Mapa de localización y objetos hechos con huesos de ballena encontrados en las colecciones arqueológicas. Foto: A. Lefebvre. |
Según los últimos estudios, se
han encontrado las primeras evidencias de la circulación de objetos, de una red
de comunicación de larga distancia, desde el interior a la costa, entre la zona norte del Pirineo y la costa
atlántica del norte de la Península Ibérica.
Esta investigación está centrada en
la revisión de los materiales de las colecciones arqueológicas de la zona de
Cantabria. Su objetivo era determinar si los huesos de ballena eran utilizados
por los cazadores-recolectores de la zona del Pirineo, como un hecho local o si
éstos se desplazaban a la zona de Cantabria, para adquirir estos objetos.
Se han identificado 54 piezas de
huesos de ballena, en 12 de los 64 yacimientos muestreados. En los yacimientos
que más se han encontrado este tipo de materiales han sido en Las Caldas, La
Viña, Tito Bustillo (Asturias), Ermittia (Guipúzcoa) y El Pendo (Cantabria). Estos
objetos corresponden a puntas de proyectiles, son piezas grandes bien
elaboradas. Entre estos restos se encuentra la punta de El Pendo que fue registrada
en las primeras excavaciones, del siglo pasado; y ha sido fechada en 17.600
años. Esta punta presenta una decoración con motivos curvilíneos opuestos y
rellenos de líneas cortas longitudinales y transversales.
Según la hipótesis que barajan
los arqueólogos es que estos sitios formarían parte de una red bien estructurada
de comunicación de larga distancia (600Km) y que operaban a ambos lados del
actual País Vasco francés y español, entre 17.800 y 15.000 años.
La estructura de esta red plantea
cuestiones sobre posibles interacciones sociales y/o económicas entre los
grupos magdalenienses del Pirineo y de toda la zona Cantábrica.
Esto explica que los grupos de
cazadores-recolectores se desplazaban por estas zonas para obtener los huesos
de ballena, para la elaboración de armas de caza, debido a que éstos huesos son
de gran tamaño y son buenos para elaborar piezas grandes. Estos huesos, como
materia prima, sólo estaban documentados en la zona del Pirineo norte, donde se
conocían más de un centenar de herramientas, y ahora se complementa con la zona
del cantábrico.
Queda establecido que los cazadores-recolectores magdalenienses que vivían alrededor del Golfo de Vizcaya, llevaron a cabo una explotación de las ballenas para sus necesidades alimentarias y simbólicas, y aprovecharían estos grandes cetáceos cuando se quedaban varados en la costa atlántica. Es fácil encontrar estos animales embarrancados en las playas, por varias causas naturales entre las que podemos citar, por ejemplo, la debilidad que sufren las ballenas jóvenes por problemas de escasez de alimentos; otras mueren al dar a luz cerca de la costa, o bien por enfermedades.
Referencia:
-A. Lefebvre et al., 2021: “Interconnected Magdalenian societies as revealed by
the circulation of whale boen artefacts in the Pyreneo-Cantabrian región”. Quaternary Science Reviews. Vol.
251,1.
No hay comentarios:
Publicar un comentario