En
el yacimiento del Cerro de los Batallones (Madrid), se viene
trabajando desde el año 1991. Se
descubrió a raíz de los trabajos de
extracción de sepiolita, de la empresa minera de Tolsa, y es considerado uno de
los yacimientos más rico, en especies de carnívoros del mundo, campaña tras campaña
van dando a luz, su riqueza paleontológica.
Estas
excavaciones están dirigidas por miembros del C.S.I.C, de Madrid y subvencionada
por la Comunidad Autónoma de Madrid y, en 2001, fue declarado Bien de Interés
Cultural.
Los
restos de fauna que se registran en este yacimiento tienen una antigüedad de
nueve millones de años y debido a la situación estratégica, del yacimiento, que
actúa como trampa natural, es lo que ha permitido que los restos de fauna, se conserven en
perfecto estado.
El yacimiento consta de diez hoyos, con sedimentos detríticos,
de los cuales en nueve de ellos se han registrado restos óseos y, donde
posiblemente, la erosión haya destruido algunos más.
Cráneo de felino con dientes de sable. Foto: Sergio González. |
Estas
cavidades actuaron como trampas naturales que atraían a los carnívoros, que
eran más ágiles y tenían facilidad para entrar. En estos hoyos se formaron
también lagos efímeros, con mucho barro, en dónde los animales que iban a beber
quedaban atrapados, sobre todo, los de gran tamaño, como eran los rinocerontes,
jirafas, tigres dientes de sable, hienas, tortugas gigantes…
Una
de las riquezas paleontológicas del yacimiento son los grandes felinos con
dientes de sable ,Promegantereon y Machairodus, que se extinguieron hace unos 11.000
años.
Estos
felinos con sus enorme caninos cazaban presas muy grandes, debido al
hiperdesarrollo de sus colmillos, mataban a sus presas clavando sus enormes
sables, en el cuello de las víctimas, eran mucho más rápido que por asfixia, porque
cortaban el suministro de sangre al cerebro, de esa forma no necesitaban una
mordedura poderosa. Se extinguieron debido a la desaparición de los grandes
herbívoros, en los que eran especialistas.
Excavación en Cerro de los Batallones |
El
hallazgo más importante de esta campaña de excavación ha sido el
registro de una pieza dental, el primer molar inferior, que confirma que en
esta zona vivió el oso panda rojo, Ailurus
fulgens.
Se trata de un animal de mediano tamaño y de dieta vegetariana, y
sólo se encuentra en el Himalaya.
De ésta
especie ya se habían encontrado ancestros años anteriores en otros yacimientos
de Madrid, como Estación Imperial y en Príncipe Pío; por lo que este hallazgo
servirá para completar la rama evolutiva de esta familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario