El
término Tafonomía viene del griego taphos:
enterramiento y nomos: leyes, y se
debe al paleontólogo ruso Efremov en 1940, que la definió como el estudio de un proceso cuyo resultado
final es que los restos de los organismos que sucumben en las diversas partes
de la Biosfera una vez fosilizados, se
convierten en parte de la litosfera, es decir, es la disciplina que se dedica a
las leyes de los enterramientos.
Efremov realizó un intenso
estudio sobre las alteraciones y modificaciones que experimentan los huesos desde
que el animal muere hasta que estos son enterrados. En sus primeras fases de
estudio, la tafonomía era considerada como una subdisciplina de la
paleoecología, actualmente forma parte tanto de los estudios paleontológicos;
como arqueológicos. Pero ¿QUÉS ES LA TAFONOMÍA? vamos a ver, a groso modo, el recorrido que ha experimentado ésta
disciplina en las investigaciones recientes.
Como he comentado, Efremov fue uno de los primeros en dedicarse al estudio de la tafonomía, aunque
, luego la disciplina tuvo un parón debido a la segunda guerra mundial, sin
embargo, más tarde Müller diferenció la bioestratinomía de la diagénesis, como
dos fases diferentes del proceso tafonómico.
Aunque Efremov y Müller, ya en los años 1940 y
1950, nos estaban dando los planteamientos tafonómicos bajo una metodología
analítica y evolutiva, sobre los procesos que influyen en la formación de un
yacimiento y los fenómenos que actúan en su destrucción.
Hay que destacar también, los trabajos pioneros de Behresmeyer y Kidwell, que definen a ésta
disciplina como el estudio de los procesos de preservación y cómo han afectado
a la información en el registro fósil, es decir, qué agentes naturales o
humanos permiten explicar la presencia de los elementos óseos en los
yacimientos.
La metodología que han llevado a cabo se basa principalmente en dos
hechos fundamentales: uno es la cantidad de huesos acumulados en el lugar, y
otro, el tipo de sedimentación que ha intervenido en el enterramiento. En ello
han influido factores como: abundancia de vertebrados, la cercanía de los
huesos a ambientes deposicionales, disposición potencial de los huesos, la
proporción de huesos que muestran exposición atmosférica y actividades de
carnívoros.
Las
investigaciones tafonómicas que han adquirido más auge y han generado mas
información e interpretación han sido
los trabajos angloamericanos, vinculados principalmente, al estudio de
asentamientos del Plioceno-Pleistoceno, de África.
A pesar de que las investigaciones
tafonómicas son bastante recientes para los prehistoriadores, ya que, no ha
sido hasta los años 1980, cuando han tenido una mayor importancia, gracias a
los estudios de los investigadores/as que intentaban dar luz a la
interpretación de los procesos de pre-enterramiento para llegar a conclusiones
de los comportamientos de las comunidades prehistóricas, sobre todo en
yacimientos del Plio-Pleistoceno.
Aquí, en nuestro país, los estudios
de Fernández López, han dotado a dicha disciplina de una teoría y una serie de
contenidos metodológicos, conceptuales y finalidades. Para él, los restos óseos
son generadores de información, ya que cada uno de los procesos que han experimentado
pueden manifestarse en el grado y tipo de preservación y en las características
macro y microscópica de los elementos.
La Tafonomía nos ayuda a distinguir la
sincronía y diacronía de los procesos desarrollados por los diferentes
fenómenos y/o procesos en un resto óseo. Ésta disciplina tiene en común, con la
zooarqueología, el interesarse por los valores informativos que suministran los
fósiles, más allá, de la identificación taxonómica de los organismos que
representan, de las cuestiones de anatomía comparada y de biología o filogenia
que pueden ilustrar.
Aunque, las posibilidades de
conservación de los restos óseos son limitadas, ya que, muchos elementos se
pierden por la destrucción de los carnívoros, el clima, los suelos ácidos, por
desplazamientos de corrientes de agua, etc., hay numerosos factores que ayudan
a que los restos faunísticos persistan hasta su exhumación.
Mediante los estos estudios,
un arqueólogo/a pretende conocer cómo han llegado al yacimiento los restos
óseos y qué procesos han experimentado hasta su exhumación; por
tanto, proporciona a la arqueología nuevos instrumentos teóricos y
metodológicos que nos permiten caracterizar las modificaciones físicas,
químicas y biológicas por los que atraviesa todo organismo.
Frente a las concepciones antropocéntricas, que
han prevalecido en los estudios arqueológicos hasta los años 1960, ésta disciplina permite insertar la actividad humana en su marco natural. Así entendida, la Tafonomía
no sólo permite acercarnos a la paleoecología de los homínidos, sino que nos
ayuda a discernir los procesos generados por los seres humanos de los restantes
agentes y nos da las bases sólidas de inferencias paleoeconómicas.
Cualquier yacimiento con un
registro donde hayan participado seres vivos sufre una serie de fases hasta su
formación como fósil, como es la muerte, el enterramiento y el descubrimiento. Luego
podemos afirmar ella estudia el efecto de los procesos posmortem, es
decir, el enterramiento y la preservación de los conjuntos fósiles, y para su
estudio se requiere del conocimiento de varias subdisciplinas, una la Bioestratinomia
(de bios-vida; stratum-capa;
nomos-ley) que se encarga de investigar los procesos que ocurren entre la
muerte del organismo y su enterramiento, mientras que la Fosildiagénesis
(fodere-excavar; día-a través,
génesis-formación) estudia los procesos de fosilización que ocurren después del
enterramiento.
Referencias:
BEHERENSMEYER, A.K y KIDWELL, S.M., 1985:
"Taphonomy´s Contributions to Paleobiology”. Paleobiology, 11 (1), pp. 105-119.
CÁCERES SÁNCHEZ, I., 203: La transición de las
sociedades cazadoras-recolectoras a pastoras-agricultoras en el mediodía
peninsular a través de los restos óseos .Modos de vida y de trabajo de las
sociedades cazadora y productoras. BAR. International. Series
1194. Oxford. Londres.
EFREMOV, J. A., 1940: "Taphonomy: A new
branch of paleontology". Pan
American Geologist, 74. pp. 81-93.
FERNÁNDEZ
LÓPEZ, S., 1986: “Sucesiones Paleobiológicas y Sucesiones Registráticas. (Nuevos
conceptos paleontológicos)”. Revista
Española de Paleontología, 1, pp. 29-45. Madrid.
MÜLLER,
A.H., 1951: “Grundlagen der Biostratonomie”. Abt. Dr. Akad. Wiss, pp. 1-147. Berlín.
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