Durante los días 2 y 3 de noviembre, se celebró en el Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera, el III Encuentro con el Patrimonio Arqueológico. Un encuentro que está organizado por la Asociación Profesional del Patrimonio Histórico-Arqueológico de Cádiz, en colaboración con el Excelentísimo Ayuntamiento de Jerez. Ha estado coordinado por la compañera Mª Carmen Reimóndez Becerra.
Agradecer a la Asociación ASPHA la invitación a participar en este evento, especialmente a Esperanza Mata que es el alma mater de este encuentro, y felicitar al Museo Arqueológico por dar cabida a este tipo de acontecimientos y la gran labor de difusión de su Patrimonio Histórico-Arqueológico que vienen desarrollando la Asociación Amigos del Museo.
La mesa redonda sobre: La Arqueología y el Patrimonio como recurso didáctico. Cuando las ruinas nos desvelan la Historia, participamos: Pepa Lozano Sánchez, Pepa Lozano Ramírez, Agustín García Lázaro e Isabel Cáceres Sánchez y actuó como moderador Daniel Jiménez. Muy complacida de nuevo de poder debatir con compañero/as con una amplia trayectoria en el campo de la arqueología y la educación.
Cada uno de nosotros fuimos hablando de nuestra experiencia con la arqueología como elemento educativo, en mi caso, decir que es un recurso que lo utilizo cada vez que los contenidos lo permiten, pero sí que es cierto, que nunca he trabajado el patrimonio arqueológico de forma aislada, sino que para mí el patrimonio conlleva un patrimonio natural y también cultural, es decir deben estar integrados en nuestro proceso histórico. Es verdad que cada patrimonio tiene sus conocimientos concretos, pero estos conocimientos son suplementarios y se puede o se deben cooperar juntos.
Tenemos que decir que cuando trabajamos con el patrimonio en educación, no es lo mismo hacerlo en un medio rural que en una gran ciudad, pero el objetivo principal, tanto del patrimonio arqueológico como del cultural, es que tienen que ser considerados como un recurso integrador que pueda ayudar a crear conciencia histórica, en todo tipo de personas y sobre todo en el alumnado, ya que su aprendizaje les permitirá comprender mejor el pasado que les rodea, valorar la Historia del presente y participar especialmente en la construcción de su futuro personal y social.
La incorporación de nuevas metodologías en la enseñanza de la Historia es muy positiva, como es trabajar con la metodología arqueológica, no sólo nos facilita iniciar al alumnado en una investigación histórica y en el análisis de las fuentes, sino que, debido al conocido carácter interdisciplinar de la misma, nos permite desarrollar contenidos de diversas áreas de conocimiento, como es la Biología, la Física, Geología, Química, Historia del Arte,... La introducción de la arqueología en los centros educativos como recurso para trabajar las competencias básicas en la educación (tanto en Primaria, Secundaria, Grados, Ciclos Formativos y Másters...) es altamente plausible por el conjunto de valores educativos que podemos trabajar a través de ella.
Lo que sí tenemos que tener presente, que en los estudios del patrimonio en los centros educativos están relacionados con la materia de la Historia y con la Educación para la Ciudadanía o Formación Ciudadana. Aunque, cada vez somos más los docentes que estamos más involucrados en que el patrimonio sea el protagonista del proceso de enseñanza. ¿Y por qué esta tendencia? Creo que el conocimiento acerca al alumnado o la población en general, a un trabajo científico, a la búsqueda de la información, a la utilización de un método científico y a un pensamiento autónomo y crítico, y además, nos enseña que hay una relación entre presente y pasado, es decir, capaz de construir la formación global del alumnado. En el currículum donde está presente la Arqueología se suele limitar a los contenidos relacionados con la Prehistoria o la Antigüedad, pero se ignora otros períodos históricos, como por ejemplo, la arqueología medieval, la arqueología moderna...
A veces nos preguntamos ¿por qué la arqueología está fuera de los planes de estudio de la Historia? Pues es muy sencillo, porque a pesar de que se firman acuerdos entre los diferentes agentes implicados en el proceso de enseñanza aprendizaje sobre la importancia del patrimonio como recurso educativo, la realidad es muy diferente, porque en el currículo, el patrimonio aparece, como he comentado anteriormente, como algo transversal dentro de los contenidos actitudinales o competencias ciudadanas, es decir, como contenidos menores. A pesar de las ventajas y aspectos que aporta la utilización del patrimonio en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que ya he señalado, por ejemplo en el Real Decreto de 2007-2008, donde se establece la estructura del Bachillerato y se fijan las enseñanzas mínimas, sin embargo, no recoge la utilización del patrimonio como recurso didáctico, ni como elemento que contribuye a la adquisición de las competencias propias de la enseñanza de la Historia.
En general, las actividades relacionadas con el patrimonio o la arqueología, en su mayor parte, se enmarcan más en unas actividades lúdicas dentro de la programación que la relacionen con el currículum y con las unidades didácticas y se usan en momentos puntuales y como curiosidad, con el objetivo de ilustrar aquello que se quiere explicar.
También, hay una serie de ventajas para que la arqueología esté fuera de la educación reglada y es que no se encuentra sujeta a las restricciones de la enseñanza reglada, como puede ser hacer grupos por edades o a veces la presión por cumplir con el diseño curricular, como es el caso de segundo de Bachillerato, que el alumnado tiene que superar la PAU.
Evidentemente, existe una gran variedad de actividades y proyectos relacionados con la arqueología y el patrimonio arqueológico que no entran dentro de lo que podemos considerar una educación reglada, que generalmente son llevadas por entidades públicas o privadas como los museos, centros de interpretación, universidades y también por otras entidades como las empresas privadas de arqueología y gestión del patrimonio.
Hoy día existen numerosos medios de comunicación por los que se realizan una labor de difusión arqueológica y patrimonial, que podrían encuadrarse perfectamente en esta categoría, como las asociaciones u organizaciones de distinto signo, y por supuesto, internet que es la herramienta más utilizada para la difusión de todo tipo de noticias. Un ejemplo, de todo esto, es la labor de difusión y divulgación que está llevando a cabo nuestra asociación ASPHA. Aunque en todo este tema de la difusión del patrimonio hay que tener mucho cuidado porque un exceso de información puede ocasionar un efecto contrario al que deseamos, que crea en la sociedad confusión o desinformación. Con la información arqueológica hay que ser muy riguroso, porque una de las normas a las que se refiere la difusión del patrimonio es que debemos de satisfacer las necesidades del público al que va dirigido. La sociedad es en realidad la que financia la mayoría de los trabajos vinculados a su gestión, mediante los presupuestos generales, es decir, mediante dinero público, por lo que es fundamental esforzarse en hacer llegar el patrimonio y los resultados de las investigaciones científicas a la sociedad en su conjunto, con un discurso acorde a todos los niveles. Lo que sí es necesario la colaboración interdisciplinar entre investigadores, educadores y gestores, con un único fin, decretar una verdadera relación entre sociedad y patrimonio. Sobre Arqueología y Educación se puede seguir debatiendo mucho más...
Fantástica iniciativa ...
ResponderEliminarGracias Antonio!!! La arqueología es una herramienta muy buena para utilizarla en la enseñanza, a veces no valoramos sus posibilidades. Gracias por comentar.
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