En el año 1985, el profesor Jesús Altuna (arqueólogo-antropólogo y pionero en España de los estudios arqueozoológicos) dirigió las excavaciones de la cueva de Erralla, en Sestao, Gipuzkoa; donde se hallaron una serie de registros óseos, entre los que se encontraba un húmero de un cánido, pero no se supo determinar a qué especie pertenecía en ese momento, clasificándolo como Canis sp. Esta cueva presenta una estratigrafía con niveles bien definidos y caracterizados, con rangos que van desde el VII al I. Donde se encontró el húmero de cánido corresponde al nivel V y está cubierto del nivel IV que proporcionó restos de siete cabras montesas (Capra pyrenaica), que estaban en posición anatómica, lo que indica que murieron en la cueva.
Según el registro del nivel V deparó una rica industria lítica y ósea, característica del magdaleniense
inferior, así como, objetos ornamentales y otros elementos decorados. Además de
los análisis polínicos, que nos dicen que este nivel perteneció a una fase fría
(Dryas I), están los arqueozoológicos que nos hablan de la dieta de los humanos
de Erralla, que tenían un predominio de Capra
pyrenaica sobre el Cervus elaphus.
Las dataciones de isótopos de este nivel, las sitúan en 15.740 ± 240
y 16.270 ±
240 AP.
Un reciente estudio realizado por
el grupo de Biología Evolutiva Humana de la Universidad del País Vasco, donde
han combinado análisis de morfología, datación por radiocarbono y análisis
genéticos han confirmado que se trata de un Canis
lupus familiaris, que se sitúa en el magdaleniense inferior, de la región
Cantábrica.
El perro (Canis lupus familiaris) doméstico más antiguo proviene de su
agriotipo, el lobo gris (Canis lupus),
que apareció en el paleolítico superior. Pero aún está por determinar cuándo y
dónde fue domesticado, aunque podamos decir, basándonos en los estudios
genéticos, los orígenes de los linajes de perros se remontan a los antiguos
lobos europeos, lo que deja claro un origen europeo para la domesticación de
lobos. Aunque, hay autores, que consideran el origen del perro en Europa y Asia.
Pero estudios anteriores, publicado en 2020, viene a determinar que había diferentes arqueotipos de cánidos hace más de 11.000 años, y que los perros europeos sólo son un subconjunto muy pequeño de la diversidad que alguna vez existió; asegurando así, que la domesticación del perro fue multifacética.
En el País Vasco, hasta la fecha,
no se han clasificado restos de cánidos domésticos en niveles magdalenienses y
también es el primer estudio que incluye una datación por AMS 14C
y un análisis genético, para la identificación de especies. Hasta le fecha,
sólo se han identificado tres perros del paleolítico superior (Magdaleniense y
Epigravetiense) de los yacimientos de Kesslerloch (Suiza), Bonn-Oberkassel
(Alemania) y Grotta Paglicci (Italia), sólo con análisis morfométricos y
genéticos.
Según los resultados de este estudio se determina qué durante el magdaleniense, el perro doméstico formaba parte de los grupos de cazadores-recolectores de Europa Occidental. El perro de Erralla (17.410- 17.096 Cal. AP) es uno de los ejemplares más antiguos identificado como Canis lupus familiaris, y comparte el haplogrupo mitocondrial C con los perros magdalenienses analizados hasta la fecha. Este estudio nos determina la domesticación del lobo más antigua de la que teníamos hasta la fecha, para la Europa Occidental.
Referencia:
- - Altuna, J., et
al, 1985: “Cazadores magdalenienses en Erralla (Cestona, País Vasco).”
Munibe, 37. San Sebastián.
- - Botigué, L.R., et al, 2017: “Genomas de perros europeos revelan continuidad desde
principios del Neolítico.” Nature
Communications, 8. 10.1038/ncomms 16082.
-- - Bergström, A., et al. 2020: "Origins and genetic legacy of prehistoric dogs." Science 370, pp 557-564.
- -Hervella, M., et al., 2022: “The domestic dog that lived ~ 17.000 years ago in the Lower Magdalenian of Erralla site (Basque Country): A radiometric and genetic analysis”. Journal Archaeological Science 46, 103706.
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