domingo, 24 de noviembre de 2019

LA FIGURILLA MÁS ANTIGUA ENCONTRADA HASTA LA FECHA EN SIBERIA.


En la parte sur de Siberia, en concreto en el macizo ruso de Altái, se encuentra una cavidad de unos 270 m2  que se denomina Denísova, la cueva de San Denis, llamada así en honor a un ermitaño, que ocupó la cavidad a finales del s. XVIII.
Se encuentra cerca de la República de Kazajistán y de Mongolia, con una altitud de 750 m, sobre el nivel del mar, se encontraron los primeros vestigios paleoarqueológicos, en 1970, y en 2010 se descubrió la falange de una nueva especie humana.
Esta cueva está dando una información sorprendente, y de gran interés, tanto a nivel antropológico como arqueozoológico. 
Los estudios han desvelado ocupaciones del Pleistoceno, entre 125-30 Ka años, con una industria lítica del musteriense y de levallois.
En la capa 11 de la zona central, da una datación para los huesos de fauna, con unas fechas de 48-50 Ka.
De algunas muestras de restos óseos se han obtenido ADN mitocontrial y/o ADN nuclear. Y, se han obtenido una secuencia genética hasta ahora desconocida, que han llamado Los Dinisovanos.
Según los estudios parece ser que esta especie humana coexistió con los neandertales y los primeros homo sapiens.
Estas excavaciones están lideradas por el Instituto de Arqueología y Etnografía de Novosibirsk. Han descubierto una figura realizada en marfil de mamut, de 42 mm de largo, 8 mm de grosor y 11 mm de alto. Y, representa a un león cavernario (Pantera leo spelaea), que fue realizada durante el paleolítico superior, entre 40.000 y 45.000 años.
Parece que se ha convertido en la escultura más antigua encontrada, en toda la parte norte y centro de Asia. A la figura le falta la cabeza de león, están presente las patas traseras, la ingle, espalda y vientre y adornada con una hilera de muescas y recubierta de ocres, por algunas partes.

















viernes, 8 de noviembre de 2019

LA PRIMERA TRAMPA REGISTRADA PARA CAZAR MAMUTS.


En el municipio de Tultepec, Estado de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha encontrado restos de unos catorce mamuts, con una antigüedad de 14.700 años.
El arqueólogo Luis Córdoba Barrado, del INAH, asegura que se trata de un lugar de cacería donde excavaron una serie de trampas, para apresar a estos animales, durante el Pleistoceno.
Se ha determinado que son trampas artificiales, por lo llamativo del nivel geológico, porque los estratos presentaban “cortes verticales”, lo que hace suponer que el lugar había sido acondicionado previamente. 
Se trata de dos fosas con paredes de unos 90 grados, de 1,70  metros de profundidad y 25 metros de diámetro.
Por lo que se deduce, que se trata de dos trampas artificiales que elaboraron los cazadores-recolectores, de la zona, para dar captura a los mamuts. 
En total, se han registrado 800 restos de huesos, de al menos 14 individuos, de la familia elephantidae.
Los restos óseos no estaban en conexión anatómica, se han encontrado vértebras, cráneos, costillas, mandíbulas, escápulas, húmeros, ulnas, pelvis, fémures, tibia… y además mandíbula de camellos y molares de caballos. 
Los mamuts de la zona convivían con otras especies como bisontes, caballos, camellos y aves.
Según, las prospecciones del entorno, parece que hay tres sitios próximos, con más restos, por lo que se formaría una “línea de trampa” que formaría parte de una estrategia, que permitía a los cazadores-recolectores reducir su margen de error, ante la huida o estampida de las mandas de mamuts.
Aún no se han realizado dataciones del lugar, pero los restos estaban cubiertos de una capa de cenizas debido a una gran erupción del volcán Popocatépetl, hace unos 14.700 años, lo que motivó que los animales y humanos huyeron hacia el norte de la cuenca de México.
Es la primera trampa registrada para la caza de mamuts, animales de gran tamaño, y de unas trampas de grandes dimensiones, pero ya fue hallada otra  trampa en Japón de dimensiones más reducidas, para dar caza a animales de tamaño mediano.