Al margen del halo de exotismo
o aventura que nos radián las actividades arqueológicas, sin olvidar que hasta
hace poco, era un campo de estudio exclusivo de los hombres, decir qué, la
arqueología ha contado con el talento de muchas mujeres que nos han transmitido
el saber de las culturas del pasado, y sin saberlo, todas ellas, han formado
parte de un posicionamiento teórico, el feminismo, que más debate ha suscitado
en las últimas décadas.
Una de éstas mujeres, por
ejemplo, ha sido la gaditana María Josefa Jiménez Cisneros (1916-2002), que fue
la primera mujer en realizar la primera Carta Arqueológica de Cádiz y, también,
la primera que ostentó el cargo de Comisaria Local de Excavaciones Arqueológicas, en Cádiz, y en toda Andalucía, durante los años 1949-1954, cargo que dejó de existir a
partir de 1955.
Cursó sus estudios en la
Escuela Normal de Cádiz y, posteriormente, se licenció en Filosofía y Letras,
Filología Clásica, en la Universidad Complutense de Madrid, en 1948. Participó
y dirigió varias excavaciones en Cádiz y, a raíz de estos trabajos, decidió
realizar su tesis doctoral bajo el título de Historia de Cádiz en la
Antigüedad, dirigida por el Dr. José Manuel Pabón y Suárez de Urbina.
Compaginaba sus estudios de Arqueología con la docencia, daba clases de francés en el Instituto Rosario, de Cádiz. Gracias a su conocimiento de ésta lengua, le sirvió para participar en excavaciones en Francia, y compartir conocimiento y colaboración con los arqueólogos, más prestigiosos del momento, como M. Gilbert, C. Picard, Benoit, A. Grenier.
Aquí, en España, también mantuvo contactos con profesionales de su tiempo, como
García Bellido, Pelayo Quintero, Tarradell, Pericot, etc.
Entabló amistad con otra
pionera, en Arqueología, con Concha Blanco, que ejercía como directora del
Museo Arqueológico de Cádiz (hablé de ella en otro post) y que también fue inspectora de excavaciones. Dos mujeres que
se trazaron una estrategia para sobrevivir en un medio tan exigente como la
investigación científica y, sobre todo, poder ser valoradas por sus iguales,
era en ése momento todo un gesto de valentía.
Mujeres conocedoras de todo el
subsuelo gaditano, cómo así lo demuestran sus trabajos, que abarcan desde los
períodos púnicos al musulmán, pero también destacar que Mª Josefa llevó a cabo
trabajos realizados en Olocau (Valencia), Trípoli, Cartago…
Gracias a los estudios que cursó,
en la Escuela de Bellas Artes, les sirvieron para dejarnos plasmada multitud de
dibujos, de las piezas arqueológicas, que rescataba, que son auténticas piezas
de arte.
Fue también miembro del
Instituto de Estudios Gaditanos y directora de la Biblioteca de Temas
Gaditanos, desde los años 1974 al 1978, dónde llevo a cabo trabajos de
organización, catalogación, inventariado y planificación de la biblioteca.
Podemos decir que fue, una
arqueóloga, muy polifacética y trasgresora, aunque sin saberlo, compaginó
varios trabajos a la vez y su afán por el conocimiento de las culturas del
pasado le llevó a realizar varios viajes, así, viajó, además de Francia y demás
destinos para participar en las diferentes excavaciones, a la Antártida, a
Indonesia y a zonas subtropicales de África.
Fueron muchos los trabajo que
Mª Josefa llevó a cabo, entre los años 1950-1970, tanto en Cádiz cómo en la
provincia. En Cádiz podemos destacar los glacis de la Puerta Tierra, en la
necrópolis de Puerta Tierra, en Santa María del Mar, en la playa de Corona,
Casa Cuna, las prospecciones del colegio San Felipe, en San Severiano, playa La
Caleta.
También realizó labores en los
yacimientos más emblemáticos, de la provincia gaditana, como en Asta Regia,
Baelo Claudia, Castillo de Santa Catalina (Puerto Sta. María), Puntilla del
Salado (Rota), El Berrueco (Medina Sidonia), Santi Petri, Cerro de los Mártires
(San Fernando), y yacimiento de Torre Alta y Pinar Villanueva (Puerto Real). Y,
destacar sobre todo sus excelentes escritos sobre inscripciones funerarias.
Después de indagar en la
figura de ésta pionera, de la Arqueología, me gustaría destacar tres aspectos
que me han parecido fundamentales en su obra, cómo era su rigor científico en
sus investigaciones, su feminidad y su sensibilidad hacía la defensa del
Patrimonio Arqueológico. Una mujer, con unas características excepcionales, que
estoy segura qué si hubiese conocido, hoy día, la realidad o la trayectoria que
ha seguido la Arqueología no lo vería lícito, porque tenemos que decir, que aún
en la segunda década del siglo XXI los arqueólogos/as, de la Comunidad Autónoma
de Andalucía, siguen sin tener reconocida a ésta profesión, cómo categoría
profesional.
NOTA:
A través del Laboratorio del Seminario Agustín de Orozco,
se ha llevado a cabo la digitalización de todo el material de la arqueóloga Mª
Josefa Jiménez. Gracias, a la donación de todo su legado, por parte de su
sobrina, Patricia Díaz Jiménez, a la Universidad de Cádiz. La colección ha
pasado al Archivo de la UCA para su custodia y preservación.
Todo éste trabajo ha sido
posible a la gestión que han llevado a cabo los Dres. Lázaro Lagóstena, Mª del
Mar Castro y Antonio Ruiz. La colección consta de fotografías, mapas, láminas,
dibujos, diapositivas, calcos epigráficos, películas y cuadernos de trabajo.
Todo éste material es lo que ha dado origen a la Biblioteca Virtual de Mª
Josefa Jiménez Cisneros.
Un excelente trabajo que está
a disposición de cualquier persona que quiera investigar, los períodos púnicos,
fenicios, romanos y musulmán, en Cádiz.
Referencia:
- - Jiménez Cisneros, Mª J., 1971: Historia de
Cádiz en la Antigüedad. Instituto de Estudios Históricos Gaditanos. Diputación
Provincial: Jerez. Cádiz.
- - Ruiz Castellano, A., 2019: “La colección de Mª
Josefa Jiménez Cisneros, un fondo por explorar”. Cuadernos de Investigaciones
de Fondos del Archivo de la UCA.
La colección de la arqueóloga gaditana. Foto: Diario de Cádiz. |
Acto de la donación a la UCA del archivo arqueológico de Josefa Jiménez Cisneros, por parte de la familia. Foto: UCA. |
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