El megalitismo de la zona del Alentejo, tanto de la zona de
Portugal, cómo su prolongación hacia la zona de Extremadura, es quizás una de
las áreas más ricas en recintos prehistóricos de megalitos, contabilizados
hasta la fecha, de toda la Península Ibérica y de Europa. Para algunos autores
ésta zona es conocida con el término megalitismo atlántico, para otros, el
megalitismo tiene una génesis mediterránea.
El complejo dos
Almendres, en Évora, comprende el Menhir dos Almendres, entre los
muchos que se encuentran por la zona. Destacamos éste por su monumentalidad y
lo bien conservado e integrado que está en un bosque de alcornoques. Se trata
de una enorme piedra alargada, de modo vertical, y su terminología le viene de men: piedra e hir: larga.
En su parte superior tiene grabado un báculo, en
bajorrelieve.
Los menhires, digamos que, son las sepulturas más simples en
su construcción. Los podemos encontrar solos o bien agrupados en hileras, y
también formando parte de monumentos más complejos, como pueden ser los
dólmenes o cromlechs.
Muy cerca de éste menhir, se encuentra el Crómlech dos Almendres, que está
configurado como un círculo de doble anillo de bloques de piedras clavadas
verticalmente en el suelo. La primera fase tiene una datación por radiocarbono
de 4800 a .n.e,
y, posteriormente, se le añadió una doble elipse en su parte occidental. Algunos
menhires presentan marcas de figuras antropomorfas, así como, representaciones
de astros.
Este cromlech fue descubierto en 1964 y fue clasificado como
propiedad de interés público, en 1974, y en 2015 fue declarado Monumento
Nacional. Su paralelo más cercano es el de Guadalperal (Cáceres), que fue
descubierto en 1925, y tiene una datación entre 4000 y 5000 a .n.e.
Anta Grande do Zanbujeiro es un colosal dolmen de corredor.
Los dólmenes o tumbas de corredor son estructuras con forma de pasillo, creadas
por la superposición de losas horizontales, y bloques verticales hincados en el
suelo y cubiertos de tierra o piedras.
La cámara poligonal está compuesta por 7 ortostatos, de más
de seis metros de altura, y cubierta por una gran losa. Su largo corredor estaba precedido de un atrio, junto al que se
erigía una enorme estela de granito, que actualmente se encuentra en el suelo.
Los primeros trabajos de excavación en éste dolmen fueron
realizados, entre los años 1964 y 1969,
por Enrique Leonor Pina. El megalito fue
vaciado, dejando muy pocas zonas intactas y pusieron al descubierto las
estructuras, sin ningún tipo de protección, por lo que el dolmen ha sufrido
todo tipo de destrozos.
Esta estructura en su origen se la encontraron totalmente
cubierta de tierra, y su hallazgo fue debido a la extracción de bloques para la
construcción.
El dolmen parece haber tenido unos momentos de utilización
que corresponde a finales del IV milenio a.n.e, pero en estos primeros trabajos
que se llevaron a cabo, la sepultura quedó sellada por un ortostato que se
rompió hacia el interior de la cámara.
Posteriormente, Carlos Tavares da Silva y Rui Perreira
llevaron a cabo una serie de excavaciones en la década de los 80 y 90, del
siglo pasado, que corresponden al III milenio a.n.e y aparecieron pequeños
recipientes de cerámica con oculados, puntas de flecha y placas de pizarra.
También, se hallaron láminas de oro. Así como, cuentas de collar de variscita,
por lo que se detecta un sistema de circulación e intercambio de una serie de
productos exóticos, unidos a otros de distribución regional y suprarregional
que debieron de obedecer a una serie de estrategias políticas establecidas en
los territorios del suroeste peninsular.
Lo que si se puede establecer en base a los estudios
realizados de los elementos de adornos, es que existió una compleja red de distribución
de estos, de diferentes materias primas, en el suroeste peninsular en el III
milenio a.n.e.
Podemos decir que en ésta época, estas estructuras
megalíticas pertenecían a poblados civilizados, que manejaban excedentes
agrícolas-ganaderos y mineros, y donde las desigualdades sociales y los nuevos esquemas
religiosos y políticos, adquirieron una gran relevancia.
Todas estas estructuras megalíticas que hemos descrito, se
prolongan más de dos mil años en la Península Ibérica, y la podemos considerar
un movimiento cultural, social y político.
En la monumentalidad de este dolmen se puede encontrar ciertos
paralelismos técnicos con los de la Península Ibérica, como el dolmen de Lácara
(Extremadura), La Pastora, Soto, Romeral, Matarrubilla, Trigueros, Alberite,
Menga… (Andalucía).
Referencia:
-Rui Mataloto, et al., 2012: Producción y circulación de
rocas verdes y sus productos en el sw peninsular: el caso de Anta Grande do
Zanbujeiro. Actas do IX Congreso Ibérico
de Arqueometría. Vl. 19 Lisboa.
Mapa de Wikimedia Commons |
La finca ha preparado estupendamente el acceso. |
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