La caza, como hemos comentado
en otras entradas, es una actividad que cumple una función social en el sentido
que se realiza en grupo y con el objetivo de alimentar a toda la comunidad, estableciéndose
así una reciprocidad entre sus miembros. Para llevar a cabo éste trabajo se elaboraron
una serie de herramientas. Hoy nos vamos a centrar en las lanzas arrojadizas de
mano o jabalinas, bien de madera o de hueso. No vamos a entrar a valorar otros
tipos de lanzas.
Matizamos que la madera es un
material que se encuentra en abundancia en la naturaleza y además es muy
voluble, y asimismo es muy frágil a la descomposición, por lo que es difícil
encontrar restos en el paleolítico. Aún así, se han encontrado fragmentos
bastante bien conservados, gracias a las características del suelo, y casi todos
los hallazgos han sido en ambientes muy húmedos.
La lanza, hasta la actualidad,
podemos considerarla como la primera arma de mano, que fue concebida como medio
de protección personal frente a los animales salvajes y también facultó a los
humanos a enfrentarse a los depredadores; además les facilitaba las tareas de
ojeo, persecución y acecho. Aunque también, hay que tener en cuenta que las
lanzas arrojadas a mano tienen un papel importante en la evolución humana, su
rendimiento y efectividad, como arma de caza, sigue siendo poco conocida, aunque
los trabajos de experimentación que se están llevando a cabo, están dando
respuestas sobre los comportamientos de estos grupos humanos.
Es por tanto un objeto o
artefacto que es básico para entender la evolución social y cultural de los
homínidos. Podemos definirla como un arma realizada en madera cuyo extremo es
puntiagudo. Su simplicidad es la que la hace excepcional, ya que, tiene un gran
alcance, es letal y es un arma muy simple, pues sólo se necesita una rama de
árbol consistente.
Estas puntas mataban por
penetración en un área vital del animal, normalmente, se arrojaban contra una
presa o bien para rematar a un animal indefenso en una trampa o bien después de
hacerlo correr hasta el agotamiento que fue una técnica utilizada en el
paleolítico.
El primer registro que tenemos
hasta la actualidad es la lanza de CLACTON-ON-SEA
(Inglaterra), fue encontrada por un aficionado a buscar herramientas líticas.
Se halló en 1911, está elaborada en madera de tejo. En un principio era recta
pero debido a un mal almacenamiento y conservación fue deformándose y adquirió
una forma curva. Su datación está en 420.000 años. Según los análisis, han
demostrado que, fue raspada con una herramienta de pedernal, de las que se
conocen como clactoniense, y la elaboraron los Homo heidelbergensis.
Otra muy antigua es la lanza
de BAD-CANNSTATT (Stuttgart,
Alemania), que se encontró en una cantera de travertinos. Las últimas
dataciones que se han obtenido son de 400.000 años, lo más característico de
éste yacimiento es la excelente conservación de los restos orgánicos, tanto de
vegetales como de animales.


Lanza de SCHÖNINGEN (Alemania), en el norte del país. Es un yacimiento al
aire libre, que corresponde a una turbera de una mina de lignito, que se viene
excavando desde 1995. En este lugar se han localizado más de 20 yacimientos que
datan del paleolítico inferior tardío. Entre los múltiples hallazgos
arqueológicos se encuentran la industria lítica, y huesos con fracturación y
marcas de corte. En este caso el hallazgo más insólito es que se localizaron 9
lanzas, y una jabalina, ésta última trata de un palo con doble punta. Sin
embargo, las lanzas fueron elaboradas más gruesas en la parte delantera, en
proporción a su longitud, y con una parte trasera mucho más afilada. Esta
característica parece indicar que fueron elaboradas para ser lanzadas más que
para ser clavadas a corta distancia. Tienen una datación, por termoluminiscencia, entre 337.000 a 350.000 años.
Estas armas fueron depositadas
en sedimentos orgánicos en la misma orilla del lago, junto a unos 20 caballos y
fueron trabajadas con ramas de abeto y pino, donde su superficie fue raspada y
suavizada con herramientas de sílex. Estos instrumentos fueron utilizados por
los Homo heidelbergensis, que contaban
ya con una planificación en las estrategias para la caza.
En España tenemos la lanza de TORRALBA/AMBRONA (Soria); que se
encontraron puntas de lanza de madera de abedul, sauce y álamo, y se les
atribuye una datación de 300.000 años.
Lanza POGGETTI VECCHI (Italia). El yacimiento al aire libre de Poggetti,
se encuentra en la Toscana central, y pertenece al pleistoceno medio, está
datado en 171.000 años.
Su registro se compone de una
serie de palos, casi todos fragmentados, están hechos en boj (Buxus sempervirens), y tienen una
longitud de 1m de largo y redondeados en un extremo y puntiagudo en el otro.
Se ha utilizado la técnica de
quemarlo, parcialmente, para no tenerlo que raspar. Junto a estas herramientas también
se encuentran algunas de piedra y restos de huesos de elefante (Palaeoloxodon antiquus).
Lanza LEHRINGEN (Alemania). Fue encontrada en 1948, y la utilizaron hace
120.000 años los cazadores neanderthalensis,
que la tallaron en madera de tejo, con 3 cm en la parte inferior y va disminuyendo
a 2 cm en el área superior. Fue utilizada para matar paquidermos, se encontró
debajo de los restos de un elefante junto con cuchillos de sílex.
Lanza LJUBLJANA (Eslovenia). En 2008 fue descubierta por unos arqueólogos
que estaban explorando el curso del río Ljubljana, dentro de un proyecto de
acondicionamiento de dicho río. Según las pruebas radiométricas se obtuvo una
datación de 38.160 ± 38.820 años. Está realizada en madera de tejo y el aspecto
de color negro, de su superficie, es debido a que la madera fue endurecida con fuego.
A pesar de que sólo se ha conservado la punta, es un hallazgo excepcional, ya
que nos confirma su utilización.
Lanza de hueso de Rinoceronte. En la isla de Bolshói Lyajovsky, Siberia, fue
descubierta una lanza de 40 cm de longitud. Y elaborada a partir de un cuerno
de rinoceronte lanudo, con una antigüedad de 13.000 años. El artefacto se
conserva en perfecto estado y está compuesto de una sola pieza, por lo que
posiblemente tuvieron que utilizar un gran cuerno de rinoceronte adulto.

Como vemos el registro de
lanzas es bastante antiguo, aunque tenemos que decir que hasta que no aparecieron
las de Schöninger, no fue cuando verdaderamente los registros anteriores se tuvieron
en consideración, de ahí que, algunas de ellas como las de Clacton-on-Sea estén
curvadas porque se almacenaron sin saber que podría tratarse de una lanza. A
partir del hallazgo de Schöninger, empezaron hacerse estudios de investigación
experimental para ver su utilización; como los de Ulrich Stodiek y Harm Paulsen
que han comprobado que se producía un equilibrio perfecto entre el peso y la
velocidad de lanzamiento, que permitía que la lanza adquiriera la energía
cinética suficiente para golpear y matar a sus presas.
En cuanto a la lejanía
del lanzamiento, se consiguieron alcanzar distancias de hasta 20m, distancia bastante
considerable para dar caza a un animal.
Las primeras lanzas fueron
utilizadas por los Homo heidelbergensis y
Homo neanderthalensis, esto nos indica que, para llevar a cabo este tipo de
tecnología, se requiere de unas habilidades cognitivas para seleccionar las
materias primas, y de una flexibilidad mental, donde median varios conceptos; por
un lado, vemos que está determinada para protegerse de la defensa personal de
un animal, y por otro para la caza.
REFERENCIAS:
-Aranguren, B., Revedin, A.,Amico,N.,Cavulli,F.,Giachi,G., Grimaldi, S et al., 2018: "Wooden tools and fire technology inthe early Neanderthal site of Poggetti Vechi (Italy)". Proceedings of the National Academy of Sciences. pmid: 29432163.
-Aranguren. B., et al, 2018: “Wooden tolos and fire
technology in the early Neanderthal”. PNAS.
-Oakley, K., Andrews, P., Keeley, L.,Clark,J., 1977: Una reevaluación de la punta de lanza Clacton. Actas de la Sociedad Prehistorica 43, 13-30.
-Schoch,WH.,Bigga, G., Böhner, U.,Richter, P.,Terberger,T., 2015: Nuevas ideas sobre las armas de madera del sitio paleolítico de Schöningern. Journal of Human Evolution 89,214-225.
-Serangeli. J., et al, 2015: “Overview and new results
from large-scale excavations in Schöninger”. Journal of Human Evolution V. 89, pp 27-45.
-Thieme,H., 1997: Lanzas de caza del Paleolítico Inferior de Alemania. Nature, 385, pp: 807-810.
-Wagner. E., 1995: Connstatt
I: Gros sswildjäger im travertingebiet. Konrad Theisis Verlag, Stuttgart.