miércoles, 25 de diciembre de 2019

CUENCA Y LOS MAMUTS...


Cuenca tiene una apariencia de ciudad serena, en la que nunca acaece nada, sin embargo, en su interior guarda una riqueza hasta ahora desconocida.
En la zona de El Provencio, desde el año 2012, se está llevando a cabo un Proyecto de Investigación, dirigido por Santiago David Domínguez y Michel Muñoz, miembros de Ares y Patrimonio Cultural.
Por la zona se divisa valles, terrazas y zonas fluviales que guarda una riqueza lítica, de sílex local, tallada por los cazadores  neandertales.
En éste término municipal, se localiza una serie de terrazas fluviales, arcillas, gravas y arenas que fueron excavadas para la extracción de material para la construcción inmobiliaria y ha permitido un acceso a los perfiles de hace 80.000 años.
La industria lítica encontrada concierne al período cultural del Musteriense localizadas en estratigrafía, lo que le permite determinar las estrategias de los modos de vida, de los primeros grupos humanos de neandertales.
Se han encontrado restos de fauna del pleistoceno, que aún está por determinar, pero si han hallado restos de dientes de Mammuthus meridionalis y restos de bisonte y caballos. Un lugar que dará mucho que hablar….





domingo, 24 de noviembre de 2019

LA FIGURILLA MÁS ANTIGUA ENCONTRADA HASTA LA FECHA EN SIBERIA.


En la parte sur de Siberia, en concreto en el macizo ruso de Altái, se encuentra una cavidad de unos 270 m2  que se denomina Denísova, la cueva de San Denis, llamada así en honor a un ermitaño, que ocupó la cavidad a finales del s. XVIII.
Se encuentra cerca de la República de Kazajistán y de Mongolia, con una altitud de 750 m, sobre el nivel del mar, se encontraron los primeros vestigios paleoarqueológicos, en 1970, y en 2010 se descubrió la falange de una nueva especie humana.
Esta cueva está dando una información sorprendente, y de gran interés, tanto a nivel antropológico como arqueozoológico. 
Los estudios han desvelado ocupaciones del Pleistoceno, entre 125-30 Ka años, con una industria lítica del musteriense y de levallois.
En la capa 11 de la zona central, da una datación para los huesos de fauna, con unas fechas de 48-50 Ka.
De algunas muestras de restos óseos se han obtenido ADN mitocontrial y/o ADN nuclear. Y, se han obtenido una secuencia genética hasta ahora desconocida, que han llamado Los Dinisovanos.
Según los estudios parece ser que esta especie humana coexistió con los neandertales y los primeros homo sapiens.
Estas excavaciones están lideradas por el Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk. Han descubierto una figura realizada en marfil de mamut, de 42 mm de largo, 8 mm de grosor y 11 mm de alto. Y, representa a un león cavernario (Pantera leo spelaea), que fue realizada durante el paleolítico superior, entre 40.000 y 45.000 años.
Parece que se ha convertido en la escultura más antigua encontrada, en toda la parte norte y centro de Asia. A la figura le falta la cabeza de león, están presente las patas traseras, la ingle, espalda y vientre y adornada con una hilera de muescas y recubierta de ocres, por algunas partes.

















viernes, 8 de noviembre de 2019

LA PRIMERA TRAMPA REGISTRADA PARA CAZAR MAMUTS.


En el municipio de Tultepec, Estado de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha encontrado restos de unos catorce mamuts, con una antigüedad de 14.700 años.
El arqueólogo Luis Córdoba Barrado, del INAH, asegura que se trata de un lugar de cacería donde excavaron una serie de trampas, para apresar a estos animales, durante el Pleistoceno.
Se ha determinado que son trampas artificiales, por lo llamativo del nivel geológico, porque los estratos presentaban “cortes verticales”, lo que hace suponer que el lugar había sido acondicionado previamente. 
Se trata de dos fosas con paredes de unos 90 grados, de 1,70  metros de profundidad y 25 metros de diámetro.
Por lo que se deduce, que se trata de dos trampas artificiales que elaboraron los cazadores-recolectores, de la zona, para dar captura a los mamuts. 
En total, se han registrado 800 restos de huesos, de al menos 14 individuos, de la familia elephantidae.
Los restos óseos no estaban en conexión anatómica, se han encontrado vértebras, cráneos, costillas, mandíbulas, escápulas, húmeros, ulnas, pelvis, fémures, tibia… y además mandíbula de camellos y molares de caballos. 
Los mamuts de la zona convivían con otras especies como bisontes, caballos, camellos y aves.
Según, las prospecciones del entorno, parece que hay tres sitios próximos, con más restos, por lo que se formaría una “línea de trampa” que formaría parte de una estrategia, que permitía a los cazadores-recolectores reducir su margen de error, ante la huida o estampida de las mandas de mamuts.
Aún no se han realizado dataciones del lugar, pero los restos estaban cubiertos de una capa de cenizas debido a una gran erupción del volcán Popocatépetl, hace unos 14.700 años, lo que motivó que los animales y humanos huyeron hacia el norte de la cuenca de México.
Es la primera trampa registrada para la caza de mamuts, animales de gran tamaño, y de unas trampas de grandes dimensiones, pero ya fue hallada otra  trampa en Japón de dimensiones más reducidas, para dar caza a animales de tamaño mediano.












miércoles, 23 de octubre de 2019

SE HALLA EN CROACIA UN CARRO ROMANO TIRADO POR CABALLOS.


En octubre han sido presentado, por los arqueólogos del museo de la ciudad de Vinlovci (al oeste de Croacia) y el Instituto de Arqueología de Zagreb, los resultados de las investigaciones que han estado realizando, desde 2017, en el yacimiento de Stara Jankovci.

El hallazgo se ha producido en un montículo de tierra, con un diámetro de unos cuarenta metros y un metro de altura, se trata de una cámara funeraria donde se había celebrado un ritual funerario de una familia romana, con un status social alto.
En el túmulo se ha encontrado un carro metálico, de dos ruedas, con los restos de los dos caballos fosilizados, en conexión anatómica, todo conservado en perfecto estado.
Para los investigadores, el hecho de que la familia enterrara el carro en una de las vías más importantes del Imperio Romano, que conectaba los Apeninos con Panonia y los Balcanes y Asía Menor, era para mostrar a todos los viajeros que cruzaban por este camino su estado y riqueza.
El hallazgo ésta aún en estudio, pero a partir de las partes metálicas del carro y de los restos óseos de los caballos, se estima que la tumba data del siglo III d. C.





  

                                                              


domingo, 6 de octubre de 2019

EL MEGALITISMO EN EL ALENTEJO PORTUGUÉS



El megalitismo de la zona del Alentejo, tanto de la zona de Portugal, cómo su prolongación hacia la zona de Extremadura, es quizás una de las áreas más ricas en recintos prehistóricos de megalitos, contabilizados hasta la fecha, de toda la Península Ibérica y de Europa. Para algunos autores ésta zona es conocida con el término megalitismo atlántico, para otros, el megalitismo tiene una génesis mediterránea.

El complejo dos Almendres, en Évora, comprende el Menhir dos Almendres, entre los muchos que se encuentran por la zona. Destacamos éste por su monumentalidad y lo bien conservado e integrado que está en un bosque de alcornoques. Se trata de una enorme piedra alargada, de modo vertical, y su terminología le viene de men: piedra e hir: larga.
En su parte superior tiene grabado un báculo, en bajorrelieve.
Los menhires, digamos que, son las sepulturas más simples en su construcción. Los podemos encontrar solos o bien agrupados en hileras, y también formando parte de monumentos más complejos, como pueden ser los dólmenes o cromlechs.

Muy cerca de éste menhir, se encuentra el Crómlech dos Almendres, que está configurado como un círculo de doble anillo de bloques de piedras clavadas verticalmente en el suelo. La primera fase tiene una datación por radiocarbono de 4800 a.n.e, y, posteriormente, se le añadió una doble elipse en su parte occidental. Algunos menhires presentan marcas de figuras antropomorfas, así como, representaciones de astros. 
Este cromlech fue descubierto en 1964 y fue clasificado como propiedad de interés público, en 1974, y en 2015 fue declarado Monumento Nacional. Su paralelo más cercano es el de Guadalperal (Cáceres), que fue descubierto en 1925, y tiene una datación entre 4000 y 5000 a.n.e.

Anta Grande do Zanbujeiro es un colosal dolmen de corredor. Los dólmenes o tumbas de corredor son estructuras con forma de pasillo, creadas por la superposición de losas horizontales, y bloques verticales hincados en el suelo y cubiertos de tierra o piedras.
La cámara poligonal está compuesta por 7 ortostatos, de más de seis metros de altura, y cubierta por una gran losa. Su largo corredor  estaba precedido de un atrio, junto al que se erigía una enorme estela de granito, que actualmente se encuentra en el suelo.
Los primeros trabajos de excavación en éste dolmen fueron realizados, entre los años 1964 y 1969, por Enrique Leonor Pina.  El megalito fue vaciado, dejando muy pocas zonas intactas y pusieron al descubierto las estructuras, sin ningún tipo de protección, por lo que el dolmen ha sufrido todo tipo de destrozos.
Esta estructura en su origen se la encontraron totalmente cubierta de tierra, y su hallazgo fue debido a la extracción de bloques para la construcción.
El dolmen parece haber tenido unos momentos de utilización que corresponde a finales del IV milenio a.n.e, pero en estos primeros trabajos que se llevaron a cabo, la sepultura quedó sellada por un ortostato que se rompió hacia el interior de la cámara.
Posteriormente, Carlos Tavares da Silva y Rui Perreira llevaron a cabo una serie de excavaciones en la década de los 80 y 90, del siglo pasado, que corresponden al III milenio a.n.e y aparecieron pequeños recipientes de cerámica con oculados, puntas de flecha y placas de pizarra. También, se hallaron láminas de oro. Así como, cuentas de collar de variscita, por lo que se detecta un sistema de circulación e intercambio de una serie de productos exóticos, unidos a otros de distribución regional y suprarregional que debieron de obedecer a una serie de estrategias políticas establecidas en los territorios del suroeste peninsular.
Lo que si se puede establecer en base a los estudios realizados de los elementos de adornos, es que existió una compleja red de distribución de estos, de diferentes materias primas, en el suroeste peninsular en el III milenio a.n.e.
Podemos decir que en ésta época, estas estructuras megalíticas pertenecían a poblados civilizados, que manejaban excedentes agrícolas-ganaderos y mineros, y donde las desigualdades sociales y los nuevos esquemas religiosos y políticos, adquirieron una gran relevancia.
Todas estas estructuras megalíticas que hemos descrito, se prolongan más de dos mil años en la Península Ibérica, y la podemos considerar un movimiento cultural, social y político.
En la monumentalidad de este dolmen se puede encontrar ciertos paralelismos técnicos con los de la Península Ibérica, como el dolmen de Lácara (Extremadura), La Pastora, Soto, Romeral, Matarrubilla, Trigueros, Alberite, Menga… (Andalucía).


Referencia:

-Rui Mataloto, et al., 2012: Producción y circulación de rocas verdes y sus productos en el sw peninsular: el caso de Anta Grande do Zanbujeiro. Actas do IX Congreso Ibérico de Arqueometría. Vl. 19 Lisboa.

Mapa de Wikimedia Commons




La finca ha preparado estupendamente el acceso.



















jueves, 22 de agosto de 2019

PIONERAS EN ZOOARQUEOLOGÍA: Dorothea Bate.



Dorothea Bate

Hoy voy hablar de una mujer que ha marcado un antes y un después en la Historia de la arqueozoología, además de ser una pionera en éste campo. Merece toda nuestra admiración por su valor en conseguir un sueño.
Su vida comienza en 1878, en una pequeña población de Gales llamada Carmarthen, donde nace Dorothea Minola Alice Bate. 
Lo hace en medio de una sociedad que tras una revolución industrial, los obreros consiguieron que se aprobara el derecho a la huelga y la implantación de un sistema de sanidad pública, y donde las mujeres ocupaban parte del servicio doméstico.
Su infancia fue de lo más inquieta y extrovertida que se puede dar en una niña de su edad. Su padre le trasmitió un amor por la naturaleza, que ella desarrolló a través de la curiosidad y la observación. 
Estas cualidades fueron forjando su capacidad y admiración por los animales y las plantas. El haber nacido en un pueblo pequeño le facilitó para poderse mover por sus alrededores, y, así, dibujar todo cuanto le llamaba la atención en plena naturaleza.
Nunca llegó a cursar estudios de Ciencias Naturales, sin embargo, su hermano al ser varón sí pudo hacerlo, al igual que su hermana lo hizo de música, afición muy aceptada entre las mujeres de la época, pero ella tuvo que desarrollar sus conocimientos de forma autodidacta.
En 1898, su familia se tuvo que trasladar a Gloucestershire, una zona muy caliza donde proliferan las cuevas, y esto la llevó a interesarse por la Paleontología. Su inquietud y sus ganas por desarrollar sus conocimientos, la trasladó hasta el mismo Londres, dónde se presentó en el Museo de Historia Natural y le pidió a su director,  el Dr. Richard Sharpe, un puesto de trabajo, éste no pudo negarse tras descubrir el conocimiento que albergaba sobre taxonomía de aves, y le dio el puesto de clasificadora de aves.
A los 22 años llegó a publicar su primer artículo, en el Geological Magacine titulado: “Breve informe sobre los huesos del carbonífero de las cuevas de caliza de Wye Valley”, dónde hace un estudio de los roedores que vivieron en la cueva Merlin, que descubrió cuando vivía en Gloucestershire, en sus escapadas a la naturaleza.
Se trata de un estudio de 15 especies de mamíferos y aves del Pleistoceno. Dorothea recibía el apoyo de sus compañeros paleontólogos y le animaban a seguir investigando.
En busca de nuevos registros y fósiles se marchó a las islas Chipre, Creta y Baleares, dónde descubrió numerosos restos fósiles de especies que ya se habían extinguido, y algunos de ellos eran nuevos para la ciencia, por lo que sus descubrimientos se propagaron por todas partes.
Desde 1901 a 1911, estuvo en Creta y Chipre, dónde encontró un variado registro fósil, en las que se encontraban varias especies endémicas del lugar, entre ellas, elefantes, hipopótamos enanos, que hasta entonces no eran conocidos por la ciencia (Elephas cypriote, Elephas creticus, Hippopotamus minutus), y una serie de ciervos (Candiacervus).
En su estudio, Dorothea observó que este rango, de diferenciación de tamaño, era una constante del aislamiento de las faunas en las islas y esto influía a varios grupos de mamíferos.
Todos sus viajes y excavaciones los realizaba sola. Sólo se valía de guías locales para que la acompañaran y en algunos casos realizaran la parte más pesada de una excavación. 
Muchas intervenciones las realizó en cueva y en roca, cuando ésta era muy dura se valía de pólvora o dinamita para deshacerse de las partes complicadas, ambos métodos, eran aprobados en la época.
En sus viajes por el mediterráneo, recolectaron más de 200 especies de aves, mamíferos e insectívoros vivos. Estos animales los enviaba al museo para que formaran parte de las colecciones.
En 1909, su colega zoólogo Aschington Bullen, que estudiaba la malacología de Mallorca, le comunica que en la zona de levante, de la isla, hay una brecha osífera, con restos óseos. Cuando extrajeron los restos, se dio cuenta que se trataba de una especie y un género nuevo para la ciencia, y a la que Bate le dio el nombre de Myotragus balearicus (una especie de cabra de pequeño tamaño), además del lirón gigante de Mallorca (Hypnomys morpheus) y restos de tortugas gigantes.
El Myotragus es un animal que se extinguió unos 5.000 años a.C. Éste coincidió con la llegada a Baleares de los primeros pobladores que lo cazaron para alimentarse y luego ser domesticado.
La arqueóloga Dorothy Garrod (que hablé de ella en otro post) tuvo noticias de los descubrimientos de Bate y, en 1929, se encontraba excavando en las cuevas de Wadi el Mughare, del Monte Carmelo (Israel), y le envió su registro faunístico para que los catalogara.
A raíz de estos trabajos, empezaron a investigar conjuntamente, en varios proyectos, y encontraron restos fósiles de 54 especies diferentes, como cerdos, ciervos y gacelas, incluyendo los artiodáctilos de Dama mesopotámica y Gazella. 
Estos registros sirvieron para que Bate elaborase una tabla Dama-Gazella que, debido a sus características, fue utilizada en los trabajos de campo para determinados cambios climáticos, en los registros en cueva con hábitat.
En 1934, el departamento de Antigüedades de Palestina le pidió que llevara a cabo un estudio de fragmentos de huesos fósiles, y ella los catalogó como uno de los restos de los primeros elefantes que existieron fuera de África, el Elephas planifrons, así como rinocerontes, tortugas gigantes y el caballo primitivo Hiparión.
Bate está eufórica de alegría por estos acontecimientos, que llegaron a oídos del paleontólogo James Starkey, que solicitó estas excavaciones,  que evidentemente tenía preferencia por su diferencia de género, en la época. Bate se tuvo que resignar a ser colaboradora de Starkey y trabajar juntos. Pero a Starkey lo asesinaron cuando iba a inaugurar el Museo Palestino de Arqueología, ante la situación de inestabilidad en la zona, Bate volvió a Londres. Se avecinaba la Segunda Guerra Mundial.
Bate llevó a cabo una actividad científica bastante intensa, que tuvo que costear con su donación personal, algo muy común en la arqueología de todo el s. XX. A pesar de todo, el trabajo de investigación que realizó para la ciencia, nunca ingresó o formó parte del personal científico del museo, privilegio que sólo era atribuido a los hombres. Las mujeres lo disfrutaron a partir de 1928. Sin embargo, todo el trabajo llevado a cabo por Dorothea, sobre todo el registro encontrado en las cuevas del Mediterráneo, facilitó el camino para el campo de la Zooarqueología.
Cuando Dorothea contaba con 70 años fue nombrada directora del Museo de Historia Natural de Tring (a 50 kms de Londres). Murió en 1951.
Pero su trabajo sigue aún vivo, y en 2017 la Sociedad Cívica de Carmarthen, su lugar de nacimiento, le ha colocado una Placa Azul dedicada a su labor renovadora en el campo de la Paleontología. 
Y en 2018, la Dirección Insular de Igualdad en Mallorca descubrió un busto de Dorothea en la isla, por el hallazgo del Myotragus.
Desde principio de siglo, los estudios de la fauna de Baleares son llevadas a cabo por el Grupo de Paleontología del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), bajo la dirección del doctor Joseph Antoni Alcocer.

Referencias:

-Alcocer, J. A y Bover, P (2005): Proceedings of the Internacional Symposium “Insular vertebrate evolution: the palaeontological approach”. Monografies de la Societat d´Històrie Natural de les Baleares, 12.

-Shindler, K (2007): Un conocimiento único: la vida de la exploradora y paleontóloga Dorothea Bate (1878-1951).

-Flaquer, M (2012): Homenaje a Dorothy Bate. Capdepera.

-Emily Osterloff (2018): Dorothea Bate: a Natural History Museum pioneer.

 


Dorothea Bate en una excavación con un trabajador en Belén. Imagen MHN.

Foto del Departamento de Geología del Museo de Historia Nacional (1938). Bate está sentada a la derecha de la foto. Imagen del MHN.

Diente de elefante . Imagen MHN.

Cabeza de Myotragus Balearicus.


Busto en honor a  Dorothe Bate, en Mallorca.