En la Plaza Alta de Badajoz, se
encuentra el recinto de la Alcazaba Árabe y dentro de éste se localiza el
Palacio de los Duques de Feria, mandado construir a finales del siglo XIV y, que
posteriormente, paso a manos de los Duques de la Roca. Es un edificio
renacentista, que ha sufrido varias restauraciones y ha conservado su preciada torre
de Espantaperros. En el interior sobresale un claustro de estilo mudéjar.
El edificio consta de dos
plantas, desde el vestíbulo se accede a un patio mudéjar que ha sido reconstruido
en el s. XX, lo primero que visitamos son los mosaicos policromados del s. IV
que decoraba el suelo de la villa romana de Pesqueo (Pueblonuevo del Guadiana),
que representa el mito de Orfeo. También se exponen figuras de mármol romanas,
como una escultura femenina, un pedestal y togados que conservan aún pinturas
en la vestimenta.
Se pasa a la sala de arriba donde
se encuentran los hallazgos de Prehistoria, secuenciados en orden cronológico,
prosiguiendo así la evolución de las culturas asentadas en el territorio de
todo lo que configura el actual valle medio del Guadiana. Así, cuenta con una
excelente colección de tecnología lítica del Paleolítico Inferior y Medio.
Además se muestran ofrendas presentes en los enterramientos, útiles de trabajo
y domésticos, armas y representaciones de la divinidad en forma de ídolos.
Estos ídolos realizados bien en hueso o placas de pizarra, tienen un marcado
carácter ceremonial, están decorados con
motivos geométricos, que representarían los rasgos más característicos de una
divinidad.
En la sala de Protohistoria
destacan los influjos culturales del mediterráneo oriental, a través de los
objetos que llegan al valle medio del Guadiana en el s. VIII a.C, a través de
las redes comerciales griegas y fenicias. También, se halla la colección
proveniente del palacio de Cancho Roano (Zalamea de la Serena), con objetos de
lujo como pendientes de oro y otros vinculados con el mundo del caballo y el
consumo del vino. Surge así una poderosa aristocracia local que controla el
comercio, el acceso a las materias primas e importaciones con Etruria, Grecia y
costa Fenicia. Además de estas piezas, hay una que es muy emblemática, se trata
de la Copa Calada del asentamiento céltico del Castrejón de Capote (Higuera la
Real).
Uno de los espacios más
interesante del edificio es la galería de la parte superior, que alberga la
mayor colección de estelas de guerreros existente en la Península Ibérica, en
concreto la colección consta de 25 estelas, 19 de ellas están expuestas en el
interior del claustro y el resto distribuidos dentro del museo. Estas estelas
de guerreros son losas irregulares de piedra con motivos grabados en una de sus
aras que representan a un personaje perteneciente a una élite social, provisto
de diversos objetos como lanzas, escudos… Para algunos autores, tienen la
función de señalizadores de tumbas o marcadores del territorio. Su cronología
abarca desde el s. VIII - VI a. de C.
En la entreplanta se expone el
mundo romano, sólo se exponen algunas piezas de algunos asentamientos romanos
de la zona, porque el grosor de la época se encuentra en el Museo Nacional de
Arte Romano de Mérida. Pero lo expuesto es interesante porque muestra aspectos
de la vida romana, cómo su economía, minería, agricultura, creencias…
En la planta baja, se disponen
espacios dedicados al período
tardorromano y comienzos del cristianismo. Cuenta con una rica exposición de la
arquitectura decorativa de la época visigoda (s. VI-VII), de la época islámica
en Badajoz (s. IX-XIII) y de la Baja Edad Media cristiana (s. XIII-XVI).
Sin lugar a dudas es un museo que
hay que visitar, si pasamos por la capital pacense, para poder admirar la
excelente colección de estelas y sobre todo para los estudiosos de la cultura de Tartesos.
Mosaico romano con escenas figuradas y motivos geométrico y vegetales. |
Ïdolos realizados en huesos de animales |
Utiles de hueso. |
Caballo de bronce preveniente del yacimiento de Cancho Roano. |
Caldero del yacimiento de Cancho Roano. |
En la zona de Castuera se han encontrado evidencias de diversas explotaciones mineras tanto a cielo abierto como en galería. Esta actividad minera comienza al menos en el s. I a. C, se extraía plomo, plata e hierro. |
Copa calada o quemador de la Edad del Hierro del yacimiento de Capote. Tiene el cuerpo decorado con triángulos y romboides calados. Se interpreta como un objeto ritual en un santuario. |
Estela de cuarcita proveniente de La Yuntilla Alta en Cabeza del Buey, representa a un guerrero, una lanza, escudo y un carro de forma elíptica, dos ruedas y dos asideros pero son animales. |
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