El yacimiento de Fuente Álamo lo
podemos considerar como uno de los conjuntos arquitectónicos más excepcionales
de la cultura romana, tanto por sus dimensiones como por el estado de conservación, de sus
estructuras, así como, por la calidad y temática de los mosaicos figurativos y
geométricos que posee.
La visita al yacimiento se
realiza a través de un centro de recepción de visitantes, donde te vas introduciendo
en la cultura romana a través de una serie de paneles explicativos, que se
pusieron en valor entre los años 2001 y 2004, y que culminaron en 2010.
La planimetría del yacimiento se
corresponde con un balneum público o
termas públicas, de la primera mitad del s. I. d.C, estas piscinas se abastecían
de agua del arroyo que lo circundan, y eran utilizadas por las personas que
tenían poco poder adquisitivo, como eran los plebeyos o esclavos y
permanecieron activas hasta el s.II d. C.
Nos encontramos en una zona donde
se disfrutaba de unas condiciones climáticas excelentes, con tierras fértiles,
abundancia de agua y una situación estratégica, en una encrucijada de caminos.
Esto propició que sobre éste balneario público se asentara la villa romana privada
de Fuente Álamo, fechada en el s. III d. C; y cuyo propietario correspondía a la
élite de una sociedad rural, que disfrutaba de las exquisiteces de la vida
urbana pero trasladada al campo; y es un claro ejemplo para el conocimiento del
mundo agrario de la época.
En el patio, del centro de
recepción, se encuentra una réplica del mosaico Nilótico, el más emblemático del
yacimiento y, también, el más excepcional en la musivaria Hispana del Bajo
Imperio; además se puede considerar como el primer tebeo de la Historia.
Fue
excavado en 1982, por el arqueólogo L. Alberto López Palomo que realizó varias
campañas en el yacimiento.
El mosaico Nilótico constituía el
pavimento de una sala, situada en una zona de baños, a la que se accedía desde
una habitación calefactada. De él, se ha conservado el cuadro central, representando
una temática extraña en estas latitudes, con cocodrilo, un hipopótamo, unos
ibises y la personificación del dios río, que debe tratarse del Nilo, de ahí su
nombre Nilótico. Alrededor cuatro ábsides, de los cuales dos se conservan íntegros,
enmarcan una historia, la eterna lucha de los pigmeos y las grullas. No es el
único mosaico con una iconografía de pigmeos, pues los vemos representados
también en el yacimiento de Itálica, pero sí que es el único que contiene
textos en latín, característico del siglo IV y V, época de esplendor de la
villa. Es la primera vez que existen representaciones figuradas, en mosaicos y pintura,
con asociación de texto e imagen. De modo que nos encontramos ante un texto
dialogado, en el que los personajes están participando de la acción, se
presentan y dialogan entre ellos en una sucesión de escenas que pueden
asimilarse a los actuales tebeos.
En todos los espacios insignes de
la casa se distingue una rica decoración con mosaicos, considerados obras de
arte que se utilizaban para decorar el pavimento o decorar los muros, para ello
se utiliza las teselas, que son pequeños fragmentos, que pueden ser de cristal
cerámica o piedra para crear escenas o dibujos. La villa conserva un conjunto
de pinturas, esculturas y un excelente conjunto de mosaicos como “El triunfo de
Baco, “Las tres gracias” y el Mosaico Nilótico. Son un componente del estatus
social y de la fortuna económica de sus propietarios.
Tras el abandono de la villa,
ésta sufre un gran expolio de todos los elementos decorativos y constructivos
de lujo. En el s. X es ocupada por la comunidad islámica, que reutiliza algunos
espacios de la villa para la explotación de la finca, como era el cultivo y
extracción de aceite, llegando a construir un molino de viga que supuso la
destrucción de algunas estructuras. También, utilizaron una parte del espacio
para convertirlo en una necrópolis.
Desde el año 2005, se vienen
realizando excavaciones en el yacimiento arqueológico que están aportando nuevos datos para comprender
el proceso histórico, de este milenio de Historia, sobre todo para conocer los
modos de vida del mundo rural, de la época. El yacimiento de Fuente Álamo supone
una fuente de conocimiento cultural y turístico, para la zona, y está
contribuyendo al desarrollo local dentro de una economía sostenible; y donde
han sabido darles una excelente puesta en valor, con un conjunto de actividades
que pueden disfrutar todo tipo de
público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario