lunes, 25 de agosto de 2025

DESIGUALDAD. UNA HISTORIA GENÉTICA.



DESIGUALDAD. Una historia genética. 

Autor:  CARLES LALUEZA-FOX.

 Editorial: Crítica. 2023, pp 227., ISBN: 978-84-9199-475-6

Aunque, Desigualdad se publicó en 2023, ya va por la 2ª edición, es un libro que está presente en nuestras lecturas, y me ha parecido muy interesante traerlo a este apartado y, además, puede venir muy bien para aquellas personas que os estéis introduciendo en el mundo de la genética y, sobre todo, cómo se lleva a cabo los análisis del ADN en sociedades del pasado. A pesar, de que es un libro con un fuerte componente biológico, sin embargo, se vale de las evidencias arqueológicas para llegar a determinar determinados aspectos de cómo se desarrollo la vida de nuestros antepasadosCarles Lalueza es director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona e investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona; su campo de estudio es la paleogenética, es decir, la recuperación y análisis de genomas antiguos

El libro está estructurado en siete capítulos, que comienza con la era de la desigualdad y termina con el futuro de la desigualdad; en el Prefacio, Carles hace hincapié cómo su mujer le recriminaba, con buen criterio, que trataba los temas del pasado desde una perspectiva masculina, cuando la mitad de la población está compuesta de mujeres. El autor parte de una idea muy clara, y es que la migración, y no solo la propagación de las ideas, fue un fenómeno muy frecuente en el pasado y que, de hecho, las poblaciones humanas modernas se fueron formando mediante capas sucesivas de diferentes ancestros genómicos asociados a estas migraciones. Así, él se dio cuenta que los nuevos estudios genéticos estaban destapando las numerosas capas de desigualdad existentes en las sociedades pasadas, desde los potenciales sesgos de género que descubrimos en estas migraciones hasta las estructuras sociales implementadas para mantener dichas desigualdades, a la vez que nos ayudaban a encontrar pruebas en los cementerios que relacionaban la riqueza y el estatus social con el sexo, el parentesco y la ancestralidad. Por eso, la HISTORIA, transcurrida hasta el presente es una historia de desigualdad que modeló los genomas de la humanidad; pero también proyecta una larga sombra sobre el futuro de la sociedad.

Los estudios de ADN han significado un antes y un después en el análisis del pasado, en el apartado de la paleoantropología, ha significado ampliar el repertorio de especies humanas. Gracias a estos estudios genéticos, que han irrumpido en la formación de las sociedades del pasado, podemos llegar a conocer muchos más aspectos sistémicos de nuestros antepasados cómo, por ejemplo, llegar a determinar que la desigualdad tiene consecuencias genéticas que se pueden alargar tanto en las poblaciones de estudio como a través de las generaciones posteriores. Por eso Carles, en este libro, nos habla de las desigualdades que se han dado en el pasado pero que, sin embargo, éstas son esenciales para entender las desigualdades que tenemos en el presente.

La desigualdad hoy día la vivimos como un gran enfrentamiento en nuestra organización social y también en nuestro ámbito personal. Porque la desigualdad no se nos presenta como unidireccional, sino que tiene muchas facetas (social, económica, educativa…). Por eso Carles puntualiza que: “la desigualdad es hoy día uno de los mayores desafíos de nuestra organización social; pero no es un fenómeno nuevo, y ha dejado marcas genéticas en nuestros genomas a lo logo de la historia”.

Una lectura muy recomendable, para un público amplio que no esté relacionado o familiarizado con las investigaciones en el campo de la genómica, pero debido a su lectura fluida y de fácil comprensión, el autor consigue adentrarte en una serie de análisis que te permiten mirar más allá de lo que los huesos, por sí solo te cuentan y te sumergen en las historias pasadas y futuras.

 


jueves, 21 de agosto de 2025

HERRAMIENTAS ÓSEAS MULTIFUNCIONALES REALIZADAS POR NEANDERTALES PROCEDENTES DEL LEÓN CAVERNARIO (PANTHERA SPELAEA).

 

Recientemente se ha publicado, en la revista Scientific Reports, un artículo sobre la cueva Scladina (Andenne - Bélgica); llamada así por el hallazgo de los restos de un niño neandertal, en muy buenas condiciones de conservación. Con una antigüedad que oscila entre 80-127 mil años (Pleistoceno).

La cueva ubicada en el margen derecho del valle del río Mosa, entre Andenne y Namur, ha venido siendo objeto de estudios arqueológicos desde 1978. El yacimiento presenta una secuencia estratigráfica bien conservada, que comprende 120 capas, y abarcan aproximadamente 400.000 años. Durante dos décadas se ha profundizado en la composición de la dinámica sedimentaria, la historia paleoambiental y la cronoestratigrafía de la cueva.

Los resultados de este estudio se centran en el conjunto arqueológico de la Unidad 5, que corresponde con el tecnocomplejo Musteriense, asociado a poblaciones neandertales del Paleolítico Medio.

El conjunto de herramientas se compone, principalmente, de artefactos de sílex, de materia local y foráneo, la cadena operativa está basada en la preparación de núcleos y la producción sistemática de lascas. Las piezas retocadas, incluyen raspadores, muescas y denticulados. Estas herramientas fueron elaboradas in situ. La presencia de 29 retocadores de huesos, dentro del conjunto arqueológico 5, nos indica que uno de ellos fue elaborado a partir de restos de oso cavernario (Ursus spelaeus), y apunta a un conjunto de herramientas complejas que integraban tecnologías líticas y óseas.

Los análisis zooarqueológicos de la Unidad 5 indican que los neandertales cazaban principalmente rebecos (Rupicapra rupicapra), pero también procesaban una amplia gama de pequeños mamíferos hasta megafauna (rinoceronte lanudo, reno, caballo, bisonte…). Entre los carnívoros destacan el lobo (Canis lupus) y el zorro (Vulpes vulpes); pero el objetivo de este estudio es que entre los restos modificados por los neandertales y que fueron utilizados como herramientas se encuentran varios huesos pertenecientes al león cavernario.

El hallazgo, llevado a cabo, en la Unidad 5 representa la evidencia más temprana conocida de herramientas óseas hechas de restos de león cavernario, las cuatro piezas registradas fueron elaboradas a partir de la misma tibia del león cavernario, y demuestran un moldeado deliberado, fracturado y posterior reutilización como retoques, lo que nos constata aún más la complejidad de las prácticas tecnológicas de los neandertales.

A pesar de la diversidad taxonómica de las materias primas, incluyendo Ursus spelaeus, Panthera spelaea, Bos sp, Rangifer tarandus…, las dimensiones de los retocadores se mantuvieron constantes, lo que indica que el tamaño, forma y la integridad de hueso fresco fueron los criterios principales para la selección. Esto nos invita a pensar que los neandertales seleccionaban los huesos frescos, a veces remodelándolos, para cumplir con los requisitos funcionales específicos. El análisis morfométrico, de todos los retocadores encontrados, nos revela que los neandertales emplearon un retoque estandarizado para la elaboración de herramientas.

Con este hallazgo, nos viene a demostrar que estos grupos humanos desarrollaron una tradición tecnológica, en la que los huesos de grandes carnívoros se seleccionaron, trabajaron y reutilizaron con criterios funcionales bien definidos. Los neandertales no sólo competían con los leones, sino que también los utilizaban como un recurso más de la naturaleza.

Referencia:

- Abram, Gregory, et al. 2025: “Earliest evidence of Neanderthal multifunctional bone tool production from cave lion (Panthera spelaea) remains.” Scientific Reports, 15.1: 24010.

 

Situación de la cueva de Scladina en el valle del Mosa, al sur de la actual Bélgica. Fuente:

Tibia izquierda de león cavernario. Fuente: Abrmas et al.2025


Recomposición de las piezas Sc 1982-345-25 y 1986-1278-160, permite la reconstrucción de un fragmento de diáfisis de una tibia izquierda. Fuente: Abrams et al. 2025

Análisis de espectroscopía de rayos X de energía dispersiva (EDx), realizado con una inclusión lítica incrustada. Fuente: Abrams et al. 2025

Cuatro  de los retocadores de huesos hallados en la cueva de Scladina. Fuente: Abrams et al. 2025

Refacción de las piezas óseas. Fuente: Arams et al. 2025.




Recreación. Midjourney/Erica Couto.




sábado, 9 de agosto de 2025

HACE 1,95 MILLONES DE AÑOS LOS HIMÍNIDOS ESTABAN EN EURASIA.

 

Los últimos trabajos llevados a cabo en Grãunceanu (Rumanía), publicado en Nature Communications, nos determinan que en Europa, hace 1,95 Ma, ya había evidencias de actividad homínida, en forma de huesos con marcas de corte. Este yacimiento situado en Graunceanu, en un valle al sur de los Cárpatos, se empezó a excavar en 1960, es uno de los depósitos del Pleistoceno Templado mejor conocido de Europa Central y Oriental.

Hasta ahora la evidencia más antigua de los homínidos estaba en Dmasisi (Georgia), hace 1,8 Ma, aunque había pequeños rastros dispersos por toda Eurasia; pero lo que prevalecía era los restos de Dmanisi porque aquí se incluían una gran cantidad de restos de homínidos, así como, restos líticos y evidencias de modificaciones de restos animales, por parte de estos homínidos.

Los restos presentes en este estudio de Grãunceanu, presentan marcas de corte, con una estimación de edad de uranio-plomo (U. Pb), de alta precisión, en 1,95 Ma. También se han realizado análisis de isótopos estables de oxígeno y carbono de alta resolución del maxilar de un caballo que sugiere que Grãunceanu habría sido relativamente templado y estacional, lo que demuestra una amplia tolerancia al hábitat para estos homínidos. Del análisis tafonómico se desprende que hay veinte restos óseos de animales que presentan marcas de corte, de ellos, siete fueron clasificados con evidencias clara (perfilometría 3D); estas marcas se presentaban en las tibias, mandíbulas y húmeros de artiodáctilos y carnívoros, procedentes de las actividades de despiece y extracción de la carne.

Los 31 taxones identificados están repartidos entre mamuts, bóvidos, cérvidos, jirafas, équidos, rinocerontes, carnívoros, roedores, avestruz…

Este nuevo hallazgo vuelve abrir el debate sobre la dispersión de los homínidos en Eurasia; un debate que siempre ha estado sometidos a una serie de desafíos, como la falta de dataciones, falta de investigación en algunas regiones geográficas, adscripciones de los conjuntos líticos.

A pesar de las 49 localidades repartidas por estas regiones, los yacimientos muestran una combinación de fósiles de homínidos, conjuntos líticos y evidencias de marcas de carnicería, pero sólo unos pocos presentan los tres indicadores.

Grãunceanu, tiene uno de esos tres indicadores que son las evidencias de las marcas de corte en los restos de fauna, por parte de los homínidos, pero le falta la presencia de restos de homínidos y de líticos, in situ, pero este hallazgo nos viene a determinar que los homínidos estaban más extendidos por Europa, de lo que se pensaba primitivamente, y su presencia podría haber sido intermitente. 

Referencia:

-Sabrina C. Currn et al., 2025: Hominin presence in Eurasia by at lea 1.95 million years ago. Nature Communications, 16, 836.

 

 

Los yacimientos en letra de color azul poseen una antigüedad de dos millones de años. El recuadro inferior izquierdo muestra loas ubicaciones de los yacimientos analizados en el estudio. Crédito: Curran et al, 2025.

Especímenes de fauna con marcas de corte hace 1.95 Ma, hallados en Graunceanu. Crédito: Curran et al, 2025.