jueves, 24 de octubre de 2013

HERRAMIENTAS DE HUESO DE BALLENA EN LOS PIRINEOS A FINALES DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR

Muchas veces junto a los restos líticos, los yacimientos  nos ofrecen restos paleontológicos de animales que habitaron en aguas continentales o marinas y, que sirvieron de sustento a los grupos humanos del paleolítico.
Recientemente, Jean-Marc Pétillon ha publicado en la revista Journal of  Human  Evolution, un artículo donde plantea la revisión de los hallazgos de veintitrés yacimientos Magdalenienses de la zona de los Pirineos, así como, los registros Magdalenienses de la cueva de Isturiz, situado en su parte más occidental.

                                                           La imagen a tamaño completo (90 K)
En once yacimientos de la parte central de los Pirineos se hallaron un total de 109 artefactos de huesos de ballena, en su mayoría eran cabezas de proyectil, de grandes dimensiones. Según el estudio se ha determinado que el origen de los restos óseos de ballena procedía de animales que habitaron en el atlántico, y que los objetos hechos de este material fueron transportados a lo largo de los Pirineos hasta la parte central, recorriendo distancias que superaban los 350 Km, desde la costa.

                                                                       La imagen a tamaño completo (201 K)

Este fenómeno parece haber tenido lugar durante la segunda mitad del Magdaleniense medio y la primera del Magdaleniense tardío, ca 17,5-15  cal BP.
También se aprecia diferencias en las cabezas de los proyectiles de hueso, entre el Magdaleniense medio y el superior que nos indican un proceso evolutivo en el diseño de las armas de caza.
                                                                       La imagen a tamaño completo (164 K)
El objetivo de la revisión de este  material óseo es demostrar la existencia de una red de distribución, entre la costa y el interior, tanto de herramientas como de armas de origen costero, tanto desde la costa más occidental, donde el autor ha realizado una comparativa de los yacimientos desde la cueva de Isturiz, con los asentamientos en el interior. Este estudio nos  viene a demostrar la movilidad costa-interior de estos grupos de cazadores recolectores y a un contacto cultural entre ellos, que se viene desarrollando a lo largo de toda la franja franco-cantábrico durante este periodo.




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