Un edificio de estilo victoriano alberga el Museo de
Historia y Arqueología de Dublín que custodia una rica colección de piezas que
abarca desde la Prehistoria, Edad Medieval, y la civilización Celta y Vikinga.
La entrada a la sección de arqueología se realiza por
Kildare Street, a través de un templete neoclásico de bóvedas redondas
sostenido con columnas de mármol, en el suelo se puede ver un gran mosaico con
los signos del zodíaco. Este precioso patio central o hall acoge la tienda de
recuerdos del museo con replicas de algunos objetos.
El museo abrió sus puertas en 1890 y está ordenado a
lo largo de siete galerías amplías y luminosas, con una distribución clásica
pero con piezas muy interesantes. En la planta baja se distribuyen los restos
de época prehistórica procedentes de los primeros asentamientos humanos del
mesolítico de Irlanda, y los primeros utensilios de bronce y acero.
También se encuentran representaciones de aldeas y
tumbas del Neolítico. Lo que más me llamó la atención de esta sala es la
exposición de una canoa de madera de roble, de 15 metros de largo, realizada en
una sola pieza y conservada en perfecto estado, con una antigüedad de 2500 años
a.C y fue hallada en la turbera de Addergoole
(Galway).
También en esta sala se encuentra la exposición ”El
oro de Irlanda” una colección de objetos de oro de la Edad del Bronce, quizás
junto con la que se conserva en el museo de Lisboa y en el Museo de Oro de Perú
son las tres colecciones mayores de oro que he visto expuestas. La habilidad y
exquisitez de los orfebres celtas es extraordinaria, queda reflejada en los
collares, anillos, brazaletes, pectorales, adornos…
Destacar el Tesoro de Broighter (Derry) que incluye
una miniatura de una barca realizada en oro, de época celta, y que formaba
parte de una de las ofrendas votivas posiblemente para Manannán Marc Lic, dios
del mar en la mitología irlandesa; así como, el Broche de Tara elaborado
en oro, plata, cobre, ámbar y vidrio con exquisito diseño de filigrana. No
olvidar la Cruz de Cong, que fue utilizada como cruz procesional, es de
roble y cubierta de bronce y el Cáliz de Ardagh realizado en plata,
oro, bronce y piedras preciosas. En el centro con una banda horizontal donde se
lee el nombre de los apóstoles. Se hace un recorrido por el desarrollo del arte
irlandés desde la llegada de los celtas hasta la Edad Media.
En esta planta, una parte dedicada a la exposición
llamada “Kingship and sacrifice”, se trata de dos momias (llamadas bog bodies),
una es de Hombre de Clonycavan y el hombre de Croghan ambas perfectamente
conservadas que quedaron aprisionadas en las turberas de Irlanda en la época de
la Edad del Hierro. El Hombre de Croghan fue hallado en 2003 en una turbera
pantanosa cerca de donde se encontró el Hombre de Clonycavan y presenta
evidencias de haber sido apuñalado en el pecho por lo que se cree que fue un
sacrificio-ritual. Es una exposición que, la verdad, no te deja indiferente.
En la planta superior alberga las colecciones quizás
más representativas de la civilización irlandesa, como la llegada de los
vikingos a la isla en el año 795 a.C; recopiladas todas ellas de las
excavaciones llevadas a cabo en espacios urbanos como en lugares costeros. Las
tumbas han aportado un amplio material de los ajuares como espada, lanza, joyas
y objetos personales. También se exhibe una serie de barcos vikingos, armas,
cerámicas, objetos de trabajo y religiosos. La edad media está representada por
cascos, armaduras y tesoros de la época.
En la parte de arriba puedes contemplar toda la
arquitectura del edificio con una planta rectangular sujeta por sus latas y
amplias vigas de hierro forjado de su techo, te recuerda las estaciones
antiguas de trenes o antiguos mercados de principios del s. XX.
Hay una parte del museo que corresponde a colecciones
foráneas, una de ellas dedicada al antiguo Egipto, con objetos utilizados
durante las ceremonias religiosas y practicas funerarias; así como,
antigüedades pertenecientes al mundo romano y chipriota de objetos de cerámica
y vidrio.
La mayoría de las personas que visitan Dublín suelen
pasar por la famosa Trinity Collage Library, Catedral de San Patricio,
Castillo…, pero en nuestro viaje, no debemos de olvidar la visita a su Museo de
Historia y Arqueología para conocer un poco más de su cultura, merece la pena…
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