Cuando oímos hablar de Rusia lo
que nos evoca es la magnífica banda sonora de Maurice Jarre, en Doctor Zhivago, o bien historias de zares,
bolcheviques o simplemente una tierra inhóspita dónde nada es posible, sin
embargo, podemos contemplar un período cultural, como es el paleolítico
superior, donde la vida fluye con el Homo
sapiens, verdaderos artistas y cazadores de fauna fría.
Pero para comprender la historia
de Rusia hay que tener en cuenta dos factores en su desarrollo, uno de ellos es
su amplitud territorial, a la hora de estudiar la evolución de la sociedad
humana, y la otra es su climatología. Un clima extremadamente frío y árido que favorecía
el desarrollo de extensos glaciares, en las áreas de montaña, y de una vegetación
esteparia en los valles y llanuras.
En este ambiente Siberiano se
encontraba un asentamiento muy bien estructurado de la cultura del paleolítico.
Nos referimos al yacimiento de Zaraysk, a unos 154 km al sur de Moscú, se
viene excavando desde los años 1980-1989, por el arqueólogo ruso Trusovym.
Años más tarde, los trabajos
fueron retomados por los arqueólogos Hizri
Amirjanov y Serguei Lev, del Instituto de Arqueología de la Academia de
Ciencias de Rusia, dónde cambiaron la
metodología de trabajo e incorporaron un equipo interdisciplinario.
El nombre de Zaraysk se refiere a
una ciudad, en el centro de la misma, se encuentra un castillo del s. XVI, con
el mismo nombre. La zona donde se están llevando a cabo las excavaciones al
aire libre, se encuentra en la parte norte de la muralla de la fortaleza,
aunque gran parte de éste asentamiento, fue destruido cuado se llevaron a cabo
los trabajos de construcción del castillo y su muralla, pero aún queda una
parte de éste in situ, y se enmarca dentro de lo que se conoce como la
cultura Kostenki-Avdeevo, que podemos decir que es el gravetiense oriental.
El gravetiense es una fase
cultural de los Homo sapiens. Durante
el Paleolítico superior, se desarrollo una fase climática fría y predominaba
una fauna adaptada a éste clima, como los mamuts lanudos y los renos; abarcaba
desde las estepas euroasiáticas hasta la Península Ibérica.
Los cazadores de esta cultura, en
la región que estamos tratando, se han registrado en más de 26 sitios con
restos del paleolítico superior. Lo hacían en un ambiente de llanura periglacial,
pero contaban con animales y sílex, materias primas que les proporcionaban las
herramientas básicas para la caza y los animales para la alimentación, como
carne, huesos y pieles para la construcción de sus hogares. A pesar de que
Zaraysk se encuentra a más de 500 kms de distancia de Kostenki, se han
encontrado una serie de objetos, como las estatuillas, que sugiere unas semejanzas
culturales entre ambos asentamientos.
Hasta aquí, se desplazaron los
humanos anatómicamente modernos de la Europa del este. Se han determinado tres
oleadas de colonización en el norte de Eurasia, que comprenden desde 40-30, 24-18
y 17-1 ka BP, son poblaciones que provienen de Europa central y oriental; estas
oleadas pudieron ser rápidas, debido a la variedad de hábitats y zonas
climáticas. Para Hoffecker ésta dispersión hasta estas zonas tan alejadas y
hostiles, se pudo llevar a cabo por la innovación tecnológica.
“Zaraysk es el hábitat más septentrional
habitado por el Homo sapiens durante la última glaciación”
A lo largo de las excavaciones se
han llegado a identificar cuatro fases de ocupación diferentes, que van desde
15.600 ±300 BP hasta 23.000 ± 400 BP.
En la primera fase, cerca de las
áreas de habitación, se encontraron una serie de depósitos de almacenamiento
que contenían hojas de sílex, en su parte inferior.
En la segunda fase, la construcción
de estos depósitos era de mayores dimensiones y
parece que fueron tapados con omóplatos, marfil de mamut, y pieles.
En la tercera fase, el suelo de
habitación estaba lleno de huesos grandes que formaban parte de los restos de
construcción de la vivienda. También se encontró un depósito que estaba
completamente lleno de grandes nódulos de sílex, con un peso de 4kg cada uno,
posiblemente un acopio de material para las estaciones más duras.
Sin embargo, en la cuarta fase, perteneciente
ya a un pleistoceno tardío, los huesos de mamut se encontraban en muy mal
estado de conservación.
Dentro de la cultura material se
han descubierto miles de instrumentos líticos, como cuchillos, puntas de lanza,
raspadores, buriles, microlíticos… todos fabricados en sílex.
La abundancia de
este material les facilitaba el trabajo de talla. Se han encontrado muchos
restos de desecho, como lascas que son subproductos de la industria lítica.
Independientemente, de su riqueza
material, en estos depósitos se encontraron una serie de elementos, hasta la
fecha bastantes novedosos dentro del gravetiense, como son dos estatuillas
femeninas realizadas en marfil, un bisonte con las patas rotas y objetos
cónicos tallados a partir de colmillos de mamut; junto a acumulaciones de ocre
y tapados con omóplatos de mamut. En una costilla de mamut se grabaron tres
mamut y un pequeño hueso grabado con cruces cruzadas u oblicuas.
Las figurillas que han aparecido
son únicas en su tipología, una de ellas tiene una altura de 16,6 cms y muestra
un cuerpo femenino sin rostro, probablemente es una mujer en estado de
gestación.
La segunda no está terminada aún
y tiene una altura de 7,4cm. Ambas figurillas se encontraron una muy cerca de
la otra y se cubrieron con la escápula de un mamut, estaban enterradas en arena
fina y con ocre a su alrededor.
Un elemento importante en la vida
espiritual de estas comunidades es el ocre rojo, que se extraía del óxido de
hierro, que se encontraba en grandes cantidades en el sedimento arenoso de la
zona.
Los alrededores de todo el
perímetro de las viviendas fueron rociados con restos de ocre. También, se ha encontrado
este mineral en depósitos de almacenamiento.
Junto a estas muestras
arqueológicas se han recuperado muchos fósiles de mamíferos, de tamaño grande,
como el mamut (Mammuthus primigenius), es la especie más
abundante, con un 98% del número total.
Sus elementos más representativos
son el cráneo, mandíbulas inferiores, costillas, escápulas, colmillos y
dientes. Los huesos largos son raros y usualmente sólo se encuentran muy
fragmentados. En total han aparecidos 23 individuos adultos, 16 jóvenes y 2
infantiles.
Es un animal que está adaptado al
frío, su espesa manta de pelo y su gruesa capa de grasa le hace conservar su
calor corporal aun con temperaturas extremas. Su marfil fue muy preciado por
los humanos, que realizaban utensilios como adornos y estatuillas femeninas y
de animales, así como, para la elaboración de herramientas. Un reciente estudio ha
determinado que el marfil fue utilizado por las sociedades del pleistoceno,
para la elaboración de puntas de proyectil, por sus características de rigidez,
durabilidad y tamaño fue utilizado en la caza mayor.
Así como, gran cantidad de patas
y colmillos de zorro ártico, que probablemente se utilizaron como elemento de
adorno y para el aprovechamiento de sus pieles.
Los huesos grandes se usaban como
azadas para cavar la tierra y los pequeños se usaban para agujas y punzones.
En el año 2001, en el depósito 71,
uno de los excavados en la primera fase, con una datación de 22.000-23.000 BP,
se recuperó una estatuilla de un bisonte hecha a partir de un colmillo de
mamut. Una obra de arte del paleolítico, que lanzó a éste yacimiento entre los
registros más conocidos de Europa.
Si comparamos ésta estatuilla con
otras esculturas del arte mobiliario de Europa oriental y central, vemos que no
sólo representa una evidencia temprana de la expresión artística en el estilo
naturalista, sino un alto nivel de experiencia por parte del tallista. Dado el
tamaño de la obra y el contexto estratigráfico específico donde apareció.
Podemos suponer que la figurilla
podría haber jugado un papel importante durante las ceremonias rituales. Posiblemente,
nos encontremos con unas comunidades que estaban haciendo su transición entre
la fabricación de sus herramientas y el
arte.
Para los autores de éste trabajo,
el bisonte tiene un significado mágico. Se le da un significado espiritual, pues
podría ser utilizado como tótem en los rituales que se celebrarían antes de
salir de caza. Para ello, excavaron una fosa de 60cms de diámetro y 80 de
profundidad, en el fondo construyeron un pequeño altar donde colocaban la
estatua y después la cubrían con tierra.
Desde un punto de vista
arqueozoológico hay todavía muchas dudas por resolver, una de ellas, es que si estas comunidades de
cazadores estaban especializadas en la caza del mamut o si eran sólo cazadores ocasionales.
La gran cantidad de huesos de
mamut recuperados plantean varias hipótesis de trabajo, por un lado, si todos
los restos óseos recuperados fueron cazados; por otro determinan que cerca del
yacimiento había un cementerio de mamuts, que murieron por vejez o bien se
ahogaron en el río Don, que estaba cercano, y que en esa época sería mucho más
caudaloso. La hipótesis de que los grupos humanos iban periódicamente a estos
lugares para recoger los huesos necesarios está argumentada en el hecho de que
muchos huesos encontrados en el sitio son más antiguos que la edad de la capa
cultural donde se registra.
Otra cantidad de restos óseos
fueron quemados, parece ser que fueron utilizados como combustible, ya que en
la tundra periglacial no había mucha madera disponible para utilizarla como energía, ni tampoco existían cuevas
y abrigos donde resguardarse del frío. Tenían que construir sus cabañas con
huesos de animales.
La mayor parte de los colmillos
se utilizaron como material para la construcción de las estructuras de sus
cabañas porque tienen tamaños similares, lo que quiere decir que hubo una
selección del material, éstas eran recubiertas con pieles de reno.
A finales del año pasado (2018),
salieron a la luz una serie de hallazgos muy significativos, como una nueva
vivienda que estaba repleta de restos óseos de mamut, animales quemados, restos
de ocre y carbón.
Pero lo más curioso ha sido el hallazgo de un cráneo de
mamut con herramientas dentro; una especie de “caja de herramientas” que
guardaba dentro una punta bifacial, en forma de hoja.
Faltan respuestas a muchas
preguntas que se obtendrán a través de los estudios arqueozoológicos, tafonómicos
y de estacionalidad. Pero sin duda, el trabajo del equipo está contribuyendo a
comprender los modos de vida de las comunidades del paleolítico superior, de la
llanura rusa.
Referencia:
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Innovación y conocimiento tecnológico en el Paleolítico Superior de Eurasia del
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- Nogués-Bravo, D., Rodríguez, J., Hortal, J., Batra, P.,
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- Amirkhanov, H y Lev S., 2009: Une
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2013: Arqueología del paisaje y dispersión de humanos modernos en Europa del
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-Amirkhanov, H y Lev, S., 2015: New finds of
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- Pfeifer, S,J., Hartramph, WL.,
Kahlke, RD., Müller, F., 2019: El marfil de mamut fue la materia prima ósea
más adecuada para la producción de puntas de proyectil en el
Pleistoceno tardío. Nature, 9.
Recreación de la vida en las estepas siberianas. Foto: Oleg Yegoróv. |
Yacimiento de Zaraysk en plena excavación. Foto: Amirkhanov. |
Estatuillas femeninas. Foto: Amirkhanov. |
Bisonte de marfil. Foto: Amirkhanov. |
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