A raíz de decretar el estado de alarma por el COVID-19, se cerraron en todo el país los organismos oficiales, como por ejemplo, los MUSEOS, pero sin embargo su personal seguía trabajando en nuevos proyectos, para que la cultura llegase a toda la población.
En el caso del Museo Arqueológico de Espera, su directora PEPA LOZANO RAMÍREZ, ha seguido ocupada en ampliar nuevos canales de divulgación.
En el caso del Museo Arqueológico de Espera, su directora PEPA LOZANO RAMÍREZ, ha seguido ocupada en ampliar nuevos canales de divulgación.
Ha preparado una serie de vídeos dónde nos ha ido enseñando las diferentes piezas que custodia el museo, desde la prehistoria hasta el mundo funerario romano.
El museo de Espera tiene una amplia colección de esculturas zoomorfas de leones, que comparte con el Museo Arqueológico de Cádiz, Jerez de la Frontera y el arqueológico de Sevilla; aquí sólo matizar que Espera es un museo que ya está muy consolidado en la provincia, y cuanta con todos los medios de seguridad para proteger sus piezas; sería de justicia que estas piezas, que están bien documenta su procedencia, sobre todo las que corresponde a Carissa Aurelia debería de volver a su museo natal. Estas piezas tienen un valor histórico capital para su población.
Las esculturas zoomorfas con las que cuenta el museo enriquecen la producción artística, que nos dejaron bien los íberos o romanos, en la campiña espereña.
Esta colección cuenta con numerosas esculturas exentas, en su mayoría elaboradas en piedra caliza, probablemente de la zona, que todas ellas se puede plantear que estuvo guarnecida a la decoración de los monumentos funerarios pertenecientes a los personajes más destacables de la sociedad íbero-romana. El jabalí al igual que los leones y ciervos se trata de figuras exentas que están echadas.
El museo de Espera tiene una amplia colección de esculturas zoomorfas de leones, que comparte con el Museo Arqueológico de Cádiz, Jerez de la Frontera y el arqueológico de Sevilla; aquí sólo matizar que Espera es un museo que ya está muy consolidado en la provincia, y cuanta con todos los medios de seguridad para proteger sus piezas; sería de justicia que estas piezas, que están bien documenta su procedencia, sobre todo las que corresponde a Carissa Aurelia debería de volver a su museo natal. Estas piezas tienen un valor histórico capital para su población.
Las esculturas zoomorfas con las que cuenta el museo enriquecen la producción artística, que nos dejaron bien los íberos o romanos, en la campiña espereña.
Esta colección cuenta con numerosas esculturas exentas, en su mayoría elaboradas en piedra caliza, probablemente de la zona, que todas ellas se puede plantear que estuvo guarnecida a la decoración de los monumentos funerarios pertenecientes a los personajes más destacables de la sociedad íbero-romana. El jabalí al igual que los leones y ciervos se trata de figuras exentas que están echadas.
En ésta ocasión Pepa ha contado con mi contribución, para dar a conocer dos disciplinas que se trabajan en Arqueología, como son la ZOOARQUEOLOGÍA y TAFONOMÍA; nuestro trabajo de colaboración ha sido para mi muy gratificante, porque las dos disfrutamos mucho cuando ejecutamos nuevos proyectos de divulgación del patrimonio.
Creo que el trabajo que está llevando a cabo Pepa, tanto en la gestión del museo, como en su proyección al exterior son muy positivos. Espera es una población pequeña, pero tiene una riqueza arqueológica muy relevante y su población está muy volcada en su patrimonio. También el Ayuntamiento, para la apertura de sus puertas al público, no ha cicateado en dotar al edificio de todo tipo de señalética y con los medios de seguridad e higiene, para que se pueda visitar con tranquilidad.
Mi agradecimiento, tanto a Pepa Lozano, como, al MAE por abrir sus puertas al conocimiento de nuevas disciplinas, en el campo de la Arqueología.
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