Juan Vilanova i Piera nació en Valencia en 1821, y murió en Madrid en 1893. Desde muy pequeño se inclinó por las ciencias. Podemos decir que fue un hombre polifacético y científico; se dedicó a varias disciplinas como la medicina, geología, paleontología, fue agrónomo y prehistoriador. Primero cursó los estudios de medicina, que compaginaba con la carrera de Ciencias Naturales, que era más bien, un complemento para entender la primera. Prácticamente a los 25 años era médico, aunque nunca llegó a ejercer como tal, y se licenció en Ciencias Naturales.
De su ciudad natal, se traslada a Madrid, para cursar los
estudios de doctorado en la Universidad Central (dicha Institución era la Universidad
de Madrid, que más tarde sería la Universidad Complutense de Madrid).
En esta época, Vilanova ya sentía una verdadera inclinación
por la Geología. Se presentó a varias plazas de Cátedra, pero no ganó ninguna,
consiguiendo la de Oviedo unos años más tarde, sin embargo, en vez de irse para
Asturias, emprendió un viaje científico por toda Europa, viaje que duró varios
años, y le sirvió para relacionarse con los intelectuales de la época, sobre
todo franceses, y estar en los foros de discusión científica más
sobresalientes.
Juan Vilanova fue una de las piezas claves en la configuración
de la arqueología prehistórica, que se iniciaba en aquellos años como
disciplina científica. La noción de prehistoria se generalizó entre los círculos
académicos durante la segunda mitad del s. XIX. Los primeros países pioneros
fueron Gran Bretaña, Alemania, Francia y Países Escandinavos. Empezaron a
fijarse en los materiales encontrados, casualmente, en las minas, canteras y
obras de ingeniería. El interés por el estudio de estos primeros momentos
estaba centrado en la periodización de la prehistoria, la clasificación
tipológica de los materiales o la antigüedad de la especie humana. Vilanova, en
España, fue un pionero esencial en el estudio de esta materia.
La amistad que fraguó con Mariano
de la Paz Graells (que llevó a cabo la primera excavación paleontológica en
el yacimiento de San Isidro, en concreto los restos de Elephas antiquus), le sirvió para que éste le solicitara la plaza
de la Cátedra de Geología y Paleontología, en la Facultad de Filosofía, de la
Universidad Central.
Después de unos años de trabajo intenso aquí, realizó un “Manual
de Geología” que se convertiría en libro de texto de los futuros estudiantes, y
descubrió una nueva especie como Cyclostoma
Vilanovnum; llevó la publicación de “El Compendio de Geología”, que fue
donde se describen por primera vez en España los restos de dinosaurios. Estos
trabajos, le mantuvieron apartado de las nuevas corrientes que iban surgiendo
en el resto de Europa.
Así, en 1864, sintió la necesidad de volver a viajar a Europa
para tomar nuevos aires y poder retomar los contactos con sus colegas franceses.
De esta forma, descubrió el avance que estaban adquiriendo los estudios
arqueológicos, principalmente los de Prehistoria, a raíz de los descubrimientos
que se estaban produciendo en Francia, y de las teorías de Charles Darwin.
A su vuelta, Vilanova formó parte de la comisión para
elaborar los estatutos de la creación de la Sociedad Antropológica Española,
que en Francia ya existía una.
Uno de sus rasgos más característicos, era su constante
estudio e investigación, lo que le llevaba a participar en casi todos los Congresos
Internacionales que se convocaban, sobre todo los que tenían una temática
relacionada con la Prehistoria, Geología, Antropología, Paleontología… Digamos
que fue el científico más heterogéneo de la época, y también, el más
internacional.
Entre sus amistades se encontraba el gaditano Francisco Tubino y Oliva, que se trasladó
a Madrid y entró a formar parte de los círculos científicos y académicos más
progresistas de la época. Se destacó por su labor en la divulgación de la
Prehistoria, formando parte de este círculo otro gaditano como Antonio Machado y Nuñoz (el que fuera
abuelo de los escritores Antonio y Manuel Machado).
Entre ellos, se fue forjando una amistad promovida por su
pasión por la Historia, y juntos asistieron al Congreso Internacional de
Antropología Prehistórica, que se celebró en Inglaterra en 1868. Pusieron en
marcha la sociedad de Antropología de Sevilla, en 1871.
Juan Vilanova enseñaba Geología y Paleontología en Madrid. En
1872, publicó su obra Origen, Naturaleza
y Antigüedades del hombre, se puede decir que fue el primer manual de
Prehistoria publicado en España. Es más que nada, un reflejo de cómo se
encontraban los estudios prehistóricos en aquella época, y realizó un estudio
exhaustivo de los descubrimientos que se habían llevado a cabo en la segunda
mitad del s. XIX.
Junto a Tubino, viajaron por tierras andaluzas en busca de
restos arqueológicos y paleontológicos. Recorrieron Suiza, Francia, Inglaterra,
Escandinavia, Italia, Bélgica y Portugal, para estar presentes en los Congresos,
donde exponían los avances llevados a cabo, sobre trabajos arqueológicos de los
yacimientos descubiertos, y sobre todo su colaboración en el progreso de la
ciencia.
De estos viajes, nuestros investigadores volvieron con una
rica colección de fósiles y útiles líticos, fruto del intercambio que
realizaron con los colegas de los diferentes países; también de la recogida de
los yacimientos que visitaron, pasaron a formar parte las nuevas salas de Prehistoria,
del recién estrenado Museo Arqueológico Nacional. Eran piezas que procedían de
Almería, Jaén, Córdoba, Granada, Huelva, Asturias, Cataluña, Cantabria,
Castilla la Mancha, Castilla y León, Madrid, Comunidad de Valencia, Extremadura
y Murcia. De yacimientos europeos como: Francia, Italia, Dinamarca, Gran
Bretaña, Portugal, Suiza y República Checa. Muchas de estas piezas fueron
donadas por Vilanova, al Museo Arqueológico Nacional y al Museo Nacional de
Ciencias Naturales, y el resto de la colección fueron vendidas al MAN, después
de su muerte, pero no fueron entregadas hasta 1942.
La real Academia de la Historia, estaba dirigida por el
malagueño Antonio Cánovas del Castillo
(1882-1897), bajo su dirección se propuso llevar a cabo varias iniciativas,
entre ellas la creación de una Historia
de España, que no existía hasta la fecha. Para este fin, se propuso
encargársela a varios academicistas de esta Institución. El investigador que más
destacaba en la época, en los estudios de prehistoria, era Juan de Vilanova,
que realizó un gran discurso sobre Prehistoria en 1889, año de su ingreso en
dicha corporación. En 1892, junto al almeriense Juan de Dios de la Rada y Delgado presentaron el volumen Geología y Protohistoria Ibéricas, que
formaría parte del primer volumen de la Historia de España, que fue escrita por
académicos de dicha Institución.
Esta obra salió adelante, a pesar de los múltiples problemas
que presentaban estos estudios en la época, como eran la escasez de registros y
medios, y sin una metodología de estudio.
A modo de conclusión, decir que el profesor Juan Vilanova i
Piera sentó una serie de premisas, que le han valido para ser uno de los
pioneros de la Prehistoria en nuestro país. Podemos considerarlo un hombre
avanzado, en su época, y que tuvo que enfrentarse a los prejuicios religiosos
de su tiempo, pero que él supo adoptar una posición intermedia, entre las
concepciones discrepantes, como el evolucionismo y creacionismo.
Otro de sus grandes esfuerzos fue demostrar la autenticidad
de las pinturas de Altamira. Tuvo que desafiar a toda la comunidad
científica, con el eminente Émile Cartailhac a la cabeza, y de la que se tuvo
que retirar.
Vilanova mantenía la existencia de una Edad del Cobre, de
raíz indígena, que era anterior a la Edad del Bronce. Otra de sus tesis era la
existencia de una época intermedia, entre paleolítico y neolítico, a la que él
denominó Mesolítico. A pesar de lo poco conocido que fue su trabajo, fue una de
las celebridades más prestigiosas de la prehistoria en la segunda mitad del s.
XIX, y un gran investigador y divulgador de los yacimientos valencianos en
aquella época. Empleó todos los medios de divulgación disponibles a su alcance,
para difundir sus descubrimientos, conocimientos e ideas.
El año pasado se cumplieron 200 años de su nacimiento. La
Diputación de Valencia y el Museo de Prehistoria de Valencia han llevado a cabo
una exposición para dar a conocer su legado. Esta muestra ha sido articulada en
torno a cuatro ámbitos de su vida. El fondo documental y bibliográfico de Juan
Vilanova en el Museo de Prehistoria de Valencia es excepcional, puesto que
reúne libros de reconocidos investigadores del s. XIX, que formaban su
biblioteca particular, manuscritos originales, correspondencia, cuadernos de
campo, dibujos…
Esta exposición puede ser visitada hasta el mes de junio de
2022.
Referencias:
- - Vilanova y Piera, J., 1872: Origen, Naturaleza y Antigüedades del Hombre. Imprenta de la Compañía de Impresores y Libreros del Reino. Madrid.
- - Vilanova y Piera, j., 1880: El Congreso internacional de Antropología y Arqueología prehistóricas. Anales de la Sociedad de Historia natural, Actas, IX, pp. 80-86.
- - Vilanova y Piera, J y Cánovas del Castillo, A., 1889: Discursos leídos en la Real Academia de la Historia. Madrid.
- - Ayarzagüena Sanz, M., 1990: “Orígenes de la arqueología prehistórica en España”. Revista de Arqueología, nº 105, pp16-24.
- - Deamos, María Belén.,1992: “Francisco María Tubino y la arqueología prehistórica en España”. Spal Monografías III. Universidad de Sevilla.
-P - Pelayo López. F., y Gonzalo Gutiérrez, R., 2012: Juan Vilanova i Piera (1821-1893), la obra naturalista y prehistoriador valenciano. Valencia: SIP del Museo de Prehistoria de Valencia.
- - Pelayo F., 2020: “Orígenes y circulación de las colecciones de prehistoria en los museos de Madrid”. Aulas, Museos y Colecciones, 7, pp 77-90

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