viernes, 11 de noviembre de 2011

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA ACTIVIDAD HUMANA CAUSARON LA EXTINCIÓN DE DOS ESPECIES DE MEGAFAUNA HACE 16.000 AÑOS.


Este mes, la revista Nature ha publicado un trabajo realizado, conjuntamente, entre la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC, donde dan a conocer, los resultados de las investigaciones llevadas a cabo con restos de megafauna pertenecientes al Paleolítico Superior (35.000 años y 10.000 años).
Han concluido que la desaparición de algunas especies se debió a los efectos del cambio climático acaecido en la época  y al impacto humano.
Durante este periodo, en Eurasia y América del Norte se perdieron entre el 36% y el 72% de los género Equus ferus y Bison priscus, coincidiendo con el último glaciar de hace unos 20.000 años. 
Los resultados del estudio atribuyen la desaparición del tarpán y del bisonte estepario a la combinación de dos factores debido a que los restos de ambas especies son los más abundantes en las regiones con asentamientos humanos. Aunque, el inicio de su declive coinciden con el último máximo glacial.


Para el estudio se han basado en el análisis de 846 secuencias de ADN mitocondrial, 2.996 restos de megafauna y 6.291 residuos de los asentamientos humanos, de aquella época en Eurasia, para establecer la relación espacial y temporal entre las poblaciones humanas y la de los animales. Este estudio se ha contrastado también con los modelos climáticos de hace 42.000, 300.000 y  6000 años.
De las especies estudiadas cuatro de ellas están actualmente extintas y corresponden al rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis), al mamút lanudo (Mammuthus primigenius), al bisonte estepario y al tarpán (Equus ferus).
El resto de las especies analizadas aún se conservan poblaciones vivas y corresponden al caballo doméstico (Equus caballus), al reno (Rangifer tarandus), al buey almizclero (Ovibos moschatus) y al bisonte americano (Bison bison).
Estos análisis vienen a confirmar lo que en anteriores trabajos se viene manifestando (Cáceres, 2003; Ruiz Bustos 1982) como influye el cambio climático y la deriva genética en el desarrollo de la fauna, donde la renovación faunística se puede dar en el área geográfica, sin necesidad de emigración, donde dicha deriva genética, actúa en una misma dirección o bien alternando cíclicamente sobre varias, favorece a uno o varios morfotipos de la población sobre los demás.

BIBLIOGRAFÍA:

Eline D. Lorenzen et. al. (2011). Species-specific responses of Late Quaternary megafauna  to climate and humans. Nature

CÁCERES SÁNCHEZ, I., 2003: La transición de las sociedades cazadoras-recolectoras a pastoras-agricultoras en el mediodía peninsular a través de los restos óseos .Modos de vida y de trabajo de las sociedades cazadoras y productoras.  BAR. International. Series 1194. Oxford. Oxford. Londres.

RUIZ BUSTOS, A., TORO MOYANO, I., MARTIN SUAREZ, E., ALMOHALLA GALEGO, M., 1982: “Proceso evolutivo durante el Cuaternario Medio y Superior en las poblaciones de pequeños mamíferos del sur de la Península Ibérica. Condiciones climáticas que implican e importancia bioestratigráfica”. Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada. Vol. 7, pp. 9-35. Granada.