y seniles.
Otros mamíferos presentes, en menor cantidad, como cebras, jabalíes, camellos, elefante, Theropithecus Oswaldi (primate). 
Y, entre los carnívoros están el chacal, hienas, felino, úrsidos y algunos pequeños carnívoros.
Los restos óseos presentan marcas, de dientes de carnívoros, que se distribuyen a lo largo de los elementos de los huesos largos, de herbívoros, y en las porciones articulares.
En cuanto a las marcas de corte, se han observado un total de 37 especímenes, que consisten en marcas, a veces, aisladas y limitadas a los relieves  musculares.
Otras marcas corresponden a raspado. Los bóvidos como las gacelas, ñus y Parmularius, las cebras y el rinoceronte, también presentan marcas.
Pero lo más llamativo, de este conjunto faunístico, es que se han encontrado cuatro elementos óseos, que provienen de la parte inferior del conjunto litoestratigráfico, que presentan unas marcas realizadas por dientes humanos. Son huellas lineales y poco profundas, es decir una serie de hoyos en forma de media luna.
Un hecho peculiar de éste yacimiento es el hallazgo de restos de fauna dentro de la cavidad, ya que, normalmente, los registros  hallados en África, corresponden a yacimientos al aire libre, que datan del achelense inicial, sobre todo de la zona central de África y relacionados con megafauna, con una datación de 1.7 Ma.
En la cueva de los Rinocerontes, los homínidos llevaron a cabo actividades de subsistencia, dentro de la cavidad, como lo demuestra el estudio tafonómico del yacimiento. Éste pasó ocurrió en el N de África, hace aproximadamente 700 Ka.

Referencia:

-Daujeard, C et al., 2020: “Earliest African evidence of carcass processing and consumtion in cave at 700 ka, Casablanca, Marocco”. Nature, Vl 10, nº 4761.

Ubicación de la cavidad en la costa atlántica marroquí: RDA: Gruta de los Rinocerontes, GH: Cueva de los Hominides, SAD: Sidi Abderrhmane Quarry. Dibujos de: M Rué.

Incisivos de homínido, un segundo incisivo izquierdo. Posiblemente de un individuo joven.

Modificaciones de la superficie ósea  con marcas y fracturación.

Marcas de corte y de percusión en los restos de herbívoros.

Marcas de dientes humanos en restos de los herbívoros.




domingo, 8 de marzo de 2020

UNA ALONDRA DE 46.000 AÑOS DE EDAD DEL ÁRTICO


En el noreste de Siberia, el hielo se funde a una gran velocidad y los buscadores, de fósiles de marfilaceleran sus hallazgos.
Estos espacios del Ártico que aún tienen permafrost, están generando una gran información para reconstruir los ambientes del pleistoceno, y en estos lugares, se han recuperado en los últimos años, una gran cantidad de cadáveres de animales congelados de la última glaciación, como son los mamuts, caballos, bisontes, rinocerontes lanudos…
Cómo se recuperan sus cuerpos completos esto nos permite estudiar sus rasgos morfométricos y su ecología.
Ésta vez, le ha tocado a una hembra de alondra cornuda (Eremophila alpestris) congelada, que se encontraba en el permafrost. 
Fue descubierta, en el año 2018, a 7 metros de la superficie y en perfecto estado de conservación, a pesar de su pequeño tamaño, se ha podido realizar diferentes estudios de análisis genéticos, como es la reconstrucción de su genoma mitocondrial y su datación,  por radiocarbono, ha generado una aproximación de 44-47 Ka BP. 
El material genético ha determinado que puede ser un ancestro de las dos subespecies de alondras, que viven actualmente en el noreste de Rusia y en Mongolia.
Esta especie, normalmente, vive en hábitats abiertos, como el ambiente estepario que existía en Siberia en ese momento.
La gran importancia de este hallazgo es que es la primera vez que se encuentra un ave, casi completa, en depósitos de permafrost del pleistoceno tardío, aparte del gran valor que supone para el estudio del impacto del cambio climático en las especies, y de sus poblaciones, pero sobre todo su interés radica en que se obtiene una secuenciación completa de su ADN.

Referencia:

- N. Dussex et al, 2020: Los análisis biomoleculares revelan la edad, sexo y la identidad de especie de una carcasa de ave del Pleistoceno casi intacta. Communication Biologi, 3.

 
Las orillas del río Indigirka, cerca de donde se halló la alondra de la edad del hielo. Foto: Love Dalén

Vista ventral de la alondra recuperada en el permafrost. Se observa las patas en muy buen estado de conservación. Foto: Love Dalén

Vista dorsal del ave en perfecto estado