En Siberia, en una cueva de la zona de Altai, se han encontrado restos de un cráneo de perro, parece ser, una de las evidencias más antiguas encontradas hasta la fecha de la domesticación, de estos animales, por los seres humanos.
Este mismo acontecimiento ocurrió en una cueva de Goyet, en Bélgica, con una datación de 31.700 años, igual viene a indicar que la domesticación se pudo producir en varias ocasiones, en lugares geográficos distintos, es decir, la domesticación no es un proceso de un sólo lugar, sino que, puede producirse a la vez en diferentes lugares. Con ésta datación del perro de Siberia, en 33.000 años, se aviva de nuevo la fecha del perro más antiguo conocido, hasta la fecha, ya que hasta ahora contábamos con los restos hallados en Rusia, Eliseevich, que fueron datados, en 14.000 años atrás.
Este hallazgo está siendo estudiado por un grupo de investigadores de la Universidad de Arizona (Greg Hoodgins), que basan sus estudios en las características morfológicas, debido a que el cráneo encontrado está muy bien conservado y se pueden realizar mediciones del cráneo, dientes y mandíbulas.
Determinan principalmente en que los lobos tienen un hocico largo y estrecho y los dientes no están muy juntos, mientras que, los animales que han sido domesticados presentan un hocico más corto, y hay una ampliación de las mandíbulas, lo cual acaba acarreando que los dientes se agrupen más cerca unos de otros.
Sin embargo, para el estudio del perro excavado en la cueva de Goyet, el paleontólogo, Mietje Germonpré, analizó 117 cráneos, de los últimos grandes fósiles, de los miembros de la familia Canidae, que ésta incluye perros, lobos y zorros.
Sin embargo, para el estudio del perro excavado en la cueva de Goyet, el paleontólogo, Mietje Germonpré, analizó 117 cráneos, de los últimos grandes fósiles, de los miembros de la familia Canidae, que ésta incluye perros, lobos y zorros.
Germonpré reveló que un análisis esquelético "durante el paleolítico había perros con cráneos más amplios y hocicos más cortos que los restos de cerebros de fósiles de los últimos lobos.
Los estudios de ADN determinan que los cánidos tienen una cantidad sustancial de diversidad genética, sugiriendo que la población de lobos del pasado eran más grandes que en la actualidad".
Los investigadores determinan que este tipo de perro excavado en Siberia pertenece a una clase de la que no parecen provenir los perros modernos.
Los restos de este animal fueron ubicados como previos al período "Último Máximo Glacial" registrados hace, aproximadamente, entre 26 y 19 mil años.
Por eso, se considera que fue el primer animal que los seres humanos domesticaron y a diferencia del resto de animales, los seres humanos no domesticaron a los perros como fuente de alimento, sino por su compañía, su salvaguardia y su lealtad, como ocurre hay día.
La genética ha determinado que los perros son lobos, que se fueron diferenciando unos de otros en el proceso de selección y cruce impuesto por los seres humanos.