El municipio romano de Munigua es quizás una de las poblaciones de la Bética menos conocida, pero no por ello resta importancia a sus hallazgos, que nos hablan de una ciudad minera que disfrutaban de una vida de esplendor y riqueza. Uno de los conjuntos arqueológicos más espectaculares de Andalucía.
Este yacimiento se localiza en el término municipal de Villanueva del Río y Minas (Sevilla). Las primeras noticias de este emplazamiento datan de 1757 cuando Tomás Andrés de Gusseme, gobernador de Lora del Río, describió este lugar con claras evidencias de minería ante la presencia de escorias de hierro en el lugar y lo catalogo ya como Santuario; y en el año 1956 el Instituto Arqueológico Alemán, con sede en Madrid, fue el que se hizo cargo de las excavaciones que se han venido realizando casi todos los años.
Se puede considerar que el yacimiento cuenta con dos momentos de ocupación histórica, uno corresponde a momentos prerromanos y otro romano; desde el s. IV a.de. C hasta el s. III/IV d. de. C, que entra en decadencia y posteriormente cuenta una ocupación islámica (s. VIII) reflejadas en construcciones de época almohade.
Los inicios de esta población se deben a un pequeño asentamiento ibérico que se estableció en esta pequeña colina aledaña a Sierra Morena, zona rica en la extracción minera y dedicada a la producción cobre y hierro. Este promontorio situado en una zona de dehesas, olivos y encinas disponía de una muralla perimetral que quedaba abierta por su parte oeste y conserva cuatro de sus torres.
Desde el s. IV a. de. C, hasta la época de Augusto (27 a. C 14 d. C) se corresponde con los primeros momentos de ocupación romana, que es cuando la población se vincula al Imperio mediante un contrato de patronazgo. Será con Augusto cuando el diseño urbanístico adquiere más esplendor con presencia de edificios civiles y religiosos. Con el emperador Vespasiano se le concede a la ciudad la condición de Municipio, y la población pasó a llamarse: Municipium Flavium Muniguense. Este cambio de estatus jurídico, queda reflejado en una tessera de hospitalidad, y es el que determina que la ciudad adquiera un auge urbanístico y arquitectónico.
Si recorremos el yacimiento por su parte alta podemos contemplar el Santuario de Terrazas, el Foro, el Templo de Mercurio, el Templo de Podio, el Pórtigo de dos Picos, las Termas, la necrópolis y el Mausoleo. Si observamos este espacio, donde se concentra todos los edificios públicos, sólo ocupa 4ha, apenas queda espacio para las viviendas, lo que denota que posiblemente la mayoría de la población viviría dispersa por los alrededores de la ciudad y que en el centro neurálgico de la ciudad sólo vivirían las familias que ostentaban el poder.
El edificio más emblemático de la ciudad es el Santuario de Terrazas que domina toda la ciudad desde la cima. Destaca por su construcción a base de altos muros con gruesos contrafuertes visible desde cualquiera de sus vertientes. Sólo comentar que este monumental edificio en perfecta armonía con el entorno y todos los edificios que la rodeaban, con una exquisita decoración de mármoles multicolor, tuvo que ser una de las ciudades más bellas de la Bética.
Si avanzamos por su parte baja donde se distribuyen las casas y viviendas vemos como se determina el tipo de urbanismo que desarrollaron, así como, la economía de este municipio romano basada principalmente en la agricultura (olivar), ganadería, minería y en la metalurgia del cobre y hierro. Su economía ganadera la componía la cría del ganado vacuno y porcino, en menor representación se encuentran la oveja y la cabra; pero en su dieta también estaban presentes las especies salvajes como el ciervo, corzo, liebre, jabalí y paloma especies típicas de hábitat mediterráneo. Los animales que más se utilizaron en los sacrificios fueron la vaca, el cerdo y la oveja.
Los trabajos de excavación que se están realizando en los últimos años, en el yacimiento, corren a cargo del arqueólogo y director científico del Instituto Alemán de Arqueología, Thomas Schattner. Estas investigaciones han dado un giro a las interpretaciones que se estaban llevando a cabo hasta la fecha, dando prioridad a las bases económicas de la ciudad basadas principalmente a la explotación minera acompañada de la agricultura y la ganadería mixta, llegando a determinar que la ciudad tuvo su esplendor económico durante los s. I y II siendo un centro neurálgico de producción de hierro de toda la Bética. Sin embargo, a partir del s. III, a raíz de un terremoto la ciudad entra en un periodo de crisis urbanística y de progreso, ya no se vuelve a construir nuevos edificios sino que se reparan los que habían quedado en pie, lo que se interpreta como una fase de abandono progresivo de la ciudad que llega a su final en el s. IV d.C.
Mi agradecimiento a Thomas Schattner por sus explicaciones para adentrarnos en el conocimiento de esta ciudad
Observaciones: La ciudad de Munigua es posiblemente la ciudad mejor conservada de la Bética por encontrase situada en un lugar estratégico, alejada de todas las grandes vías de comunicaciones actuales, por ello las personas que les guste de compaginar cultura arqueológica con el senderismo o ciclismo tiene un lugar idóneo para ello. Para llegar al asentamiento arqueológico tienes que partir andando del pueblo de Villanueva del Río, y apenas encuentras señalización vas todo el tiempo por un carril que te lleva al arroyo Tamohoso y desde aquí ya se divisa el Santuario.
Estación de ferrocarril de Villanueva del Río y Minas |
Thomas Schattner en las termas, las paredes presentan una decoración con grandes rectángulos rojos y líneas amarillas. |
Termas con baño caliente y sauna (caldarium y tepidarium) y baño frío (frigidarium) |
Museo Arqueológico de Sevilla |
Que guapo. no tenia conocimiento de este lugar. Menos mal que me he parado a mirar un poco los blogs, porque llevo unos dias con el Club, que no paro. Gracias Isa.
ResponderEliminarPues tienes que ir a verlo porque es un yacimiento muy interesante y con la ventaja que lo puedes acompañar con un buen pateo para llegar a el. Saludos Salva.
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