En 1755, Lisboa fue sacudida
por un terrible terremoto que asoló la ciudad. Años después, la situación tanto
social como política no estaban por la labor de recuperar el patrimonio
destruido, y las ruinas del teatro desaparecieron con la construcción de nuevos
edificios en el lugar.
Después de varios intentos por
recuperar el teatro, a través de intervenciones arqueológicas, no fue hasta
1967, cuando se consiguió sacar el edificio a la luz.
Tenemos que decir que los
orígenes de Lisboa se remontan a la época de los fenicios, pero no es hasta la
colonización romana cuando este asentamiento adquiere una gran importancia como
ciudad marítima, y todas las ventajas que ello conlleva, para un futuro
comercio entre las colonias.
El teatro romano de Felicitas Iulia Olisipo, fue construido en
la ladera sur del Castillo de San Jorge, en el s. I, bajo el mandato del
emperador Augusto, y reformado en tiempo del emperador Nerón. Fue abandonado en
el s. IV d. C, donde fue utilizado, lo más probable, como cantera para llevar a
cabo otras construcciones.
El teatro en su construcción
guarda ciertas semejanzas con otros teatros de la época, como el de Augusta Emerita y el de Metellium, que son los tres más
importantes y acreditados de la provincia de Lusitania.
Este en concreto fue
construido sobre una pendiente bastante pronunciada, por lo que las gradas
inferiores se tallaron directamente en el afloramiento rocoso, y las caveas media y summa son de construcción artificial. La mayoría de los elementos
arquitectónicos muestran una tradición tardo-itálica, ya que se recurre a la
utilización de la piedra local, que la revisten con estuco para darle posteriormente
color.
A partir de 1964, se llevaron
a cabo varias campañas de excavaciones arqueológicas con la finalidad de
recuperar los restos del teatro, para ello se tuvo que derribar varios
edificios. Durante este período se recuperaron parte de la orquesta, el arco
del prosceni, el escenario, las gradas y un significativo número de elementos
decorativos.
Con idea de poner en valor
todo este patrimonio se habilitaron dos edificios adyacentes, uno del s XVIII y
otro del XIX, de arquitectura industrial, con idea de albergar los restos
recuperados en las excavaciones y exponerlos al público, así se abrió el museo
en 2001. Pero ante la demanda de una mejor remodelación y acondicionamiento de
accesibilidad permaneció cerrado hasta 2015, que abrió sus puertas
definitivamente al público.
Lisboa también cuenta con un
foro romano, un complejo industrial de salazones, termas, calzada romana, un
rico patrimonio que han sabido ponerlo en valor desde los diferentes ámbitos de
la investigación, valorización y divulgación.
Referencia:
- - L. Fernandes y T. Nogale., 2019: Teatro romano
de Olisipo: programas decorativos teatrales de Lusitania. VIII Reunión de
Esculturas romanas de Hispania.
No hay comentarios:
Publicar un comentario