sábado, 30 de octubre de 2021

EL DOLMEN DE LA GRANJA DE TORIÑUELO (Jerez de los Caballeros-Badajoz)


Interior del Dolmen. Foto: Ayto de Jerez de los Caballeros

En plena dehesa de Jerez de los Caballeros (Badajoz), se encuentra el dolmen de La Granja del Toriñuelo. Este monumento es la manifestación más representativa del megalítismo, en la comunidad extremeña, el resto de construcciones funerarias, como los menhires o crómlech, no quiere decir que no estén presentes en la zona, simplemente que no se han conservado debido a que estos terrenos han sufrido demoliciones para facilitar las labores agrícolas y ganaderas. También hay que tener en cuenta que los grandes bloques eran sometidos a explosiones para reutilizarlos para la construcción, cómo vimos que pasaba con el dolmen de Lácara y, sobre todo, a los expolios a los que han sido sometidos.

La primera documentación acreditada del dolmen, nos viene de la mano de José Ramón Mélida. Sus trabajos fueron transcendentales para la arqueología extremeña, en los primeros años del s. XX, concretamente entre 1907 y 1930, sobre todo, destacaron sus investigaciones y trabajos en la elaboración de los catálogos monumentales de Badajoz y Cáceres, no hay que olvidar los trabajos que desarrolló en Mérida y la investigación sobre el tesoro de Aliseda.

En 1914, Mélida incluyó en su catálogo el dolmen de la Granja, dónde hace una representación gráfica de un dolmen de corredor adintelado (tholoi) y cámara circular con cubierta de falsa cúpula.

De este gran monumento megalítico lo que hay que destacar es que está formado por una cámara funeraria central cubierta con falsa cúpula, un corredor adintelado largo y estrecho que permite el acceso a la entrada anterior y rematado por un promontorio tumular cubriendo a todo el conjunto y un anillo perimetral.

La cámara central estaba cubierta por una falsa cúpula, construida mediante la técnica de hiladas, realizadas con piedras de pizarras planas y rectangulares, dispuestas a hueso. El corredor está enlazado en dos tramos mediante grandes bloques de granito. Se conservan 25 ortostatos en su lado norte y 19 en su lado sur.

El túmulo llegó a cubrir todas las estructuras descritas, aunque estas estructuras han sufrido muchas alteraciones, a lo largo del tiempo, debido tanto a factores ambientales como humanos. El lugar fue reutilizado para una edificación de época romana, también por las labores agrícolas y por excavaciones sin ningún tipo de control, ni conocimientos de excavación arqueológica, por lo que las estructuras fueron muy dañadas, como abrir por la parte de arriba, estropeando de esta forma la falsa cúpula, que estaba formada por aproximación de hiladas de piedras, aun así, el monumento conserva su cámara y arranque original de la cubierta de falsa cúpula y las piedras que sirvieron de refuerzo perimetral de la construcción, así como contrafuertes circulares destinados a impedir el hundimiento del montículo.

 En el interior del sepulcro se han encontrado restos de representaciones, tanto de pinturas rojas y negras, como de grabados, repartidos por los ortostatos de la cámara y del corredor. Se conservan motivos grabados, con la técnica de incisión y piqueteado.

La temática de la pintura, encuadrada en el arte esquemático, es bastante variada como los reticulados, zigzags, círculos, grafías rectangulares y también diferentes temáticas naturalistas como los antropomorfos, cazoletas, soles…

En cuanto al ajuar hay que decir que ha sido escaso debido a los continuos expolios, como hemos comentado. Pero se han conservado huesos, cuchillos de sílex, un hacha de piedra y cristal de roca. A la entrada del corredor se encontró la estela antropomorfa, que fue depositada en el patio de la finca, y fue encontrada por Georg Leisner (1934) que la publicó en una revista que, en aquella fecha, dirigía Hugo Obermaier, y gracias a la influencia de éste fue donada al Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Y una fíbula de codo en bronce, de época del Bronce Final, y materiales de cerámica romana, originarios de la reutilización constructiva del monumento.

La función de este monumento funerario megalítico es de tumba colectiva, donde posiblemente se enterraban a los difuntos de los poblados calcolíticos vecinos, con un ajuar muy modesto. Para su construcción, se requería la participación de un gran número de personas, durante un tiempo, debido a que era necesario transportar, las pesadas losas y ortostatos, desde la cantera de extracción hasta el lugar donde se iba a construir el dolmen.

La última campaña de restauración integral finalizó en 1995, y fue supervisada por M.J. Carraco. La restauración fue dirigida por Carmen Cienfuegos, y ha constituido una obra de considerables proporciones con la restitución de la falsa cúpula y un armazón de hormigón sobre el corredor para permitir el acceso a través del mismo. También, se han instalado cartelería para las visitas. En 2019, el domen fue declarado como Bien de Interés Cultural con la categoría y denominación de zona arqueológica del Monumento Nacional Sepulcro Megalítico de la Granja del Toriñuelo.

Referencias:

-          Mélida, J.R. 1925: Catálogo monumental de España. Provincia de Badajoz (1907-1910). Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.

-          Carrasco M.J. 2000: “El sepulcro megalítico de La Granja del Toriñuelo. Jerez de los Caballeros (Badajoz). El Megalitismo en Extremadura. Extremadura Arqueológica VIII. Mérida.

-          BOE, núm.106, de 3 de mayo de 2019. Comunidad Autónoma de Extremadura.









lunes, 18 de octubre de 2021

MUSEO ARQUEOLÓGICO DE HUESCA

Huesca es una ciudad, aparentemente, tranquila que conserva un rico casco histórico, repleto de edificios de diferentes estilos arquitectónicos. Muy cerca del Ayuntamiento se encuentra el museo.

Actualmente, el Museo Arqueológico lo configuran dos edificios que resaltan por su gran interés histórico.  El edificio principal, que en su momento fue la sede de la Universidad Sertoriana (fundada en el s. XIV), consta de ocho salas de exposición permanente. Nosotros nos centraremos principalmente en las cuatro primeras, que son las que están dedicadas a la arqueología. Este edificio tiene un bonito patio central porticado que va dando acceso a las diferentes salas. Adyacente a este edificio principal, está el palacio-residencia de los reyes de Aragón, de arquitectura civil románica del s. XII y se utiliza para las exposiciones temporales y como centro cultural.

Las primeras salas son las que abarcan desde el paleolítico al mundo romano, y la cuarta al mundo medieval. El resto de las estancias están dedicadas a Bellas Artes, y recogen pinturas y esculturas que engloban desde los siglos XII hasta el XX, con tablas y retablos de pinturas góticas, con algunas obras de pintores como Francisco de Goya y Ramón Acín.

Las primeras vitrinas muestran restos de fauna del pleistoceno, complementados por una serie de paneles muy claros donde se representan tanto la fauna, flora y tecnología lítica que van apareciendo en cada uno de los periodos culturales.

Cuenta también con una buena colección de cerámicas de diferentes tipologías y periodos. Las reproducciones ocupan un lugar destacado dentro del espacio, hay que agradecer su perspectiva expositiva que es totalmente pedagógica.

Sólo decir, que es un museo que te sorprende gratamente porque no te lo esperas de una ciudad que tiene poca proyección social, quizás porque las administraciones se han volcado en destacar su rico legado románico, la naturaleza, los deportes de invierno… olvidando otros períodos como el prehistórico con una fuerte cultura material, presente en la provincia.

Felicitar a todas las personas que han contribuido y trabajado en poner en valor este proyecto museístico, por la labor desarrollada, ya que han conseguido un museo didáctico, actual y acorde a todos los niveles de público. Si pasáis por esta apacible y tranquila ciudad, no dejéis de visitar este interesante punto de conocimiento.












miércoles, 6 de octubre de 2021

LA CUEVA DE CONTREBANDIERS (Marruecos): aparecen herramientas para trabajar el cuero y la piel.

Uno de los sitios prehistóricos, que está dando buenos registros, es la cueva de los Contrebandiers que se encuentra en la costa atlántica de Marruecos.

Esta cavidad fue descubierta en el año 1950, del siglo pasado, por el abad Jean Roche, que organizó la primera excavación en 1955 con un inventario rico en herramientas líticas, restos de fauna, evidencias de uso de fuego y restos de Homo sapiens moderno temprano.

La cueva se formó sobre la antigua piedra arenisca de la costa y su configuración se remonta a hace unos 120.000 años. Una vez que el mar se retiró, progresivamente, se fue rellenando de sedimentos, en los que se fueron depositando los excedentes de las diferentes culturas que pasaron por allí, como el musteriense en sus capas más inferiores, seguida del ateriense, el iberomauritano y el neolítico en sus capas superiores.

En 2007, se retomaron las excavaciones con métodos modernos, y están al cargo el Museo de la Universidad de Pensilvania (MPM) y Institut Nacionale des Sciences de L´Archéologie et du Patrimoine (INSAP); al frente del grupo de investigación se encuentran Harold Dibble y Mohamed Abdeljalil El Hajraoul.

En 2013 fue noticia por el hallazgo de un individuo infantil, con una datación de 108.000 años; un hallazgo más a las escasas muestras de Homo sapiens en ésta época, en el continente africano, que nos viene a determinar que no sólo es el sur de África el origen de los humanos modernos, sino que están aflorando otros lugares donde éstos grupos nos muestran una evolución a un comportamiento y anatomía moderna.

En este mes de septiembre esta cueva ha vuelto a ser noticia, porque un equipo de investigadores, formados por Emily Hallett, de la Universidad de Arizona y el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Alemania, han descubierto una serie de herramientas de hueso de hace 120.000 años, que seguramente se utilizaron para trabajar la piel y el cuero.

La presencia de herramientas de hueso para trabajar la ropa, es un tema aún complejo en los registros arqueológicos. El vestido es un elemento que aparece entre los grupos humanos ante la necesidad de protegerse, de las adversidades climáticas, sobre todo en la era glaciar. Es difícil determinar en qué momento éstos empezaron a utilizar ropa, dado que las primeras prendas, para cubrirse del frío, estaban elaboradas a partir de materiales de rápida descomposición, como pieles y materiales orgánicos, que son productos pasajeros y muy difícil de conservar. Por eso, los inicios de la ropa, se conoce muy poco, pero es evidente que fueron utilizadas por nuestros antepasados, tanto por neandertales como sapiens que vivían en ambientes templados y fríos. Pero sí, se puede determinar de forma indirecta, por la presencia de herramientas para preparar esas vestimentas. Este estudio ha sido publicado en la revista iScience y va arrojando luz a este tipo de hechos, que nos avanzan información sobre las mejoras en la evolución cultural y cognitiva de nuestros antepasados, y como se ha ido desarrollando la vida a lo largo del pleistoceno.

Este hallazgo viene dado por la presencia de una serie de herramientas realizadas de hueso, y han servido como alisadores para quitar todos los restos que quedan del tejido conectivo, es decir, los restos de diferentes tejidos que quedan al separar la piel de la masa muscular del animal.

En unos niveles que tienen una datación que abarca desde 120.000 a 90.000 años, se han encontrado un total de 62 herramientas óseas. Para su realización se han utilizado varias técnicas de trabajo como el raspado, el pulido y la talla con una piedra. Entre las diferentes formas que adquieren las herramientas, se incluyen las espátulas, éstas herramientas son excelentes para quitar todas las impurezas del cuero y la piel durante el proceso del curtido de las mismas, debido a que no se perforan ni se dañan.

Pero estos no son los únicos registros de alisadores que tenemos. En Europa fueron descubierto restos en dos yacimientos cercanos  entre sí, del suroeste de Francia, el Abri Peyrony y Pech-de-L´Azé, que fueron ocupados por neandertales, sin ninguna evidencia de ocupaciones posteriores de humanos modernos. En estos yacimientos aparecieron herramientas de hueso que fueron utilizadas como alisadores en el curtido de pieles con una antigüedad de 50.000 años (ver entrada en este blog). También hay que resaltar los trabajos realizados en la cornisa cantábrica por Millán Mozote, en la utilización del hueso como herramienta de trabajo de la piel, asociado a los neandertales.

Del estudio zooarqueológico se han identificado restos esqueléticos de zorro, chacal y gato montés; todos ellos presentan marcas de corte en los fragmentos de radio, cúbito, tibia y mandíbula, producidas en el proceso de desollado del animal. Estos carnívoros han sido cazados para el aprovechamiento de sus pieles, pero no los aprovechaban como alimento. Las pieles han sido trabajadas para confeccionar ropas de abrigo.

Sin embargo, los bóvidos fueron procesados para el consumo de carne, debido a que las distribuciones de las marcas de corte se encuentran en los ejes medios y proximales, de todos los huesos largos.

También es muy llamativo la presencia de un diente de ballena, que manifiesta evidencias de haber sido utilizado para tallar piedras, lo que la sitúa en un hallazgo relevante hasta la fecha, ya que no ha aparecido anteriormente ninguna igual.

Los hallazgos de la cueva de los Contrebandier son excepcionales, porque nos muestran como los humanos van perfeccionando su técnica de trabajo para convertir pieles de animales en cuero suave y flexible, cada vez con un tacto más suave, y además elaborar a partir de estas pieles otros productos, como bolsas para guardar utensilios, fabricar cortavientos y otros productos obtenidos del cuero, utilizados en el atavío. Considero que el hallazgo de estas herramientas, nos determinan un paso más en la evolución de los grupos humanos, como es la utilización de nuevas tecnologías en el trabajo de la piel.


Referencias:

-         - Millán Mozote Helguera, 2012: “El hueso como materia prima: el utillaje óseo del final del musteriense en el sector central del norte de la Península Ibérica”. Universidad de Cantabria.

            -  Neandertals made the first specialized bone tools in Europe.

        -  Emily Y. Halleff et al., 2021: “A worked bone assemblage from 120.000-90.000 year old deposits at Contrebandiers Cave Atlantic Coast, Morocco”. iScience 102988.



Cueva de Contrebandiers (Marruecos)

Selección de herramientas, mandíbula de gacela y fragmento de cráneo y mandíbula humana. Foto: Proyecto  de la cueva Contrebandiers. 

Espátulas para trabajar piel y cuero hechas con costillas de bóvidos. Foto: Proyecto  de la cueva Contrebandiers.

Diente de cetáceo hallado en la cueva. Foto: Proyecto  de la cueva Contrebandiers.



A la izquierda, tibia de zorro. A la derecha, mandíbula de zorro. Abajo, los huesos vistos al microscopio. Foto: Proyecto de la cueva de ontrebandiers.


Diferentes tipos de espátulas. Foto: P de la C. Contrebandiers.

Dibujos de zorros y gato montés. En las mandíbulas es donde se han encontrado las marcas de corte. Ilustración de JacopoNiccolo Cercasoni.