Concepción Blanco Mínguez. Foto cedida por D. Francisco Giles Pacheco |
Hoy
vamos hablar de una pionera en la arqueología española, que desarrolló su
trabajo en la provincia de Cádiz, la ciudad más antigua de occidente, y que
guarda un rico Patrimonio Cultural.
Se
trata de Concepción Blanco Mínguez, la primera mujer en ocupar la plaza
de directora del Museo Provincial.
Nació
en Alcalá de Henares (Madrid), en 1907, pocos años después de que el gobierno
aprobara una resolución, dónde la mujer podía cursar estudios universitarios.
Por lo que no tuvo problemas en tramitar estudios de Filosofía y Letras,
sección Historia, en la Universidad de Madrid, licenciándose en 1930.
La
salida de esta carrera era opositar al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y
Museos, y así, poder ejercer la Arqueología de manera profesional. Normalmente,
todas las mujeres que accedieron por esta vía, no habían tenido contacto con
una excavación, ya que esta actividad estaba vedada a las mujeres. Pero, en el
año 1932 obtuvo la plaza definitiva como directora del Museo Arqueológico
Provincial de Cádiz, y en ese puesto, llevaba incluido la de Inspectora de
excavaciones en toda la Provincia.
Pero
cuando llegó Concepción se encontró con un museo en muy mal estado, no fue
hasta 1935 cuando ella tramitó su traslado al edificio de Bellas Artes en la
Plaza Mina.
El
museo a lo largo de todos estos años sufrió múltiples varapalos, por los que
tuvo épocas que permaneció cerrado, otras abrían sus puertas, y la falta de
medios existentes impedía el avance de los trabajos.
Las
labores que se realizaban en cualquier museo, durante ésta época, eran los de
catalogación, inventariado, registro de material y clasificación de la
Biblioteca.
Cuando
llegó a Cádiz, lo hizo con idea de pedir pronto traslado para Madrid, pero esa
ilusión la desecho al contraer matrimonio y formar una familia, lo que le dio
en ese momento, la estabilidad que la llevó a jubilarse en ésta ciudad. Esto sucedió
en 1977, pero no dejó su cargo hasta que no se incorporó su sustituto, Ramón
Corzo Sánchez, unos dos años más tarde.
Se
retiró a vivir a Madrid y no volvió a Cádiz hasta 1994, que fue invitada por R.
Corzo, ante el hallazgo del sarcófago antropoide femenino. Murió en 1994,
cuando contaba con 87 años. Desde entonces ninguna mujer ha vuelto a ocupar la
dirección de este museo.
Del
trabajo realizado por Concepción hay que destacar
la labor de innovación, que llevo a cabo tanto en criterios museográficos, como
en la exposición de las piezas.
Una mujer con una gran capacidad de trabajo y
con una mente muy avanzada a su tiempo, que supo compaginar su trabajo museográfico,
con trabajos de excavación de campo. Para ello, se rodeó de un grupo de
colaboradores en los que confiaba y les daba la oportunidad de avanzar y
formarse, como fueron: Martín Almagro, Francisco Giles Pacheco, J. Ramón
Ramírez, Antonio Sáez y Carlos Fernández Llavré. Ellos ayudaron a Concepción en las
tareas de investigación que tenía que llevar a cabo y le resultaba pesado realizar
por su edad. También dotó a sus ayudantes de unas credenciales que les permitía
estar presentes en las obras y recuperar todo tipo de vestigios.
Sin
duda, supo elevar la categoría de un museo provincial, a los primeros niveles
de su tiempo, y revitalizar la Arqueología gaditana a uno de los puntos de
primer orden en la época.
Por
eso, nuestro HOMENAJE a ésta gran mujer, que supo ganarse el cariño de la
población gaditana, de la que recibió multitud
de donaciones de piezas, y dotar así al museo, en un centro de conocimiento de
su pasado.
Referencias:
-Concepción
Blanco Mínguez, in memoriam (1994).
Boletín del Museo de Cádiz.
-El
Museo Arqueológico de Cádiz (1943). En Revista
Geográfica Española, 13.
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