viernes, 20 de noviembre de 2020

EL BUEY ALMIZCLERO POR LOS PICOS DE EUROPA DURANTE EL PLEISTOCENO


El Equipo de Investigación GEOCANTABRICA, de la Universidad de Oviedo, acaba de publicar en la revista Quaternary Science Reviews, los resultados del trabajo llevado a cabo, estos años, en el proyecto “Servicio para la recuperación y estudio de restos fósiles de mamíferos localizados en cuevas del Parque Nacional Picos de Europa, 2017-2018”. El estudio paleontológico ha estado dirigido por el profesor D. J. Álvarez Laó. Este proyecto surgió con la finalidad de estudiar los restos que fueron encontrados en 1986, por dos grupos de espeleólogos británicos que estaban explorando las cuevas de Picos de Europa, del hallazgo de dos cráneos, que en principio fueron identificados como vacas, que fue lo que dio nombre a la cavidad “Cueva de Cabeza de Vaca” (Treviso).

De la revisión de éste material se ha determinado que estos cráneos pertenecen a Buey Almizclero (Ovibos moschatus), que es un indicador faunístico de clima frío extremo, que vivió en la Península Ibérica, a finales de la última glaciación, junto a otras especies como mamuts lanudos, renos, rinocerontes lanudos, y herbívoros como el bisonte de estepa, ciervo gigante y caballos; y dentro de los carnívoros el león de las cavernas, el leopardo y la hiena, en un ambiente de tundra esteparia.

Esta asociación de fauna, propia de climas fríos, que habitaba por Europa continental, se fueron desplazando hacia zonas más meridionales de la península, que son las especies que se suelen denominar la “fauna del mamut”, que son las típicas asociaciones de animales de las glaciaciones. Esta asociación se suele encontrar en la Península Ibérica repartida por yacimientos de Asturias, Cantabria y Cataluña.

Genéticamente, éste ungulado, está más emparentado con las cabras y ovejas que con los bueyes.

Este estudio está enfocado al registro de los dos individuos de buey almizclero, con una datación de 35.000 años, uno es macho de 20 meses de edad y se conserva su cráneo casi completo y otro individuo subadulto, de 3 a 4 años.

A través del estudio de microdesgastes, en sus molares, se ha determinado que el animal se alimentaba principalmente de hojas de sauces y abedules. La causa de su muerte fue una caída por una dolina que comunicaba la cueva con el exterior.

Durante las glaciaciones del pleistoceno superior, el buey almizclero se extendió por las regiones de Eurasia y Norteamérica, actualmente, ha conseguido sobrevivir e reintroducirse por Canadá, Groenlandia, Noruega y Siberia.

En la Península Ibérica tan sólo se había registrado en dos yacimientos de Girona, entre ellos el de L´Arbreda, por lo que su presencia en los Picos de Europa es muy interesante para determinar las áreas de distribución, de ésta especie, durante el pleistoceno.

 




Ilustración de Buey Almizclero. Collecta.biz



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