La cueva de Chauvet, también
conocida como cueva de Pont-d´Arc, en el sudeste de Francia, fue descubierta en
el año 1994 por tres espeleólogos, entre ellos, se encontraba Jean-Marie
Chauvet, guarda forestal de la zona de L´Ardèche, su pasión era explorar
cuevas, de ahí, que la cavidad lleve su nombre.
Desde su descubrimiento ha
recibido un trato especial por la excepcionalidad de sus pinturas, hasta la
fecha, no registrada en ninguna otra cavidad prehistórica, de todo el mundo. La
calidad de las pinturas, su temática, así como, la técnica empleada la hacen
única en su género.
Al poco tiempo de ser
descubierta, pasó a ser propiedad del estado francés, que la declaró Monumento
Histórico, en 1995, y pasó a formar parte del Patrimonio Mundial de la Unesco en
2014. A su interior, sólo ha accedido el equipo multidisciplinar que ha
participado en su estudio, encabezado por Jean Clottes.
Desde el principio, el Gobierno
francés ha sabido llevar a cabo su conservación y estudio; para darla a conocer
al público, en 2015 se construyó una
réplica. Es un espacio cultural de 3.500 m², en las proximidades de Vallon-Pont-d´Arc; y cuenta con
grandes espacios pedagógicos, con multitud de talleres, salas de exposiciones,
etc.
Se ha realizado una réplica o
recreación a escala real donde se ha intentado mantener la proporción de los
volúmenes originales de las diferentes galerías; se ha conservado todo el
contexto cultural y natural de la cavidad, intentado reproducir al milímetro
los diferentes elementos que la identifican, como pueden ser la humedad,
temperatura, suelos, restos óseos, hogares, elementos líticos...
-Los animales representados.
Los animales representados en la
cueva son bastantes interesantes, por un lado, están los asiduos animales de
caza, que se representan en la mayoría de cuevas prehistóricas, como son los
bóvidos, caballos, megaceros y bisontes; pero también se ha representado un
conjunto de animales que son depredadores para los grupos humanos, como leones,
panteras, osos, hienas, rinocerontes lanudos y mamut. Animales que apenas han
sido representados en el arte rupestre paleolítico. Llama la atención porque la
mayoría de estos animales no eran cazados por los grupos humanos, sino todo lo
contrario, eran bastantes peligrosos para ellos.
En un principio la cueva sirvió
de guarida de los osos y demás animales, era frecuentada tanto por los
cuadrúpedos como por los humanos, hasta hace 20.000 años, la entrada sufrió un
desprendimiento y fue bloqueada, sin otro contacto con el exterior hasta que ha
sido redescubierta, en 1994; de ahí, que las pinturas se encuentren en tan buen
estado de conservación.
En el suelo de la cavidad, se han
encontrado más de 4.000 fragmentos de huesos de oso (Ursus spelaeus) esparcidos. Esta especie, ahora extinta, era más
grande que los osos actuales. Podría pesar más de 500 kg y alcanzar los 3
metros de altura.
Este animal utilizaba la cueva para hibernar y a veces morían
allí, sus esqueletos acumulados, en el curso del tiempo, están diseminados por
toda la gruta. Sus huesos, raramente, han aparecido en conexión anatómica, sino
que, han sido desplazados por las escorrentías o por los propios congéneres. Se
han encontrado sus huellas en las paredes, algunas de estas marcas son
anteriores a los dibujos paleolíticos y otras son posteriores, esto indica que
hubo una frecuentación, razonablemente, alterna entre el oso y los humanos en
la cavidad.
También, se han recuperado huesos
de cánidos, hienas, lobo, pantera, ciervo, bisonte, caballos y cabras montés.
Las huellas del lobo se encuentran impresas en el suelo de arcilla, esparcidas
sobre todo en las primeras salas, que le servían de guarida.
Además de todos estos
restos óseos, en la cavidad se ha encontrado instrumentos de sílex y restos de
hogares.
-La ocupación.
La cavidad fue ocupada por los
grupos humanos en diferentes horizontes culturales del paleolítico, el
Auriñaciense y el Gravetiense. A través de los análisis de radiocarbono se han
datado en 30.000-32.000 BP, que corresponden con la cultura Auriñaciense y 24.000
- 27.000 BP, al Gravetiense. La muestra más antigua corresponde a 32.900 (± 490) AP, es decir, al
Auriñaciense. Este ha sido el periodo más productivo, en cuanto a cantidad de
pinturas.
En la ocupación gravetiense,
además de las pinturas, se han encontrado las huellas de un pie de un niño, de
unos 8 años, petrificadas en el barro. Este parece ser que caminaba con una
antorcha con la que se iluminaba y el carbón quedo marcado a lo largo de la
pared, por lo que ha podido ser datado. También, se ha registrado en esta época
restos carbonizados de hogares.
-Estética y técnica empleada.
La técnica artística empleada en
toda la cueva es de un valor inestimable. Su trazado es impecable, delicado y
armonioso.
Aunque, los animales
representados no son los más comunes en el arte paleolítico, tanto la estética
como la técnica tampoco son las más frecuentes. La cavidad dispone de dos
salas: la sala de color rojo (con pigmentos de óxido de hierro) o sala Brunel,
en honor a uno de los descubridores; y la sala de color negro (carbón) o sala
Hillaire. También hay una gran representación de grabados.
Los dibujos realizados con
pigmentos rojos se encuentran cerca de la entrada, donde se localizan los
dibujos con una misma temática y una misma técnica; como ejemplo están los animales
que aparecen en una actitud más estática, sin movimiento.
Esta sala impresiona por la
cantidad de puntos rojos que tiene, en verdad, se trata de huellas de la palma
de la mano derecha que han sido coloreadas con pigmento rojo; se aprecia una
diferenciación de tamaños, lo más posible es que fueran realizadas tanto por
adolescentes, como por mujeres; y otras de mayor tamaño corresponden a
individuos adultos.
Es la primera vez, que se tenga
constancia, de que se utiliza esta técnica en el arte parietal, nunca había
visto representada la palma de la mano, por eso me ha parecido algo
sorprendente y emocionante.
También, se encuentran
representadas manos en positivo y en negativo en color ocre, con la técnica del
soplado esparcido por el contorno de la mano, así como, representaciones de
sexos femeninos y una serie de puntos formando figuras, sin una representación
clara.
Los gestos de los animales están
sumamente conseguidos, la técnica de sombras y relieves es perfecta. Una vez
que vas visionado muchas cuevas con arte parietal, te das cuenta, que los
grupos humanos que ocuparon esta cueva eran grandes creadores o renovadores del
arte parietal; la técnica utilizada era muy refinada.
Lo podemos ver, por ejemplo, en
el panel de los caballos. Es una escena de cuatro cabezas de caballos que se
encuentran de frente, pero si nosotros nos movemos un poco podemos apreciar
como ellos se mueven, es lo que hoy llamamos tridimensional. También, podemos
observar en algunas patas de los animales, como han utilizado la perspectiva
para darle la sensación de movimiento.
Otra técnica que utilizan es la
del difuminado para crear una percepción volumétrica, y se intenta representar
escenas de animales en profundidad, produciendo grandes escenas con un gran
naturalismo y movimiento.
A continuación
de la sala roja, se encuentra la sala de color negro donde destacan las figuras
principalmente por su enorme tamaño y abundancia. En una parte sobresale los
grabados de caballos, un mamut y un búho. En el interior, de la misma, se representan
una magnifica composición de caballos, uros en movimiento y rinocerontes.
También, se entremezcla los caballos con los leones. Sorprende el realismo de
las cabezas de los leones.
En la sala del
fondo destaca el gran panel de pinturas en negro con una excelente composición
de leones, a tamaño natural, 17 rinocerontes y cabezas de bisontes; sobrecoge
sobre todo su gran expresividad y naturalismo.
Aprovechando la
forma de una de las estalactitas se representa una “Venus” vista de frente. La
figura se limita al triángulo del pubis y parte de las piernas. Su
voluptuosidad es típica de la Venus escultórica del periodo Auriñaciense o
Gravetiense.
Los grupos
humanos que se adentraron en esta cavidad eran grandes conocedores y
observadores del comportamiento animal del momento, como cazaban o cómo
actuaban, entre ellos. Así, lo han reflejado en las diferentes escenas. Muchas de
estas especies aparecen agrupadas formando manadas, en actitud de carreras e
incluso como los felinos están en el momento de iniciar la carrera tras su
presa; o bien los rinocerontes que atacan en actitud de embestida.
Visitar esta
cueva creo que es de obligado cumplimiento, para indagar en el conocimiento del
arte paleolítico donde el realismo de sus pinturas, te trasladan al mundo
ancestral.
Baffier,d.,2015: La grotte ornée. Chauvet - Pont - d´Arc. Editions Ouest-France.
Réplica de la cueva en hormigón. |
Centro de Interpretación de la cueva. |
Panel de palmas de manos, en pigmentos rojos. |
Gran bisonte superpuesto a numerosas marcas de garras de osos. |
Escena de combate entre dos rinocerontes, datadas respectivamente en 30940 + 610 BP y 32410 + 720 BP. |
Cabezas de felinos superpuestas en una búsqueda de la representación de la perspectiva. |
Grupo de rinocerontes. |
Bisonte con la cabeza de frente y rinoceronte con trazos rojos. |
Oso dibujado en ocre. El relieve de la pared ha sido utilizado para hacer los volúmenes del hombre y de la panza. |
Bisonte huyendo de un grupo de felinos. |
Grabado realizado con el dedo de una representación de un búho. |
Acumulación de restos óseos |
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