Segóbriga es, quizás, una de
las ciudades romanas mejor conservadas del occidente, del Imperio Romano, y el
conjunto arqueológico más importante de Castilla – La Mancha. Ésta ciudad, como tantas otras ciudades
romanas, desarrolló un ambicioso programa urbanístico, cuyo resultado podemos
contemplar en las ruinas que hoy constituyen uno de los mayores conjuntos
arqueológicos del interior de Hispania.
Es muy poco lo que se sabe
de la población originaria, sólo que, fue un castro celtibérico, pero tras la
conquista romana, a inicios del s. II a. C, se convirtió en un oppidum o ciudad celtibérica. En la época
de Augusto, dejó de ser una ciudad estipendiaria, que pagaba tributo a Roma y
la convirtió en un municipium, es
decir, ciudad romana habitada por ciudadanos romanos y regidos con sus leyes u
ordenanzas.
Para ello, se planificó un
ambicioso programa urbanístico fechado, a partir de Augusto, y finalizado entes
de s. I d.C. Todo ello, costeado por las élites dirigentes y encaminadas a
convertir una pobre población celtibérica en una espléndida ciudad, cuyos
monumentos eran imagen de la fuerza civilizadora de Roma y, de la riqueza y, el
poder de sus dirigentes, encargados de costearlo.
La ciudad se convirtió en un
cruce de comunicaciones y centro minero de yeso traslúcido, utilizado para
cerrar ventanas. Ésta explotación minera, le dio un auge económico que la elevó
a una de las ciudades más importantes y que brillaba por sí misma, con una
serie de construcciones monumentales como: anfiteatro, teatro, muralla y puerta
principal, Criptopótico del foro y de la curia, termas del teatro y gimnasio,
el foro, la basílica, el templo de culto imperial y las termas monumentales.
En el s.IV, ya se abandonan
sus principales monumentos, como el anfiteatro y el teatro, prueba de su
decadencia económica y de su progresiva conversión en un centro rural.
En época visigoda, a partir
del IV, de estos años se conserva una gran basílica y la extensa necrópolis que
la rodea, pero la vida urbana se fue
debilitando poco a poco.
En la época islámica, la
élite de gobernantes huiría a los reinos cristianos del norte, y en estos
momentos se construyó una fortificación árabe, sobre la antigua acrópolis. Y
tras, la Reconquista, la población se desplazó a lo que es el actual pueblo de
Saelices.
CENTRO DE INTERPRETACIÓN
Segóbriga cuenta con un
moderno Centro de Interpretación, de nueva planta, situado a la entrada del
Parque, desde donde se inicia la visita al yacimiento arqueológico. Cuenta con
una Sala de Audiovisuales, en el que se proyecta un documental de 10 minutos de
duración. En su interior se encuentra la Sala de Exposiciones, en la que
siguiendo un breve recorrido podemos conocer los aspectos más importantes de esta
antigua ciudad: su sociedad, su economía minera, los principales monumentos, la
vida diaria y la religión. Todo ello, es posible, gracias a la selección de los
hallazgos arqueológicos que allí se encuentran, procedentes de las excavaciones
realizadas en la ciudad.
El visitante, en su
recorrido por el yacimiento, cuenta con una ruta señalizada que permite seguir
el itinerario, sin problemas. Los monumentos visitables, de la ciudad, cuentan con
sus correspondientes paneles explicativos, que contienen un pequeño texto, en él,
se describe el edificio, una imagen que lo identifica y un plano de situación
dentro de la ciudad. La visita a este yacimiento te hace disfrutar de un
hermoso paseo por los restos arqueológicos y al mismo tiempo admirar un paisaje
de gran belleza, cuya conservación y cesión al futuro es una tarea colectiva, que también le corresponde al visitante. El ciudadano, no sólo tiene el derecho
de visitarlo y disfrutar de sus instalaciones, ya que ha contribuido a sufragar
parte de los gastos con sus impuestos, sino que, tiene el deber de respetarlo y
contribuir a su buen mantenimiento y limpieza. El Patrimonio es de todos y a
todos nos corresponde cuidarlo.