miércoles, 26 de abril de 2017

ABRIGO DE CUEVA CHIQUITA O DE ÁLVAREZ (Cañamero-Extremadura).

La Cueva Chiquita se encuentra en el camino natural que une Cañamero con Guadalupe y, que hoy día, se recorre  como  la “Ruta de Isabel la Católica,” un espacio donde encierra bosques frondosos, arte rupestre, historia y uno de los paisajes naturales más agrestes y mejor conservados de la comunidad extremeña, como es el Geoparque Villuercas - Ibores - Jara, con un relieve montañoso y abrupto de cuarcita y granito que daba cobijo a las comunidades productoras, del Neolítico y Calcolítico, llegando hasta la Edad del Cobre.
En esta zona se han registrado más de 70 lugares, con pinturas esquemáticas, que las sociedades nómadas utilizarían en sus desplazamientos, buscando las vías naturales que ofrecen las cuencas fluviales o bien el curso del agua, como es el río Ruecas. Estos enclaves son amplios y visibles a cierta distancia.
La Cueva Chiquita destaca, entre todas estas manifestaciones rupestres, tanto por sus dimensiones como por la inusual cantidad y variedad de las figuras pintadas. En cuanto a los conjuntos de pictogramas representados en granitos, se trata de figuras de configuración sencilla, debido a las dificultades para pintar sobre un soporte rugoso y su estado de conservación se encuentra muy deteriorado, a causa del proceso de erosión, por desgrane, que experimenta este tipo de rocas.
Las representaciones pictóricas esquemáticas, que aquí se representan, se caracterizan por su simplificación  explícita, sus trazos con elementos generalmente monocromáticos y en tinta plana. Este grupo de figuraciones esquemáticas abarca motivos reconocibles como figuras humanas, animales, armas y un conjunto de figuraciones abstractas de carácter simbólico y esquemático, que son difíciles de interpretar hoy día.
El color que más abunda es el rojo, en menor proporción, se encuentra el negro y el blanco. Las figuras están ejecutadas con trazos finos, que se realizaron posiblemente con pinceles de pelo, plumas o fibra vegetal.
Otra técnica, utilizada, es el  grafitado que consiste en rayar sobre la superficie pétrea con una porción de colorante sólido. Las tipologías utilizadas son los antropomorfos que pueden ser el cruciforme o el ancoriforme (con forma de ancla invertida), todos ellos reducidos a la mínima expresión anatómica.
En esta cueva, algunos de los antropomorfos portan algún instrumento alargado como puede ser un  bastón o arma.
Respecto a los zoomorfos, se encuentran representados los mamíferos cuadrúpedos, relacionados con la práctica cinegética, como son los ciervos, bóvidos, cápridos y cánidos. 
Entre los ideomorfos están las agrupaciones de puntos y barras, y los esquemas circulares y geométricos.
La Cueva Chiquita fue la primera cueva con arte rupestre conocida, en la provincia de Cáceres y, es conocida desde los años sesenta del siglo pasado, fue Juan Cabré el primero en mencionar la Cueva Chiquita, en su libro El arte rupestre en España (1915), y el abate Henri Breuil, la incluye en su obra Les peintures rupestres schématiques de la Péninsule Ibérique, en (1933). Pero, fue José Ramón Mélida, el primero que incluye una foto de la cueva, así como, unos croquis con toros o bisontes corriendo en su obra Catálogo monumental de España, en 1924. Eduardo Hernández Pacheco (1952), en su obra El solar de la historia hispana, habla de los abrigos de Las Villuercas.
En la década de los 80, fue cuando se realizaron por primera vez estudios de prospección y catalogación, de las pictografías, de la cueva por el equipo de investigación de Antonio González Cordero y Manuel de Alvarado González, en colaboración con el Departamento de Prehistoria, de la Universidad de Alcalá de Henares.
Sólo, me queda FELICITAR, al Ayuntamiento de Cañamero y a la Consejería de Cultura y Turismo de Extremadura, que han sabido recuperar un rico Patrimonio artístico para dicha  localidad; y así, aumentar el atractivo cultural y turístico, que este tipo de obras conlleva, dotándolas de infraestructuras, instalación de cartelería informativa y marcación de itinerarios que han convertido este espacio en un pequeño museo al aire libre, donde el visitante puede conocer los modos de vida y de trabajo de las grupos humanos de la Prehistoria y un enclave Patrimonial Natural y Geológico como es este importante Geoparque.

Referencia:

-González Cordero, A., De Alvarado González, M., 1991: “Pinturas y grabados rupestres de la provincia de Cáceres. Estado de las investigación”. Extremadura Arqueológica II.
-González Cordero, A., De Alvarado González, M., 1991: “Nuevos conjuntos esquemáticos de las Villuercas cacereñas”. II Congreso de Arqueología Peninsular. Tomo II- Neolítico Calcolítico y Bronce. Zamora.













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