lunes, 12 de octubre de 2020

ANA MARÍA MUÑOZ AMILIBIA, UNA MUJER COMPROMETIDA CON LA ARQUEOLOGÍA.

 


Corría el año 1932, y España aspiraba a consolidar la Segunda República como forma de Estado, para conseguir un país más democrático y moderno; se iniciaba así, un período fructífero para las mujeres donde ya adquieren una representación en la vida política, aunque el bajo nivel académico de las mismas y la escasa representación en el mundo laboral, hizo que las buenas intenciones de la República, no llegará a buen fin. En ésta época convulsa de cambios nació Ana María Muñoz Amilibia, en San Sebastián.

Ella no sabía que años más tarde se tendría que enfrentar a una dictadura que llevaba parejo un androcentrismo totalmente instaurado en la sociedad y, que aún perdura en muchos colectivos, como es por ejemplo el de la Arqueología. Todas las mujeres arqueólogas de esta generación y anteriores han venido desarrollando su trabajo de una forma silenciosa y fuera de todo reconocimiento profesional.

Ana María realizó sus estudios elementales en un colegio privado de la orden de las Teresianas, en Barcelona, donde se les inculcaban el estudio de una carrera universitaria, aunque en éste caso, Ana María se decidió por la Historia en vez de la Pedagogía, que es lo que imperaba en el momento, más que nada apoyada por sus padres y porque en la familia había un pariente que se dedicaba a la arqueología, en el Bajo Aragón, lo que despertó en Ana María su motivación por esta disciplina.

Con estos antecedentes pasa a cursar la carrera de Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de Barcelona. Tenemos que tener en cuenta que, en ésta época, la economía del país no era fulgente, pero estas generaciones de mujeres pertenecían a familias acomodadas donde se podían permitir enviar a sus hij@s a estudiar fuera.

El C.S.I.C en los años 50 concedía becas de viaje, a otros países, para visitar sólo museos, donde adquirían la perspectiva de afrontar y visualizar otros contenidos muy diferentes a los nuestros, aunque Ana María digamos que estaba acostumbrada a viajar al exterior, porque estuvo viviendo una época en Francia, sus padres fueron exiliados durante la Guerra Civil.

Mientras preparaba su Tesis Doctoral (La cultura neolítica catalana de los “sepulcros en fosa”), dirigida por el profesor Almagro Basch, realiza trabajos de becaria del C.S.I.C, en la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR), colaborando con el Instituto Internazionale di Studi Liguri de Nino Lamboglia, bajo la dirección de sus maestros Martín Almagro y Ripoll Perelló que excavaron en la cueva de Pipistrelli, y también participó en excavaciones en Cataluña y en la cueva de Lezetxiki.

En la Universidad Central de Barcelona ejerció como profesora desde 1954 a 1974 (pasando por los diferentes escalafones, primero como profesora ayudante, profesora contratada y agregada), año en que consiguió la Cátedra de Arqueología, Epigrafía y Numismática, en la Universidad de Murcia y en la que tomó posesión en 1975.

Ana María ha tenido el honor de ser la primera mujer en conseguir una Cátedra en España, en una época donde la Prehistoria y la Arqueología estaban siendo dirigidas por hombres, pero supo labrarse un camino en la investigación y lo más importante formar escuela.

Su llegada en 1975, a la Universidad de Murcia, supuso un punto revulsivo en la investigación, de la zona, como en la actividad docente, ya que puso en marcha en ésta institución la especialidad de Historia Antigua y Arqueología porque no existía Departamento de Arqueología como tal, y a pesar del panorama tan desolador (académicamente hablando) que se encontró en dicha Facultad, no dudó en desistir y abrió varios frentes a la vez. Lo primero fue dotar al departamento de nuevos profesores y también en formar a jóvenes investigadores, dónde la Primera Promoción de la especialidad de Historia Antigua y Arqueología, fue en el año 1980. Creó una red de museos locales, con el objetivo de proteger y difundir el patrimonio arqueológico. Siempre se sintió apoyada por los que habían sido sus referentes en la Arqueología como Martín Almagro, J. Maluquer de los Montes, Alberto del Castillo, Tarradell…

Su trabajo incansable de direcciones de excavaciones, le han llevado a tocar los diferentes periodos de la Prehistoria y Arqueología Antigua y Medieval, sus excavaciones más emblemáticas han sido las de: Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla, Murcia), Cabezo del Plomo (Mazarrón, Murcia), Poblado Argárico de Cobatillas de Vieja, excavaciones en cueva de los Murciélagos (Zuheros, Córdoba), excavaciones en la cueva dels Ermitons (Sadernas, Gerona) …

En Murcia ocupa el cargo de Vicedecana de la Facultad de Letras, así como, la dirección del Servicio de Investigaciones Arqueológicas de la Diputación Provincial, donde llevará a cabo las excavaciones de urgencia que van saliendo y las delegará en los alumnos que ella iba formando, abriendo así, nuevas vías de investigación desde la Prehistoria hasta el mundo Hispanomusulmán.

Toda ésta labor, pluridimensional, que llevó a cabo Ana María se vio plasmada en el trabajo de investigación que llevó a cabo con sus alumnos y que se vieron reflejadas en la cantidad de Tesis Doctorales que dirigió y en multitud de publicaciones de síntesis, sobre prehistoria y mundo antiguo.

Podemos decir que fue una mujer totalmente comprometida con la Arqueología, que le llevó a formar parte del Consejo Asesor de Arqueología de la Comunidad Autónoma de Murcia y del Consejo Asesor de Patrimonio de la Comunidad Autónoma de Murcia, también fue miembro de la Junta Nacional de Excavaciones Arqueológicas del Instituto di Studi Liguri y del Instituto Arqueológico Alemán.

En 1990 se traslada a Madrid, y ejercerá como Catedrática de Prehistoria en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid hasta 2003 que se jubilará y pasará a ser emérita hasta 2009. Su fallecimiento se producía en Madrid, en el año 2019 con 87 años de edad.

Ana María Muñoz Amilibia ha sido todo un referente de arqueólogas en éste país, dada su vinculación con la vida profesional docente en las actividades académicas, además, fue una investigadora que consiguió sacar la arqueología de Murcia del olvido y su actividad científica se extendió por toda la península ibérica y fuera de ella. También, por sus estudios de análisis y síntesis de la arqueología de la época, y su carisma le llevó a tener un grupo de discípulos que han seguido su trayectoria científica.

 

REFERENCIAS:

-         -  https://www.um.es/cepoat/anamariamuñoz/

-         - Ramallo, S., 2003: Presentación: En Ramallo, S (ed). Estudios de arqueología dedicados a la Profesora Ana María Muñoz Amilibia: 19-22. Universidad de Murcia.


Excavaciones en Cobatillas -1976. Foto: Universidad de Murcia.


Ana María Muñoz     Foto: Universidad de Murcia

Excavaciones en Baena.  Foto: Universidad de Murcia




https://canal.uned.es/video/5a6f7f56b1111f06328b456b



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