Hasta la fecha siempre se ha
asociado la industria ósea junto a evidencias de registros fósiles, procedentes
de contextos del Paleolítico Superior.
Un reciente artículo publicado en
la revista Nature, publicado por
Andrea Zupancich, nos viene a determinar que en la cueva
de Qesem (Israel), con un registro del Paleolítico Inferior, se han hallado dos herramientas de sílex que
presentan restos de material óseo en su
filo. Dentro del mismo contexto cultural, pero no en el mismo nivel
estratigráfico, se ha registrado un fragmento de tibia perteneciente a un gamo.
Este hueso presenta una serie de
incisiones cortas y profundas, conectadas en un mismo punto y además
superpuestas, lo que se ha identificado como un aserrado.
La solución que dan los
investigadores, ante tales evidencias, es que los homínidos que ocuparon la cueva
de Qesem habían transportado piezas seleccionadas de animales cazados; y después
de consumir su carne, grasa y tuétano, ocasionalmente utilizaban los huesos de
los animales desechados para usos diferentes que no eran los alimentarios.
Según los datos presentados en la
revista se cree que tales hechos fueron practicados entre 420.000 y 300.000
años. Y que posiblemente sean las evidencias más antiguas hasta la fecha,
relacionada con una fracturación intencional de hueso con fines que no son los
alimentarios, utilizando para ello una serie de herramientas de sílex.
Referencia:
A. Zupancich, et al, 2016: Las primeras evidencias
del uso de herramientas de piedra en el hueso
trabajado en la cueva Qesem, Israel. SCi.Rep.6, 37686.
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