viernes, 11 de mayo de 2012

MUSEO NACIONAL DE ARQUEOLOGÍA SUBACUÁTICA (ARQUA)

Cuando visitas la región de Murcia te llevas una grata sorpresa por su rico Patrimonio Histórico y Cultural que encierran sus muros, sobre todo la ciudad de Cartagena, donde podemos hacer un recorrido desde la Historia Antigua hasta la más Moderna. Y, sobre todo, cómo han sabido incorporar todo este Patrimonio Arqueológico a su ciudad más nueva y urbana.
Si visitamos esta ciudad no debemos de dejar de adentrarnos en su Museo Nacional de Arqueología Subacuática.


Adentrarte en el edificio, ya es sumergirte unos metros adentro del mar Mediterráneo, en su puerto marítimo, donde se encuentra ubicado. Ha sido galardonado con el premio Nacional de Arquitectura. El museo cuenta con dos espacios, bien definidos, uno dedicado a la construcción naval y la navegación; y otro, a los pecios y puertos del Mediterráneo. Una parte del museo alberga un gran anforario con réplicas, de los diversos tipos de ánforas, que eran los recipientes de líquidos de la época y 


se ha convertido en el fósil director, de las excavaciones subacuáticas, al encontrarse esparcidas por todo el Mediterráneo albergando el centro diferentes tipos, así como, una sala con archivos de documentación administrativa, fotografías y planos.  En su recorrido podemos disfrutar de materiales tanto fenicios, cómo del mundo púnico, helenístico y romano.
Una de las piezas más emblemáticas del museo son los restos del barco fenicio Mazarrón 1 y 2. Los restos de la embarcación de Mazarrón 1 son de la segunda mitad del s. VII a.C., se encontraron en la playa de la Isla, en Mazarrón, y fueron excavados entre 1993 y 1995. 
El pecio apareció fragmentado e incompleto, conservándose únicamente la quilla, realizada en madera de ciprés, y los restos de cuatro cuadernas, realizadas en madera de higuera. Parece ser que el interior del barco estuvo con resina, seguramente para afianzar su estanqueidad.
La embarcación de Mazarrón 2 se halló casi completa, de modo que podemos observar su estructura interna perfectamente: quilla, cuadernas, roda y codaste, carlinga…Pero además, de la estructura del barco, a un metro de la proa, se encontró el ancla prácticamente completa, y en el centro de la embarcación, un cargamento de lingotes de metal de plomo y varios elementos de la tripulación, cómo una ánfora, un molino de mano y restos de cabos de esparto. La embarcación está datada en la segunda mitad del s. VII a.C.


El museo cuenta con una pequeña vitrina donde se recoge la fauna encontrada, en una de las embarcaciones, y se han conservado restos de huesos de cabra, conejo y algo de bóvido.


En otra vitrina, nos encontramos con restos de defensas de elefantes, muy bien conservados, parece ser que, en los años 50 del siglo pasado, en el bajo de la Campana, en la manga del Mar Menor, se decide bombardear una formación rocosa situada casi en superficie que hacía encallar a los barcos, para evitar más desastres, y es 


en ese momento cuando se descubre un yacimiento con varios pecios, uno de ellos de época fenicia. En el cargamento de este barco destaca una serie de colmillos de elefantes, dotados entre los s. VII y VI a. C., cuya materia prima probablemente se destinaban a los talleres eborarios de la Península Ibérica o del Próximo Oriente. Algunos de ellos tienen inscripciones en caracteres fenicios.


Realizar una visita al Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena es un lugar, que no te dejará indiferente ya que, nos aporta una rica información de la cultura de estos pueblos, quiénes eran, de dónde venían, qué materiales utilizaron en su elaboración y construcción de las naves, cómo navegaban, qué comercializaban y qué comían.

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