domingo, 22 de diciembre de 2013

MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ESPERA (MAE)


Para conocer nuestro rico patrimonio no es necesario desplazarse muy lejos, ni tampoco, tenemos que buscar grandes espacios, sino que, en pequeños pueblos de nuestra geografía se guardan pequeños tesoros. Este es el caso de Espera (Cádiz), una población situada al norte de la provincia de Cádiz, que guarda un rico legado de época íbera y romana, en sus dos yacimientos más representativos Carissa Aurelia y Esperilla.
La historia de este museo empezó a gestarse en el año 2001, promovida por la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, a través del programa Arqueosierra II, se inició con una subvención de los fondos europeos (FEDER). 
El ayuntamiento decide poner en valor una pequeña colección de esculturas zoomorfas, que tenían depositadas en la que era, en aquella época, la Casa de la Cultura, una casa-palacio del siglo XVIII, de doble planta, y albergaba en su planta superior la Biblioteca Municipal, y en su planta baja la dedicaban a exposiciones temporales.
Los gestores del proyecto decidieron ubicar en estas instalaciones, lo que sería una exposición permanente, debido a la riqueza de las piezas. 
Una primera actuación, de este proyecto, se centró en la preparación y acondicionamiento de la planta baja, a lo que se llamaría “Exposición Permanente Mundo Funerario Íbero-romano”, que quedaría inaugurada y abierta al público, en 2001.
La segunda fase del proyecto Arqueosierra III, en 2003, vino a mejorar y ampliar algunos de los servicios del centro. Y, en 2006, vino el empuje definitivo de lo que es hoy día, el Museo Arqueológico de Espera (MAE). 
En este año, el proyecto europeo Cultur Cad, junto con la Diputación Provincial, Junta de Andalucía, Mancomunidad de la Sierra y el propio Ayuntamiento, de Espera, tenían como objetivo la reactivación económica de algunos municipios de la sierra de Cádiz, a través de actividades culturales que fuesen generadoras de empleo. 
De esta forma se rehabilitó ya todo el edificio, de lo que sería el museo, para ello se amplió la colección, a través de las donaciones de los vecinos, y se preparó lo que sería el proyecto museístico y museológico de Espera. 
Donde hay que destacar la distribución del material, montaje de vitrinas, diseño y colorido de las salas tienen un aspecto moderno y actual, de un museo del s. XXI.
El museo dispone de una pequeña colección de figuras zoomorfas (esculturas que tienen forma o apariencia de animal), entre las que destacan una serie de leones, ciervo y verraco.
La primera sala que visitamos nos encontramos con lo que podíamos denominar la sala de los leones, con cinco figuras de leones, ciervo, verraco y escultura de un guerrero y una dama  (s. IV. al II. a. d. C).
Dentro de la plástica zoomorfa del arte íbero estas figuras solían tener un significado protector, en  los monumentos  funerarios, y casi siempre los grandes felinos se representaban sentados y enseñando su dentadura. 
Esta iconografía la vemos en los leones de Esperilla, que tienen una posición en reposo, echados o arrodillados que nos sugieren un fin decorativo, bien en las tumbas, en las entradas a sus templos o en las grandes mansiones. 
Dependiendo de la época, sobre todo a partir del s. IV a. d. C, la plástica de las figuras van cambiando, al producirse un cambio en la ideología de la aristocracia íbera, donde van predominando determinados símbolos de poder y jerarquía,  como puede ser en los leones, donde se van generalizando en otros contextos que no son los típicos funerarios, como ocurre con los felinos que son figuras que aparecen en otras zonas, donde no aparecen las necrópolis. 
Sin embargo, en el yacimiento de Esperilla, donde han aparecido estas figuras la aristocracia de la época debió de tener cierta relevancia debido a que se trata de enterramientos, que debieron tener una monumentalidad y riqueza en sus ajuares, ya que se han encontrado esculturas zoomorfas, cerámicas, vasijas de vidrío, ungüentarios, etc... 
Normalmente, las esculturas animalísticas de la cultura íbera suelen estar representadas por  animales mitológicos, escenas de caza, figuras de animales o bien,  grupo de animales en lucha.
En el conjunto de Esperilla hay una figura que está catalogada como verraco, estas son esculturas que representan bien a toros, cerdos o jabalíes y suelen ser típicas de zonas celtas, en el mundo íbero se representa a animales como leones, toros, felinos, caballos, etc. 
Este verraco se trata de una escultura tallada, en piedra local (normalmente en arenisca o caliza),  que representa a un verraco echado, la talla no está completa y se observa algunos desperfectos pero las patas traseras y delanteras están muy bien conservadas, destacan sobre todo sus terminaciones delanteras donde el artista ha diferenciado bien como una especie de dos dedos (revestido de pezuñas). La posición del animal se encuentra como he dicho en actitud sedente, sobre las cuatro patas y la cabeza en medio, aunque ésta posición es más propia de los leones cuando se encuentran en reposo, sin embargo, el jabalí, así como, demás ungulados cuando se echan, las patas la suelen doblar hacía atrás.
Todas estas figuras se encuentran rodeadas de vitrinas, que nos enseñan el pasado de Espera, que se remonta a época del neolítico, y nos conduce hasta época medieval, aunque la mayor aportación de material es de la ciudad romana de Carissa Aurelia; donde nos muestra un conjunto cerámico del s. III al I a. d. C y urnas funerarias.
La segunda planta, del museo, se dedica a la vida cotidiana de la época romana, de materiales procedentes tanto de Carissa Aurelia y Esperilla, donde se exponen una colección de monedas, objetos de cocina y elementos arquitectónicos. 
Todo el museo se encuentra bien ataviado, con paneles explicativos, donde el visitante puede ir haciendo un recorrido por la historia de las diferentes culturas, de esta localidad. Y, a pesar del espacio, el MAE, cuenta con salas de medios audiovisuales, laboratorio y biblioteca.
Desde este espacio, quiero felicitar a la directora del MAE, la arqueóloga Pepa Lozano, por la gestión realizada y su tesón en qué este proyecto saliera adelante, sobre todo, por la buena difusión, que le está dando al patrimonio local. 
Al Ayuntamiento de Espera, que a pesar de ser una población pequeña y con pocos recursos, destinados al ámbito cultural, ha sabido apostar por su patrimonio y ha sabido rodearse de profesionales del sector, para que el MAE llegue a estar en la red de rutas turísticas del Cádiz romano, y  sea cada vez más conocido, por los especialistas y por el público en general. 
Sólo, decir que sería conveniente que todas las administraciones se pusiesen de acuerdo y se pudiese llevar a cabo excavaciones arqueológicas, en estos dos yacimientos tan emblemáticos como es Carissa Aurelia y Esperilla, donde el mundo íbero, con poca presencia arqueológica en la provincia, se funde con el mundo romano. 
Sería una interesante apuesta para conocer el proceso Histórico de la zona. También quiero hacer hincapié en las demás administraciones, como el Museo Arqueológico de Cádiz y de Sevilla, para que donen las piezas de esculturas de leones que poseen, en sus fondos, para que ésta colección no esté dispersa, ya que, el MAE de Espera dispone de espacio para albergar y custodiar éste material. Considero el Patrimonio Arqueológico una herencia común de toda la humanidad, y debe conservarse y preservarse en su lugar de origen.







Directora del MAE: Pepa Lozano


RECUPERACIÓN DE RESTOS DE FAUNA GLACIAR Y DESTRUCCIÓN DE LA CUEVA DE JOU PUERTA (Llanes - Asturias)

La cueva de Jou Puerta se localizaba en la zona de Vidiago (digo se localizaba porque ya no existe), cerca de la localidad de Puertas, hasta abril del 2011 que fue descubierta, se encontraba en un lugar virgen para el ser humano, sólo unas cuantas personas aficionadas a la espeleología y a la naturaleza conocían su ubicación. Pero debido a la construcción de la autovía del Cantábrico se realizó  una voladura en la zona y la cavidad quedó al descubierto.
La empresa adjudicataria de la realización de las obras pusieron en conocimiento de la administración el hallazgo y la Consejería de Cultura envió a un equipo de técnicos para su valoración y determinaron que ésta carecía de interés, tanto desde el punto cultural, como paleontológico. 
De esta forma la Comisión Ejecutiva de Patrimonio, del gobierno de José María Zapatero, optaron por la vía rápida de no parar las obras y sólo dieron un mes de plazo para realizar una excavación de urgencia y extraer los restos óseos que aparecieron, obviando por completo todo el registro geológico de formación de estalactitas y estalagmitas, que configuraban la cavidad. Ante la noticia de que las obras no se desviarían de su trayectoria, para preservar este Patrimonio, los vecinos del lugar y demás visitantes de la zona hicieron acopio de las estalactitas y estalagmitas para llevárselas como recuerdo.
A pesar de las denuncias de la Agrupación de amigos y vecinos de Llanes (AVALL), para la preservación de este Patrimonio, la cavidad fue totalmente destruida, y hoy día permanece sepultada bajo el asfalto de la Autovía, en el tramo de Pendueles – Llanes.
¿Qué ha pasado con la conservación del Patrimonio Geológico de la cueva? Sólo os dejaré un dato, por cada 3 cm de estalactita se necesitan unos 5.000 años para su formación.
Bueno, pasando a la segunda parte del contenido de la cavidad, los trabajos de excavación se llevaron a cabo en el mes de junio de 2011, por el paleontólogo Diego Álvarez-Lao, de la Universidad de Oviedo. 
Los resultados del estudio han dado como desenlace un trabajo muy interesante que se ha publicado, recientemente, en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatimatology, Palaeoecology (PALAEO).
En este estudio de la cueva de Jou Puerta se documenta un registro de 10 especies distintas de mamíferos, con especies de clima frío como Coelondonta antiquitatis  y Mammuthus primigenius; y especies de climas más templados como el ciervo común, ciervo gigante o megaloceros, corzo, rebeco, cabra pirenaica, jabalí y caballo.
Según las analíticas del estudio, la cronología de los fósiles oscilan entre 36,6-30,2 Cal Ka BP, correspondiente a MIS 3, con unas oscilaciones climáticas de frío extremo a unas condiciones más templadas del Pleistoceno.
El hecho de que el conjunto óseo se encuentre en muy buen estado de conservación, sin ninguna presencia de alteraciones antrópicas, es debido a que la cueva ejerció de trampa natural para estos animales. Los animales se despeñaban por una dolina, que comunicaba con la cavidad, sin ninguna posibilidad de salida debido a la altura quedando atrapados en la caverna, después ésta quedó cerrada por una cobertura de derrumbes.
El conjunto faunístico, de Jou Puerta, está formado por un total de 34 animales, pertenecientes a diez especies diferentes, de los 34 individuos recuperados, 33 pertenecen a  herbívoros y un sólo ejemplar de carnívoro (leopardo).
Dentro del registro paleontológico se encuentran una cría de mamut lanudo (Mammuthus primigenius), con presencia de restos de molares y defensa; y  tres individuos de rinoceronte lanudo (Coleodonta antiquitatis) dos juveniles y un senil, de esta especie, si se ha podido recuperar bastante partes de su carcasa;  que configuran entre los tres un total de 105 restos óseos entre vértebras, pelvis, dientes aislados, mandíbula, extremidades, etc., el mayor número de restos encontrado de esta especie en la península hasta la fecha.
Entre los herbívoros recuperados está el ciervo, que es el más representativo, pero quizás por la poca presencia en la península, el megaloceros o ciervo gigante (Megaloceros giganteus) sea la especie más llamativa del yacimiento, el tamaño de la envergadura de sus astas alcanzan los tres metros y medio, y cada una medía en torno a un metro ochenta, desde la base hasta el extremo, su altura ronda los dos metros.
Lo que hay que destacar de este estudio es la presencia en el registro de dos tipos de fauna; una típica de climas fríos y otra de climas más templados.
El autor determina que durante las glaciaciones que se produjeron durante el Pleistoceno en toda Europa, las poblaciones de algunas especies como el rinoceronte lanudo, el mamut lanudo y el reno se vieron obligadas a emigrar hacia el sur en busca de pastos. 
En la Península tuvieron que convivir con especies de climas templados como el ciervo, corzos y jabalíes.
Para este trabajo, los autores han realizados estudios de comparación con yacimientos de Europa continental y las islas británicas y también compararon las dataciones de los restos del registro referentes a los especies de clima frío, con la escala de isótopos de oxígeno obtenida en los hielos de Groenlandia. Y han cotejado que la presencia del mamut, rinoceronte lanudo y reno en la Península Ibérica coincide con los momentos de máximo frío del Pleistoceno Superior.



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Restos óseos de Cervus elaphus, Capreolus capreolus, Megaloceros giganteus.
Foto de Diego j. Álvarez-Lao

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Restos óseos de Bovini, Rupicapara pyrenaica, Capra pyrenaica, Equus ferus,
Mammuthus primigenius. Foto de Diego j. Álvarez-Lao

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Restos óseos de Caleodonta antiquitatis. Foto de Diego j. Álvarez-Lao


 Referencia: Diego J. Álvarez- Lao (2014): " The Jou Puerta cave (Asturias, NW Spain): A MIS 3 large mammal assemblage with mixture of cold and temperate relements".  PALAEO. Vol.393. 

Álvarez- Lao D.J, García N (2012): "Comparative revision of the Iberian woolly mammoth (Mammuthus primigenius) record into a European context". Quaternary Science  Reviews 32.    

                      

martes, 3 de diciembre de 2013

EL ARTE RUPESTRE DE SIEGA VERDE


El complejo arqueológico de Siega Verde se extiende a lo largo de los municipios de Villar de Argañan, Villar de la Yegua y Martín Viejo (Salamanca). Este conjunto de arte rupestre fue descubierto en 1988 por Ángel Hervalejo, pastor por aquella fecha, que puso el hallazgo en conocimiento  de Manuel Santoja y Rosario Pérez que estaban realizando unas prospecciones arqueológicas para la elaboración del inventario  para el Museo Arqueológico de Salamanca.
Dada la importancia el hallazgo se hizo cargo de su estudio un equipo de la Universidad de Alcalá de Henares dirigido por Rodrigo Balbín, Javier Alcolea y Primitiva Bueno, han realizado trabajos de investigación, entre 1991 y 1995.
El descubrimiento de  este conjunto de arte rupestre vino a cambiar el conocimiento que se tenía en la época del arte paleolítico, que se elaboraba casi exclusivamente en cueva, sin embargo, aquí, se produjo el hallazgo más extraordinario del arte paleolítico realizado al aire libre en la Península Ibérica, tanto por la cantidad de grabados, como por, su calidad, por ello, fue declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2010, dentro del Patrimonio Mundial, que configura lo que forma el Vale do Còa, en Portugal.
La estación de arte rupestre del Vale do Côa, se localiza a unos 50 Km del noroeste de Siega Verde, en un empotrado valle del río Côa, en su recorrido hacia el Duero. Este conjunto se descubrió en 1991, pero no fue hasta 1994 cuando se dio a conocer, con motivo del proyecto de construcción de un embalse en este lugar. Se documentaron numerosos grabados y pinturas rupestres de cronologías y temáticas muy variadas. Muchas de estos grabados tienen motivos animalísticos muy similares con los de Siega Verde, por lo que posiblemente se trate de las mismas comunidades de cazadores-recolectores que realizaban un control del territorio para el  avistamiento de la fauna, ya que, el enclave presenta un magnífico paso de control y observación de los animales que concurrían a estas zona para beber.
La representación de fauna de Siega Verde, se encuentra representada a lo largo de 94 paneles de esquistos, dispersos por la ribera izquierda del río Águeda, y configuran este complejo arqueológico más de 645 representaciones en su mayoría de animales y algunas representaciones de figuras geométricas y esquemáticas como puntos, haces, angulares, retículas, ovales, etc.
Entre la fauna representada se encuentran el bisonte europeo, el reno, rinoceronte lanudo especies adaptadas a climas  fríos de las últimas glaciaciones y los ciervos, cabras, megaceros y caballos de climas templados y fríos y los lobos, felinos de climas templados, Aunque las especies más representadas en un 90% son los caballos, bóvidos y cérvidos.
Las técnicas utilizadas  en la realización de estas imágenes ha sido el raspado, que da lugar a surcos más anchos; la técnica de incisión se realiza mediante presión sobre la superficie con un material puntiagudo, creando líneas continuas que forman las figuras; y el piqueteado consiste en la creación de figuras mediante la percusión con un material duro,posiblemente piedra, sobre las placas rocosas formando pequeños hoyitos.
Durante la visita al yacimiento se pueden ver 5 paneles de esquistos que están todos orientados al sureste y los los grupos de cazadores-recolectores en su mayoría han representado piezas de caza, donde predominan los caballos y bóvidos, donde la misma composición de las escenas sugiere la existencia de cierta simbología en los propios animales.
Estos grabados que nos dejaron las comunidades del Solutrense y Magdaleniense representan las siluetas de los animales de perfil donde podemos observar diferentes partes anatómicas como crines, hocicos, musculatura… escenas de caza, grupos de bóvidos que se superponen, paneles con grupos de diferentes especies. Las figuras  aparecen agrupadas en pequeños grupos, otras en solitarios representadas en afloramientos rocosos, podemos decir, que forman escenas dinámicas, otras, en posición estática.
Tanto el yacimiento de arte de Siega Verde, como el Parque Arqueológico do Vale do Côa, nos permiten entender aspectos sobre las relaciones sociales, económicas, de movilidad territorial, así como, elementos culturales y espirituales de las comunidades de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior.
Este Parque Arqueológico dispone de un Aula Arqueológica, Centro de Recepción de Visitantes y Talleres y Actividades. El próximo año celebrará sus 25 años de su descubrimiento y se desarrollarán las III Jornadas Técnicas de la Red de Centros e Institutos de Conservación y Restauración. Hace unos días han dado a conocer el yacimiento a través del mundo virtual, os dejo el enlace para que podáis disfrutar virtualmente de este “pequeño” Museo al aire libre realizado hace 20.000 años.


Foto: J.Carlos Guzman
Centro de Interpretación de Siega Verde

Representación de la cabeza de bóvido realizada mediante piqueteado.

Puente con el paso del río Águeda.


Momento de contemplar los paneles. Foto: J.Carlos Guzman

 http://www.jcyl.es/jcyl/patrimoniocultural/siegaverde/index.html