lunes, 4 de agosto de 2025

LO QUE EL CUERPO NOS CUENTA

 


 “LO QUE EL CUERPO NOS CUENTA. Un recorrido físico y político de las mujeres desde la prehistoria hasta hoy".

Autora: MARGA SÁNCHEZ ROMERO

Editorial: Destino. 2025, pp 300., ISBN: 978-84-233-6771-9.

 

En el año 2022, Marga Sánchez Romero nos cautivó con su libro "Prehistorias de Mujeres", un libro divulgativo que nos enseña a mirar a las mujeres, desde otras perspectivas, a visibilizarlas.

 Nos puso en aviso de los diferentes mitos, que se han venido difundiendo, de la figura de la mujer en la prehistoria y demostrándonos que las desigualdades existentes entre mujeres y hombres no eran naturales ni biológicas sino culturales, es decir, construidas; al fin y al cabo una desigualdad es siempre una opción social.

Ahora, Marga, arqueóloga de formación y Catedrática de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, con un pensamiento en la evidencia científica y aplicando en todo momento la perspectiva de género, nos trae una nueva obra divulgadora, un ensayo, sobre el cuerpo de la mujer, en sus diferentes relatos históricos.

El libro presenta una introducción, donde la autora nos explica porqué ha escrito este libro, y la realidad es muy sensata, para seguir conociendo a las mujeres de la prehistoria, que es lo mismo, que decir, a nosotras mismas, pero sin perder de vista el análisis arqueológico. Y también, cómo se ha utilizado el cuerpo de la mujer en la prehistoria, para contarnos y reflexionar que las estrategias culturales utilizaban algo tan íntimo y cercano como nuestro cuerpo para sustentarlas. 

El eje principal del libro es, por supuesto, el cuerpo de la mujer (26 capítulos); pero también trata otros aspectos que están muy relacionados con el mismo, y que son de gran relevancia, para el conocimiento, de cómo se ha utilizado éste como dominio y discriminación hasta nuestros días; sin olvidar la resistencia, reacción y la transformación de la realidad. A raíz de ahí, nos va haciendo preguntas que van surgiendo de los análisis científicos, y que no nos hemos hecho antes y nos van dando respuestas sobre la vida de las mujeres, que de otro modo seguirían enterradas esperando nuevos avances. De esta forma, vamos construyendo nuestra identidad y pertenencia, a un grupo, a través de los patrones culturales.

Se adjunta, al principio, una tabla de datación, muy didáctica y bien estructurada que nos permite comprender mejor, en qué período histórico se sitúan los yacimientos, mencionados en el libro. La bibliografía no es una bibliografía al uso, sino que la autora la va comentando por capítulos.

Es un libro, totalmente, inclusivo, algo muy novedoso en nuestra arqueología. La autora ha querido visibilizar la existencia de personas con discapacidad, en todas las sociedades humanas de cualquier período histórico, así como la infancia, la vejez, en una palabra, contar y explicar las formas de vida, de producción y de relación que han vivido las mujeres hasta ahora, es decir, contar su historia, que hasta ahora no se había contado aún; porque si no se habla de socialización, de crianza, de alimentación, de cuidados, de salud, de género, de reproducción, de envejecimiento no estamos haciendo una historia completa. Algunos son temas muy complejos, pero a través de los enterramientos, nos van adentrando en aspectos tan significativos como los afectos, la identidad de género, las relaciones familiares o la construcción y el mantenimiento de la memoria.

Sin lugar a dudas, una lectura obligada y muy necesaria para conocer cómo era la vida de las mujeres en el pasado, contada con una gran sensibilidad. Es una obra necesaria, tenerla presente en nuestras investigaciones, por la cantidad de datos científicos que nos aporta.

En definitiva, Marga Sánchez Romero, con este libro ha pretendido ahondar en el conocimiento de cómo el cuerpo femenino nos determinaba, no sólo en las sociedades de pasado, al igual que en la actualidad, a ser utilizado como instrumento para hacer política, forjar identidades y fortalecer desigualdades. Ella siempre, nos habla desde la prehistoria (Paleolítico a Edad de los Metales) pero su pensamiento y deliberaciones se pueden aplicar a la sociedad en que vivimos. 

 


domingo, 27 de julio de 2025

HACE 125.000 AÑOS, LOS NEANDERTALES PROCESABAN LA MATERIA GRASA DE LOS HUESOS DE ANIMALES


En la revista Science Advances se ha publicado un artículo sobre las estrategias de subsistencia de los neandertales, en Alemania central, en concreto en el yacimiento de Neumark-Nord 2 (que ya se habló en otra entrada).

Hace 125.000 años, los neandertales extraían la grasa ósea de los huesos de los animales grandes, por medio de agua y calor, es decir, la cocción.

Que los grupos de cazadores-recolectores consumían la grasa animal, de los huesos de los animales (se fracturaban los huesos para extraer su médula ósea), era un hecho bien conocido, entre las sociedades del paleolítico superior (la grasa es una materia alimentaria con un gran aporte calórico).

Lo más llamativo, de este estudio, es que se han procesado 172 animales, principalmente mamíferos, entre caballos, ciervos y uros, en un asentamiento, a orillas del lago, para el almacenamiento de su grasa. Los neandertales organizaban sus cacerías, para posteriormente transportar los animales al lugar del asentamiento, dónde se acumularon en un corto periodo de tiempo y en un área, notablemente, pequeña de sólo 50², para posteriormente, dar pasa al procesado de la grasa.

En este depósito se han detectado varias zonas, con diferentes áreas de trabajo: en una se procedía al despiece de los animales, en otra, al procesamiento de elefantes de colmillos rectos y en una tercera, a la extracción de la grasa, que sería ya un área especializada. En definitiva, este estudio revela que los neandertales tenían una planificación y organización del trabajo, así como, diversas actividades como el procesado, la acumulación y reserva de los alimentos, es decir, de la materia grasa para su posterior consumo.

Los trabajos están dirigidos por arqueólogos de MONREPOS (Centro de arqueología Leibniz, Alemania) y la universidad de Leiden (Países Bajos).

Referencia:

-Kindler, L., et al., 2025: Large-sacale processing of within-bone nutrients by Neanderthals, 125.000 years ago. Science Advances 11 (27).


Ubicación de Neumark-Nord 2 (Alemania).


Ejemplos de marcas de corte en el conjunto faunístico de NN2/2B. Crédito:Leiza-Monrepos. 

Ejemplos de huesos completos y fracturados en pequeños fragmentos. Crédito: Leiza-Monrepos


Ejemplos de huesos fracturados. Crédito: Leiza-Monrepos


Ilustración de "fábrica de grasa".  Crédito: Leiza-Monrepos

martes, 15 de julio de 2025

LOS PETROGLIFOS

 La piedra es el material más antiguo utilizado por los grupos humanos, sin embargo piedra se refiere a cualquier fragmento de material mineral que este trabajado o modificado por los grupos humanos y el término roca se utiliza para describir un material o sustancia dura y sólida que está formada por una asociación de minerales y no ha sido modificada por la acción humana.

Pues bien, estas piedras fueron utilizadas por las sociedades humanas para representar un conjunto de grabados rupestres, casi siempre, al aire libre; se llevaba a cabo mediante la técnica de someterlo a la abrasión o rayarlo, de esta forma nuestros antepasados se comunicaban mostrando una historia. Su simbología es compleja y difícil de interpretar. Por eso, tenemos que recalcar que sobre el mundo de los petroglifos hay muchas hipótesis y todas ellas, hay que tomarlas con precaución.

En España, encontramos muchas evidencias de estos grabados, sobre todo, en la zona de Galicia, pero hoy nos vamos a centrar en los de La Palma (Canarias). Los primeros habitantes de La Palma, los benahoaritas o aborígenes (llegaron a la isla, en torno al s. II a. C, procedentes de África) vivían en cuevas y cabañas, y no conocían la navegación. Tenían una economía principalmente de tipo pastoril, eran pastores trashumantes, su cabaña ganadera (cabras, ovejas, cerdos…) servía no sólo para su subsistencia, sino también para la obtención de una gran variedad de utensilios, que son necesarios en la vida cotidiana de una comunidad, como los vestidos, mantas, calzados... El control de las manadas se realizaba mediante el uso de perros. El suministro de la carne procedía de la ganadería doméstica que sacrificaban a lo largo de todo el año. Pero, también practicaron la xinofagia (consumo de carne de perro y gato), que pudo ser ritual o bien consumida en los períodos de catástrofes naturales, donde se carecía de alimentos. Cuando llegaba la época estival, que la carne es más escasa, se practicaba la pesca.

Una de las hipótesis más aceptadas, en esta zona, en cuanto a la interpretación de los petroglifos es que en los santuarios se llevaban a cabo ritos de lluvia. El agua era un recurso vital para la supervivencia de los antiguos palmeros, su abundancia o escasez marcaba el ritmo de sus actividades cotidianas. Así, el agua era un elemento esencial que garantizaba la supervivencia de las personas y animales domésticos, puesto que, su abundancia o escasez marcaba los ritmos de la vida cotidiana. El agua significa vida, pastos, comida, fertilidad, fecundidad, abundancia, futuro, etc.

En La Palma se han registrado más de quinientas estaciones de grabados de tipo geométrico. Este tipo de petroglifo geométrico constituyen entre los aborígenes, una de las manifestaciones prehispánicas más interesantes y espectaculares de la Isla. El primer grabado que se encontró en ella fue en 1752, en la cueva de Belmaco (Mazo), su paralelo más próximo se encuentra en el noroeste de África.

En la Caldera de Taburiente es la zona donde más se concentra la actividad del pastoreo desde hace dos mil años. De ahí, que muchos de los yacimientos que se han registrado están en la parte superior de los lomos que conducen a los campos de pastoreo estacionales de la cumbre. En estos campos de pastoreo estivales existen innumerables paraderos pastoriles (puestos de vigilancia y control de las manadas de ovicápridos), asociados a los grabados rupestres, casi siempre concentrados en torno a diques, resaltes rocosos o lugares elevados desde los que se dominaban amplias extensiones de terreno. Algunos petroglifos están colocados de forma estratégica que son claramente visibles para quienes transitan por esos parajes, indicándoles los diferentes puntos de agua, así como las sendas pastoriles, campos de pastoreo, demarcaciones territoriales, etc.

A ello, hay que añadir, que también podría vincularse a marcadores topográficos como, por ejemplo, los denominados “soliformes” que podían representar los distintos asentamientos que se denominan desde allí y los pastizales que tenían asignados, así como, los senderos para llegar a hasta ellos. Estos soliformes (círculos radiados) podrán vincularse también con símbolos solares o lunares, como podrían ser determinadas espirales.

Las fuentes naturales que tiene la isla, sobre todo en las que no se secan nunca, se sitúan algunas de las estaciones de grabados rupestres más grandes y vistosos. Estos lugares eran una especie de santuario a los que se acudía para pedir a sus dioses que les mandase las deseadas lluvias.

La temática de los petroglifos está bien diferenciada respecto a los motivos realizados mediante la técnica del picado, destacando los grupos de cruciformes, reticulado, naviformes, dameros, signos alfabetiformes, zoomorfos, etc. Asimismo, sobresalen los trozos rectilíneos paralelos en horizontal o en vertical, que se ubicase en afloramientos rocosos o rocas sueltas situadas, como hemos comentado antes, junto a los senderos, las fuentes, en medio de los cercados asociados a asentamientos pastoriles, en los campos de pastoreo, de alta montaña. Tenemos que decir que los grabados rupestres de la isla, se realizaron sobre todo tipo de materiales, aunque la gran mayoría de los paneles se sitúan sobre rocas y afloramientos basálticos y también sobre fonolita y granzón compacto. Las representaciones de espirales y semicírculos concéntricos lo encontramos también sobre las vasijas de cerámica.

La Palma, aparentemente, es una isla alejada en medio del atlántico pero, sin embargo, conserva un rico patrimonio histórico-arqueológico, que han sabido conservar y poner en valor, gracias a los trabajos que se han venido realizando con los diferentes proyectos de investigación como Corpus de Grabados Rupestres de La Palma, llevado a cabo en la década de los años 80 y 90 del siglo pasado; así como diferentes Cartas Arqueológicas, Preparque de La Caldera de Taburiente en 2022-2024. A raíz de la apertura del Museo Arqueológico Benahoarita (MAB), en 2007, se viene realizando labores de conservación y protección de los nuevos hallazgos de petroglifos dispersos por toda la Isla.

 

Círculos concéntricos adosado (Garafia)


Grabado por las dos caras con semicírculos concéntricos y meandriforme (El Paso).






domingo, 15 de junio de 2025

VILLA ROMANA DE LOS TÉRMINOS (MONROY-CÁCERES)

 

La dehesa es un paraje donde ha intervenido la acción humana en la naturaleza, es decir, es un ecosistema que se ha conservado, a lo largo de los siglos, muy bien. Si a estos bosques, poblados de encina, alcornoques, robles… le sumamos el ir y venir de los carboneros, abejarucos, rabilargos… es el marco ideal para visitar la villa romana de Los Términos, eso sí, muy temprano, el sol aprieta, en la dehesa.

La provincia de la Lusitania se extiende por Extremadura y la zona centro-sur de Portugal y fue conformada en tiempos de Augusto. La expansión que trajo la romanización, a la zona, se evidencia en el establecimiento de ricas villas, para la explotación agrícola y ganadera, es decir, se fueron expandiendo las villas, por la zona, para la romanización de los campos y el medio rural.

A pocos kilómetros, de la población de Monroy, se encuentra la villa romana de Los Términos, llamada así, por su cercanía a la línea que separa los términos de Monroy y Talaván. Los primeros hallazgos, se produjeron en los años setenta, del siglo pasado, gracias a la inquietud de dos historiadores locales, Santiago García y José María Sierra, que elaboraron la Carta Arqueológica, de la zona. El profesor Francisco Jordá Cerdá, en esa fecha profesor de la Universidad de Salamanca, inició los trámites para que se realizasen las primeras excavaciones y, en 1971, se inició la primera campaña dirigida por D. José Rodríguez Hernández, también de la Universidad de Salamanca.

En el año 1981, se reanudaron las excavaciones bajo la dirección de Dr. Enrique Cerrillo Martín de Cáceres, de la Universidad de Extremadura, las campañas de excavación duraron hasta 1985.

El asentamiento se sitúa sobre dos colinas separadas por el arroyo Aguzaderas, que la divide en dos partes, una la pars urbana, sobre la colina sur, y pars rustica, sobre la colina norte, dos zonas bien diferenciadas. En la colina sur se sitúa la zona residencial (s. IV d. C), es decir, la zona destinada a las dependencias del señor y su familia y campesinos y siervos. En este conjunto de viviendas se conservan el comedor (triclinium), el salón (tablinum), habitaciones (cubícula), la cocina… Esta zona residencial se distribuía en torno a un patio central (peristilo) de forma rectangular y varias salas absidales que conservan mosaicos y, que al día de hoy, han sido expoliados y destruidos, al igual que, capiteles, fustes de columnas, lápidas; y un patio porticado rodeado de columnas, que sólo se conservan tres de mármol. A esta zona señorial, se incorporan las termas, talleres, almacenes y dependencias de los trabajadores y colonos, con unas estructuras típicas de las viviendas romanas. Se conservan multitud de tégulas, baldosas de barro y lajas de pizarra, que servían para el pavimento. Los muros se realizaron a base de bloques de cuarzo blanco y pizarra, materiales muy abundantes en la zona, unidos con barro o mortero de cal y arena. Las habitaciones más importantes estaban recubiertas de estuco y, también, se utilizaron ladrillos, tégulas y opus signinum.

La zona norte, se destinaba a las actividades agropecuarias y artesanales, y alojamiento al personal que trabajaba en la explotación.  El personal vivía en habitaciones de mala calidad constructiva, y escasamente ventiladas y dotadas de un simple hogar, éste estaba realizado sobre ladrillo y delimitado con lajas de pizarra. En esta zona, se concentraba la producción del cereal, que constituía la base de la producción de la villa, de ahí, la importancia de su conservación y almacenaje del grano. Parte del cereal cosechado se guardaba en una habitación llamada hórreum o granero, situado en la zona más alta de la colina. Se trata de una estructura rectangular sobre la que se disponía un pavimento de lajas de pizarras. Éste se encontraba elevado, con respecto al suelo natural, mediante una cámara de aire. El edificio constaba de muros de madera y una cubierta de material vegetal; por este motivo se encontraba aislado del resto de talleres, que utilizaban el fuego. En esta zona también se situaban las cuadras, establos para los animales y almacén donde se guardaba la lana, debido a las evidencias de que se han hallado peines de hierro, para cardar la lana, al igual que los cencerros para las ovejas, fueron realizados en el fogón de la villa.

La villa de Monroy disfrutaba de una excelente ubicación, ya que, se encontraba cerca de Norba Caesarina y Emérita Augusta y, también, estaba muy cerca de la vía de la Plata, que le garantizaba un comercio e intercambio, con las villas de la zona.

Sin lugar a dudas, una magnífica villa, que hasta la fecha hay muy pocas excavadas, en su integridad, y que se ha conservado bastante bien, a pesar de los todas las adversidades que ha sufrido a lo largo de estos años, pero parece ser que la Junta de Extremadura ha sabido conservar, como viene haciendo, bastante bien su patrimonio;

Referencias:

-Enrique Cerrillo Martín de Cáceres, 1984: La vida rural romana en Extremadura. Ed. Universidad de Extremadura. Cáceres 1984.

-Enrique Cerrillo Martín de Cáceres et al., 1988: Excavaciones en la villa romana de Monroy (Cáceres). 1981-1985. Extremadura Arqueológica I.










lunes, 2 de junio de 2025

SAQQARA

 

Todo viaje tiene un objetivo, todo objetivo tiene una consecuencia, nuestra consecuencia es que Isis & Nefertiti se aliaron e invocaron a las dos triadas capitolinas, para ascender por el Nilo y llegar a Saqqara. Pero ¿qué es Saqqara?

Saqqara es uno de los yacimientos arqueológicos más rico y variado de Egipto. No tiene, el atractivo que pueda tener, por ejemplo, las pirámides de Giza, que es donde se acumula todo el turismo, que viaja a Egipto; pero su reciente restauración-consolidación y apertura la ponen en el punto de mira del mundo funerario, que se levanta, en la orilla occidental del Nilo.

Las últimas excavaciones realizadas en Saqqara, han confirmado recintos funerarios que van desde el 2.890 a. C hasta el 1.069 a. C, lo que nos confirma que todo este complejo de necrópolis y conjuntos funerarios, son una evidencia de que Saqqara fue usada como necrópolis desde el Reino Antiguo hasta el Nuevo Reino. Ha sido un centro de estudios, para la egiptología, dónde han participado diversidad de proyectos de investigación, de toda la geografía; y ha acumulado muchas horas de documentales.

Visitar Saqqara no es visitar cualquier lugar, es contemplar la primera pirámide escalona de la Historia y sus múltiples tumbas privadas de los altos funcionarios, que son conocidas como Mastabas. En este complejo, la pirámide escalonada es la que domina en todo el espacio, dándole una dimensión y perspectiva única, dónde el pasado se encuentra con el presente, en una sola dimensión. Stephen Hawking y Thomas Hertog publicaron que el pasado no existe, independientemente, del presente o de la observación que hacemos en el momento. De aquí, que el faraón Djoser (2.780 a. C) hizo de Saqqara el cementerio real más prestigioso de Egipto y, yo diría, del mundo.

El edificio es el más antiguo, de piedra, construido del Egipto faraónico y es la construcción más impresionante de la necrópolis de Saqqara. Los elementos arquitectónicos principales se presentan de dos en dos, que indica que todos los rituales y las actividades se realizaban dos veces: primero como rey del Alto Egipto y luego como rey del Bajo Egipto. Toda esta obra faraónica se debe al primer arquitecto Imhotep; las primeras tumbas estaban construidas con adobe, secado al sol, pero no se había construido aún nada en piedra. Para ello, Imhotep diseñó un tipo de escalones simbólicos que permiten que el alma del faraón se eleva al cielo, llegaron alcanzar una altura de 60m, con una cámara funeraria en la parte inferior de 28m, de profundidad. La cámara está rodeada por una serie de habitaciones y un pasillo para acomodar los muebles y objetos del rey. La sala hipóstila que sirve para dar paso a la famosa entrada de la pirámide es, sencillamente, espectacular.

Al noroeste de la tumba de Djoser, se encuentra la mastaba familiar de Mareruka, que fue canciller del faraón y gobernador de Menfis. Aquí, fue enterrado con su familia. Su tumba es una de las mejor conservadas del imperio Antiguo. Una enorme estatua, en el centro, que representa Mareruka, es una de las más bellas, sus paredes a base de bajo relieves policromados es una representación de la perfección.

En todo este recinto se encuentra, también, la pirámide del faraón Userkaf o la Mastaba de Mehon, pero también hay pequeñas tumbas privadas que abarcan más de 3.000 años de historia egipcia; y cientos de estructuras relacionadas con los ritos funerarios de una polivalente religión egipcia.

En general, toda la arquitectura que encierra todas estas pirámides y mastabas; así como, sus perfectos relieves policromados plasmados en sus paredes, es como, hacer un recorrido por la vida cotidiana de los egipcios, que nos reflejan cómo eran sus trabajos agrícolas, barcas de pesca, su ganadería, hornos de pan, hornos de fundición, su espiritualidad, sus danzas… todo plasmado, con una exquisita maestría, es decir, es como leer un libro sobre la vida de los tiempos del faraón.

Nuestra última visita la realizamos al Museo de IMHOTHE, que fue inaugurado en el año 2006 y fue un proyecto de museo muy deseado del arquitecto Jean-Philippe Lauer, que pasó muchos años excavando en la zona. Su objetivo era que los visitantes pudiesen contemplar y comprender el conjunto monumental funerario, del rey Djoser y, por supuesto, la obra de su arquitecto Imhothe, en el mismo lugar. Todo el conjunto está construido en piedra calcárea blanca con un diseño museístico moderno y funcional, que junto al Gran Museo del Cairo, sitúan a Egipto en un nivel Internacional. Es un museo que está concebido como centro de conservación y de investigación de los interrogantes que aún se conservan en las arenas del desierto de Saqqara.


Pirámide escalonada de Djoser en Saqqara

Sala hipóstila que da paso a la entrada de la Pirámide escalonada de Djoser




Templo de la Pirámide escalonada de Djoser que consta de 40 columnas fasciculadas que tienen forma de haz de cañas, entre cada dos columnas había una estatua del rey Djoser, declarándole como rey del Alto y Bajo Egipto. Las ocho columnas de la entrada conectadas de dos en dos fueron reconstruidas.

La casa del sur, se encuentra en la parte norte del recinto. Su fachada decorada con cuatro columnas que en cada cúspide tenía forma de flor de loto, el símbolo del Alto Egipto.

La mañana avanza y el sol se pone a 42 grados en Saqqara...

Complejo funerario de Saqqara.

Entrada a la Pirámide de Teti.

En 1979, el conjunto de Menfis con sus necrópolis y campos de pirámides (Guiza, Abusir, Saqqara y Dahshur) fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



Representación de Mareruka en un nicho de su tumba en la sala de los seis pilares. Mareruka fue un alto funcionario al servicio del faraón Teti.


Representación de una puerta falsa que rodeaban todo el edificio.

Bajo relieve dentro de una de las pirámides del complejo de Djoser.

Estatua esculpida en piedra calcárea de un alto funcionario anónimo sentado.

Estatua de piedra calcárea que representa a un escriba sentado con las piernas cruzadas y con un papiro desplegado.

Dos magníficas estatuas de tamaño natural de madera recubiertas de estuco y pintadas con brillantes colores, pertenecientes al jefe de justicia y visir Ptahhotep. Fueron halladas en 1940 en su tumba de Saqqara.

Colosos de Memnón. De derecha a izquierda: Milagros Sánchez, Mª José Dávila, Esperanza Mata, Mª José Lozano, Lourdes Márquez e Isabel Cáceres.






Nuestro objetivo se cumplió...